Con el "diálogo", el gobierno logró meter una cuña en la oposición

Gerardo Morales y Carrió rechazaron la convocatoria por "masiva", ya que según su mirada, el gobierno busca diluir a las principales fuerzas opositoras en una discusión de 50 partidos. Pidieron trasladar el debate al Parlamento. Sin embargo, Hermes Binner, Pino Solanas y Martín Sabbatella, apoyaron el llamado. Estos dirigentes son los nuevos objetivos del kirchnerismo, para sumarlos en una remixada concertación.
La jugada de manual que ensayó el gobierno resultó según lo previsto. Nada mejor para evitar una discusión seria que sumar interlocutores a la charla. El ministro Florencio Randazzo llevó al extremo esta estrategia cuando anunció esta mañana que el meneado “diálogo político” convocado por la Presidenta, se iba a concretar convocando nada menos que a 50 partidos de todo el país, que se dividirían en charlas de 10 en 10, a partir del próximo miércoles.

Como era previsible, las principales fuerzas de la oposición que acaso en algún momento imaginaron que el kirchnerismo podía encarar un diálogo político serio al estilo europeo, rápidamente dejaron ver su frustración.

El titular de la UCR, Gerardo Morales, fue el primero en subrayar que no aceptará "invitaciones masivas" y luego se remarcar que el radicalismo es la "segunda fuerza política" del país", advirtió que no permitirán que los "metan en la misma bolsa" que al resto de los partidos y "sigan ninguneando al radicalismo".

"Estamos para dialogar en serio. El ámbito natural es el Congreso. Esta es una convocatoria para hablar de la agenda que sólo quiere el Gobierno" subrayó el senador radical y añadió: "Nosotros queremos hablar de la pobreza, de la economía, del reparto del dinero entre la Nación y las provincias, la tarifa social, del Indec y, dentro de estos temas, la reforma electoral".

Es que Randazzo había propuesto iniciar el “diálogo” este miércoles hablando de la “reforma política” que lanzó la Presidenta en Tucumán, básicamente la implementación de internas abiertas, simultáneas y obligatorias, al estilo de las que se realizan en Santa Fe.

Carrió se sumó a la posición de Morales, y através de sus voceros rechazó la convocatoria y dijo que "el lugar de debate, discusión y eventuales consensos de la política económica, social y productiva y de reformas de partidos políticos es el Parlamento", y agregó: "Es ahí a donde se debe dirigir si desea dialogar con las fuerzas parlamentarias".

La posición de Moarles y Carrió no es ingenua. En el Congreso el interbloque de la Coalición Cívica y la UCR será a partir del 10 de diciembre una fuerza poderosa, que contará con al menos 80 diputados y 24 senadores. De allí que quieran trasladar a ese escenario la discusión.

Una cuña en la oposición

Sin embargo, el gobierno parece haber logrado uno de sus objetivos con esta convocatoria, que consistía en asilar de la oposición a los sectores que identifica como más afines a su discurso, para comenzar un trabajo de “seducción” que los acerque al menos por temáticas.

En ese sentido, al primero en aceptar la convocatoria fue el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, que tal como anticipó La Política Online está en un creciente proceso de acercamiento al kirchnerismo, con quien coincide en el enfrentamiento con Carlos Reutemann.

Incluso, Binner comentó días atrás en una reunión con integrantes de su gabinete que “si el debate es entre Kirchner y De Narváez y Macri, me quedo con Kirchner”.

Hoy, Binner rescató la convocatoria del gobierno a la que calificó como "un síntoma de crecimiento de la democracia, más allá de las causas y los motivos".

"Hay una necesidad muy grande de diálogo en todo el país. Es un espacio importante para poder conversar e intercambiar ideas y buscar soluciones", señaló el gobernador de Santa Fe, quien destacó que "lo importante es que comencemos hablarnos entre nosotros”.

En tanto que, Pino Solanas también aceptó la convocatoria y dijo que "el diálogo es bienvenido". El cineasta consideró "excelente" acordar internas abiertas y simultáneas, pero no se quedó allí, sino que se permitió incluso cruzar a la oposición radical.

“Siempre las principales urgencias son las sociales y las económicas", reconoció Pino Solanas, pero les pidió a los opositores del radicalismo que no "busquen complicaciones al asunto".

"Yo no lo haría complicado, no es fundamental si el diálogo es en la Casa de Gobierno o en el Parlamento, es un tema menor", enfatizó. La posición de Pino Solanas no deja de ser sugestiva, ya que como informó La Política Online, el kirchnerismo está trabajando para lograr algún tipo de articulación política con el cineasta y con el diputado electo Martín Sabbatela.

No parece casual que Sabbatela, también haya salido a rescatar como "muy positiva" la convocatoria del gobierno, luego de prometer: "Vamos a estar presentes en la discusión", señaló Sabbatela.

Sabbatela, otro de los objetivos de Kirchner para sumar a su nuevo ensayo de una fuerza transversal, anunció hoy la conformación de la una mesa política de su espacio, que incluye a los dirigentes de la CTA Hugo Yasky y Víctor De Gennaro, entre otros sectores de centroizquierda que adhieren a algunas iniciativas del kirchnerismo.