El procesista Russak, mentor del grupo Boudou

El histórico militante de la UCeDé, intendente de Mar del Plata cuando gobernaba la provincia el general Saint Jean, acusado de violaciones a los derechos humanos, apadrinó al flamante ministro de Economía, al cuestionado Guiñazú y al presidente del Consejo Deliberante de Mar del Plata, Marcelo Artime, el primer hombre con quien se reunió Boudou al asumir la cartera de Hacienda.
Amado Boudou aterrizó en el Ministerio de Economía y quiso hacerlo junto a su grupo político liberal, los militantes de la UCeDé, con quienes se formó en la Facultad de Derecho de Mar del Plata.

Se trata de su círculo más íntimo. Juan Guiñazú, que lo siguió desde la secretaría de Gobierno de la Municipalidad de Mar del Plata a la Anses, y del presidente del Consejo Deliberante de la ciudad costera, Marcelo Artime. Este trío que se conformó en los pasillos y aulas de la Facultad de Derecho y se afianzó en las filas de la UCeDé, fue apadrinado por Mario Russak.

Russak es un histórico militante ultra liberal partido fundado por Alvaro Alsogaray, uno de los partidos que se opuso al Juicio a las Juntas Militares durante la presidencia de Ricardo Alfonsín. En su  omento muy cercano a Ibérico Saint Jean, gobernador de la provincia de Buenos Aires durante la dictadura militar fue intendente de Mar del Plata en ese período –desde 1978 hasta 1981-.

La primera reunión que organizó Boudou como ministro de Economía no fue ni con la Presidenta, ni con otros ministros, tampoco con los sectores que deberá conversar cotidianamente por sus funciones en la cartera de Hacienda, sino que juntó en su despacho con el presidente del Consejo Deliberante, Marcelo Artime, un viejo y conocido amigo de su militancia por la UCeDé en Mar del Plata.

Luego comenzó a delinear quiénes estarían en su equipo y hoy se encuentra cercado por la polémica que generó en su lista de cargos a designar el nombre de Juan Guiñazú. El padre de este abogado marplatense que lo acompañó en su gestión de la Anses y que evaluaba reubicarlo en la Jefatura de Gabinete de Economía o en la Secretaría de Política Económica dentro del Ministerio, está acusado de cometer crímenes de lesa humanidad en la última dictadura militar.

Rafael Guiñazú, ex capitán de fragata Rafael Guiñazú, subjefe de la Base Naval de Mar del Plata en 1977 y jefe de la agrupación de Buzos Tácticos de 1976 a 1978, se encuentra en arresto domiciliario, imputado de 430 hechos de violaciones y torturas física y psicológica.

Pero las acciones del padre no deberían condenar al hijo. Lo que sí podría complicarlo es su constante contacto con represores de la dictadura o con defensores de esa nefasta época de la historia argentina.

Guiñazú fue secretario de Gobierno de la municipalidad de Mar del Plata de Gustavo Pulti, pero se terminó yendo de ese cargo a fines del año pasado. Oficialmente dejó el cargo para ocupar un cargo en la Anses, donde lo esperaba Boudou, que había sido designado como titular de la administración de fondos jubilatorios luego de la estatización de las AFJP. Esa es la “versión oficial”, pero fuentes marplatenses, aseguraron a La Política Online que detrás de su salida estaban los constantes reclamos de organismos de Derechos Humanos.

Otra fuente de esa ciudad recordó a este medio que al principio de la gestión de Pulti no estaba como prioridad en su agenda, el tema de derechos humanos, pero un mes antes de que renunciara Guiñazú, el intendente había impulsado la política de ponerle una placa a los lugares donde hubo centros clandestinos de detención del Proceso. “Dijo que él no podía seguir en una gestión porque le representaba una contradicción moral que el jefe municipal pusiera en un lugar importante este tema cuando él tenía a su padre detenido”. Aseguran que se sintió incómodo.

Pero ese no fue el único momento en que se sintió incómodo. Le sucedía a menudo con las agrupaciones de Derechos Humanos. Tanto que según confían quienes siguieron su carrera en la municipalidad, se negó a atender en varias ocasiones a los representantes de la agrupación H.I.J.O.S.