Elecciones 2009

De Narváez critica a las eléctricas, pero sería socio de Manzano en una mendocina

Según fuentes del sector energético, el candidato de Unión-PRO es socio de Manzano y Vila en la empresa distribuidora en Mendoza, Edemsa. El discurso estatizador sorprendió y enfureció al empresariado, sobre todo, a Nicolás Caputo, amigo de Macri, que posee generadoras eléctricas en el interior del país.
Las llamativas declaraciones de Francisco de Narváez al final de la campaña donde expresa su pensamiento pro-estatización de YPF, Edenor, Edesur y Metrogas, no sólo dejó en evidencia las internas en la alianza del peronismo disidente con el macrismo y provocó la furia de los empresarios, sino que mostró sin maquillaje las propias contradicciones del candidato a diputado de Unión-PRO.

De Narváez, que dijo que debía estar en manos del Estado los servicios de distribución de energía, es dueño de una empresa que hace exactamente eso. Según fuentes del sector, el candidato de Unión-PRO es socio de José Luis Manzano y Daniel Vila en la distribuidora de energía eléctrica de Mendoza, Edemsa. Extraño.

Cuando ayer salió publicada la nota en Clarín, donde avalaba la estatización de las AFJP y pedía por la nacionalización de algunas empresas, no sólo sorprendió a más de un empresario, sino que los puso furiosos. Conciente de lo que generaban sus dichos, mandó a calmar los ánimos a través de economistas amigos, que visitaron a los directores de las distintas compañías para comunicarles que no tomen en cuenta lo que dijo en Clarín. “Es sólo una cuestión de campaña”, habría transmitido.

La indiferencia de Mindlin y el enojo de Caputo


Son varios los empresarios furiosos y sorprendidos con De Narváez. Algunos asocian el crítico comunicado de prensa que envió la Asociación de Transportistas de Energía Eléctrica (ATEERA) con Marcelo Mindlin, titular de Grupo Pampa, dueño de Edenor, Transener y varias generadoras eléctricas. El empresario tiene peso en la Cámara que dejó claro su malestar ayer “la Asociación manifiesta su profundo rechazo a una eventual estatización de las empresas concesionarias", expresó en el comunicado. Según el diario Clarín, las diferencias de De Narváez y Mindlin se originan en negocios que habrían tenido en el pasado. Sin embargo, fuentes allegadas al dueño de Edenor aseguraron a La Política Online que Mindlin sólo habría visto al candidato sólo dos veces en su vida. “Y siempre en reuniones sociales, pero jamás por negocios”.

Quien sí estaba furioso es Nicolás Caputo, uno de los mejores amigos de Mauricio Macri, el socio político de De Narváez.

Es que entre los negocios de Caputo, se encuentran unas generadoras de energía eléctrica ubicadas en el interior del país.

Lo que más indignó a los empresarios del sector energético es la liviandad –aunque algunos creen que hay un negocio detrás- con que trató el tema de la privatización-estatización. No sólo porque primero avaló los dichos de Macri y luego se desdijo, sino porque entre los argumentos que esgrimió para apoyar la nacionalización de servicios se refirió a la necesidad de tarifas sociales, para lo que, según el candidato de Unión-PRO no habría que reestatizar la generación y el transporte, pero sí la distribución final. Según fuentes del sector, “el mayor costo y los mayores subsidios en energía se dan en la generación y el transporte, no en la distribución”.

Esta mismas fuentes aseguran a La Política Online que De Narváez tuvo suerte de que este tema fanganoso salió a la luz al final de la campaña, sino el empresariado que hartos de Kirchner, se acercó al peronismo disidente, ya hubiera buscado un nuevo representante entre los políticos.