¿Quién le teme a Federico Saravia?

El hijo de Matilde Menéndez quedó envuelto en una insólita polémica, cuando trascendió que ocupa una gerencia en la obra social de los municipales (Ob.SBA). Militante de Jorge Telerman, llegó al cargo de la mano del sindicalista Alejandro Amor.
Federico “Fede” Saravia es un militante conocido en el peronismo porteño que ya se ganó un lugar por derecho propio, más allá del empujón inicial que le dio su madre, la ex titular del Pami en los noventa, Matilde Menéndez, cuando lideraba la entonces poderosa agrupación Ramón Carrilló.

Licenciado en Ciencias Políticas y con un MBA en la Universidad de San Andrés, hoy se supo a través de una primicia de Urgente 24, que ocupa la gerencia de Afiliaciones y Traspasos de la Ob.SBA. Se trata de un cargo clave, porque esta obra social está en un proceso de desrregulación y es la gerencia de Saravia la que debe administrar ese proceso.

“Está haciendo un buen trabajo el pibe, hasta ahora no se fue casi nadie, y cuando cerremos el convenio Ob.SBA-OSDE, se quedan todos”, afirmó entusiasmado a La Política Online un miembro del sindicato de municipales, que con la normalización de la obra social, ha recuperado la presidencia (a cargo de Juan Mabilia) y lugares en el directorio.

Precisamente, Saravia llega al cargo de la mano del dirigente de los municipales Alejandro Amor (el eterno y frustrado candidato in rectore del macrismo para reemplazar a Amadeo Genta o al menos a su segundo, Patricio Datarmini).

Saravia logró anudar una muy buena relación con Amor durante la gestión porteña de Jorge Telerman, en la que este sindicalista fue uno de sus pilares políticos, al punto que ofició de jefe de campaña del primer tramo de la malograda candidatura del ex jefe de Gobierno, que no logró ingresar en la segunda vuelta.

Saravia entonces trabajaba junto al secretario de Hacienda, Sergio Beros, hoy director del Banco Ciudad y en con buena sintoníaa con el macrismo; pese a que los funcionarios del sucesor de este abogado, el actuario Néstor Grindetti, no lo recuerdan con particular cariño por la deuda flotante y el caos administrativo que les dejó.

Como sea, Saravia se mantuvo fiel junto a Telerman al punto que invirtió esfuerzo y recursos en pintadas y actos de campaña para la frustrada candidatura a diputado o legislador (nunca se supo que iba a ser) del ex jefe de Gobierno en las pasadas elecciones, hasta que el día de cierre de listas anunció sorpresivamente que no iba a ser candidato. Saravia que aspiraba a ir en uno de los puestos de legislador “de los que entran” fue de los más golpeados por esta decisión, ya que en el camino había rechazado varias ofertas políticas de otros sectores.

De los jóvenes k a la UBA

No debería sorprender este perfil técnico que desempeña hoy en la Ob.SBA, ya que en el pasado también alternó militancia con puestos en organismos públicos. Fundador de los jóvenes k con el literato Nicolás Trotta, llegó de su mano a la Universidad de Ciencias Económicas de la UBA, donde a pesar de ser politólogo, logró que lo nombraran al frente de la Secretaría de Extensión Universitaria.

Desde allí y a tono con la épica de los años fundacionales del kirchnerismo, se dedicó a darle visibilidad al “Museo de la Deuda” que esa universidad impulsó, con una visión acaso anquilosada de ese drama argentino, cargando todas las tintas sobre una “conspiración” de sectores económicos concentrados y limpiando de responsabilidades al Estado. Incluso, al estilo de los “instant book” de Trotta, Saravia mandó a imprimir una suerte de historieta que relataba esta simplificada visión de la historia de la deuda externa argentina.

Hoy, el presente lo encuentro alternando sus tareas de gerente sindical, con las tenidas en el PJ porteño en el que participa de la Comisión de Acción Política (CAP) en representación de Telerman.