Boudou admite la auditoria del FMI al Indec, pero a través del Consejo de Observación

El ministro de Economía quiere que Argentina regrese a los mercados financieros y hace un gesto de acercamiento al organismo internacional. Pidió informalmente que los expertos de Washington integren el Consejo de técnicos que monitoreará las cuestionadas cifras del instituto intervenido por Moreno.
El ministro de Economía, Amado Boudou, busca conseguir lo que cree que Argentina necesita con los límites que desde el propio Gobierno le ponen.

Para acceder a los mercados financieros y resolver los acuciantes problemas de caja, admitirá la auditoria del FMI al Indec, pero no como el organismo internacional está acostumbrado a hacerlo, sino a través del Consejo de Observación conformado por técnicos de distintas instituciones para monitorear las cuestionadas cifras del instituto intervenido por el secretario de Comercio, Guillermo Moreno.

Según el diario Clarín, el Gobierno argentino le pidió al Fondo Monetario Internacional que participe del monitoreo abierto al Instituto Nacional de Estadísticas y Censos.

El pedido del Palacio de Hacienda fue por ahora informal y abrió después de mucho tiempo una negociación entre ese ministerio y el FMI.

Clarín confirmó que la decisión fue transmitida por el ministro Amado Boudou a un puñado de banqueros y empresarios. Lo dijo en un aparte de la reunión con los financistas que lidera Jorge Brito y también se lo confió a los banqueros extranjeros en una reunión con ABA no publicitada, a la que asistieron Mario Vicens, Juan Bruchou (Citi) y Facundo Gómez Miranda, del J.P. Morgan

Boudou le dijo a sus interlocutores que el pedido al Fondo apunta a darle credibilidad a la tarea de rediseño del organismo, después de que los cambios anunciados generaron más dudas que certezas sobre la intención oficial de transparentar las estadísticas.

Hasta ahora hubo comunicaciones con el director del Departamento del Hemisferio Occidental Nicolás Eyzaguirre y también contactos con el titular del Departamento de Estadística del FMI, Adelheid Bürgi-Schmelz. Ambos receptaron -en principio- en forma positiva el pedido. Ahora sus equipos técnicos evalúan la forma de concretar la auditoría teniendo en cuenta las restricciones políticas: la inexistente relación y el distanciamiento entre el FMI y la Casa Rosada.

Hay también otra cuestión clave: cómo se puede instrumentar la asistencia mientras Argentina ni siquiera permite la auditoría anual de su economía dentro del conocido artículo IV del estatuto del Fondo Monetario.

Sin embargo, el titular del FMI estaría dispuesto a avalar la auditoría como una forma de acercamiento a la Argentina. Desde que asumió, Strauss-Khan buscó reabrir el diálogo y tratar de normalizar la relación con la Casa Rosada.

Strauss-Khan habilitó hace un año una consulta "técnica" entre el INDEC y el Fondo Monetario, después de que el Departamento de Estadística del FMI cuestionara duramente la confección de los índices oficiales a cargo del secretario de Comercio, Guillermo Moreno.

Ahora podría repetirse: el Fondo Monetario no integraría el consejo con los banqueros, pero sí haría una auditoría propia y paralela.

La jugada tiene un alto voltaje político: aunque se niegue, implicaría un acercamiento público y concreto al Fondo Monetario Internacional. Tendría que instrumentarse en forma muy técnica para evitar una desautorización interna de los sectores reacios al FMI liderados por Néstor Kirchner.

Pero la presencia del Fondo tendría una ventaja: le daría credibilidad a la tarea del INDEC, algo que ahora no se registra en la actualidad.

Se trata de una credibilidad clave para concretar lo que anunció Boudou: una vuelta a los mercados financieros para obtener recursos para sostener el actual gasto público y cubrir un eventual déficit fiscal.