Golpeada por la intervención del Gobierno en el mercado, La Serenísima está en venta

La mayor empresa láctea del país cerró por tercer año consecutivo con pérdidas en 2008. El grupo francés, Danone, que ya controla los yogures y postres de la marca, sería el principal interesado.
Mastellone Hnos. comenzó a negociar la venta de su emblemática industria láctea La Serenísima.

En 2008, la empresa cerró por tercer año consecutivo con pérdidas, y el agravamiento de su situación financiera disparó todo tipo de rumores sobre un inminente traspaso y hasta un salvataje desde el Gobierno. Pero en los últimos días recrudecieron las versiones sobre la venta, informó el diario La Nación.

La política de precios controlados tuvo un fuerte impacto en la viabilidad de la empresa, que en 2008 facturó 2300 millones de pesos, según destaca en su página de Internet.

En este contexto, varias fuentes afirmaron que hay "una negociación abierta desde hace un tiempo y está encaminada". La negociación es con la francesa Danone, firma con la cual en 1996 Mastellone selló un joint venture para la producción, comercialización y distribución de yogures y postres de La Serenísima. Siguiendo un esquema que repite en algunos países, Danone empezó a adquirirle la materia prima a Mastellone.

Fue tan fuerte el vínculo entre ambas empresas en los últimos años que en diciembre pasado Danone le prestó a La Serenísima US$ 8,4 millones para que pudiera concretar un pago de intereses de deuda.

Por esa acción y otras similares que habría realizado la firma francesa, no pocos analistas del sector lácteo comenzaron a considerar posible que Danone terminara por controlar la firma de Mastellone.

En las últimas horas, las versiones sobre esa operación fueron creciendo y hasta se agregó otra: que junto a un traspaso a la francesa también tomaría participación un grupo nacional, cuyo nombre no trascendió.

El año pasado, cuando trascendió que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, habría sugerido la venta de la empresa, inmediatamente aparecieron rumores de que los interesados podrían ser el grupo Eskenazi -que ya intentó quedarse con Sancor hace tres años, en el mismo momento en que lo buscó el grupo Adecoagro- e IRSA, a través de su firma agropecuaria, Cresud. Pero, según el matutino, ambas empresas desmintieron, no obstante, los rumores.

Una versión reveló que la posible presencia de un grupo nacional en La Serenísima habría sido solicitada ahora por el propio Gobierno, que no querría que la emblemática industria láctea nacional quedara completamente en manos extranjeras.

No por nada, apenas ocurre un problema con el mercado lácteo, La Serenísima es una de las primeras en ser convocadas por Moreno.

La empresa maneja más del 70% del negocio de la leche fluida que se comercializa en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires. La Serenísima destina diariamente más de 2 millones de litros a la producción de leche fluida, producto sensible al humor oficial por cualquier variación de precios.

En total la empresa procesa a diario 4,8 millones de litros para convertirlos en distintos productos.

Precisamente, esta alta exposición de la empresa al negocio de la leche fluida, que muchos empresarios consideran de bajo margen frente a los controles oficiales, no sería muy atractiva para Danone. Por eso también se evaluaría la incorporación de un socio nacional.
Rumores

La versión de la venta habría comenzado a correr entre algunos productores importantes e industriales lácteos, de boca de algunos integrantes de la propia empresa, que habrían intentado adelantarles la situación de la negociación.

Respecto de Pascual Mastellone, no pocas versiones indicaron que le habría confiado a su círculo íntimo en la empresa que su deseo era continuar al frente un tiempo más. En rigor, y siempre según las versiones, tras un eventual traspaso de la empresa Mastellone quedaría al frente de la firma como gestor de la compra de leche, por tratarse de una figura conocida para los tamberos.

Con todo, una de las incógnitas de la operación serían los tiempos de la negociación. En este punto, las versiones van desde que ya está cerrada hasta que demandaría aún unos cuantos meses más. "La negociación estaría encaminada, pero aún es incompleta; hay cosas por resolver, como la actitud que tomaría el Gobierno frente al ingreso de una empresa extranjera", dijo una fuente cercana a las negociaciones.