Elecciones 2009

Kirchner en campaña con el jefe de la SIDE por temor a escraches

Desde que en Quilmes fuera escrachado por trabajadores lleva a sus giras a Héctor Icazuriaga, un pingüino íntimo asesor del ex presidente. Hoy lo llevó a Avellaneda, a donde insólitamente se tiró, literalmente, de cabeza al público. No pudo evitar, en cambio, una protesta de médicos del hospital Fiorito para funcionarios de Scioli.
La idea de ver a Barack Obama recorriendo una ciudad o asistiendo a un acto ladeado por el jefe de la CIA fue una comparación a la que este redactor no pudo escapar. Mucho menos imaginar al moreno presidente de los Estados Unidos tirándose de cabeza a la masa del público, debajo de un escenario. Hoy, en campaña, Néstor Kirchner hizo un poco de las dos cosas.

El ex presidente fue a Avellaneda de gira proselitista. Como ya se había visto en Merlo, llegó acompañado por Héctor Icazuriaga, titular de la SIDE e íntimo asesor de Kirchner desde su época de gobernador en Santa Cruz, donde, por ejemplo, le completó el mandato.

Icazuriaga se acercó mucho más al patagónico en los últimos días. Junto con el vocero de Kirchner, Alfredo Scoccimarro, son fijas en la combi que utilizan para recorrer el conurbano en campaña.

No faltó tampoco quién relacionara la salida de Icazuriaga a Avellaneda a sabiendas de que justamente hoy Francisco De Narváez visitaría esa localidad del sur del conurbano. La misteriosa aparición de un mail privado, producto lógicamente de espionaje, que el candidato de Unión PRO había enviado al periodista Carlos Pagni y la presencia del director de la SIDE en la campaña fueron dos datos que, en formato de "mensaje", no pocos unieron en su imaginación.

Claro que el trabajo de Icazuriaga va un poco más allá. Un operativo de la SIDE recorrer los suelos que luego va a pisar Kirchner con algunos días y horas de anticipación. Buscan hacer un reconocimiento del campo para evitar que algún grupo local “complique” el paseo del ex mandatario.

Esto ocurre desde que, en Quilmes –como contó en primicia La Política Online-, Kirchner fue víctima de un sorpresivo escrache que le impidió recorrer el Hospital de Solano y en el que casi sufre un cachetazo que intentó propinarle el padre de una alumna, en cuya escuela todavía esperaban obras prometidas.

Por esto, reforzaron el tema de la seguridad en las salidas al conurbano. Ahora, aunque siempre fue de acercarse al público, Kirchner hasta se dio el gusto de tirarse literalmente “de cabeza” a la masa que formaron los vecinos de Avellaneda. Es que previo a la llegada del presidente, la SIDE reconoce grupos conflictivos de la zona, intenta desactivarlos y, si nota que no puede, directamente le recomienda al comando de campaña que busquen otro distrito para visitar.

Campaña K

Luego de pasar por el centro de Avellaneda, el candidato peronista encabezó una movilización de alrededor de dos mil personas, organizada por el PJ de esa ciudad y otras agrupaciones de centroizquierda aliadas al oficialismo, que se desplazó por barrios del sur de ese distrito.

Kirchner llegó a Avellaneda poco después de las 14 y tomó parte en un acto en que se inauguraron una escuela para chicos irregulares motores, un paso bajo nivel, una plaza y un instituto de odontología, en compañía del intendente peronista Baldomero Álvarez de Olivera, del director de Escuelas bonaerense, Mario Oporto; el jefe de Gabinete provincial, Alberto Pérez; y como se adelantó, el director de la Side, Héctor Icazuriaga.

Antes de llegar a la escuela especial, Kirchner celebró la posibilidad de que Hilda Molina pueda viajar desde Cuba a la Argentina, al afirmar: "Estoy muy contento como ciudadano argentino".

Allí la previsión del ex presidente no pudo evitar que un grupo de médicos residentes del hospital Fiorito levantaron pancartas en la que pedían "aumento de sueldos", "basta de explotación" y el pago de horas extras, reclamos destinados especialmente a los funcionarios de Daniel Scioli que se encontraban en el acto.

Luego caminó para inaugurar un paso bajo nivel, a dos cuadras de la cancha de Racing, ocasión en que se lo consultó si podría haber devaluación del peso como piden sectores empresarios: "No, estamos locos si hacemos eso", respondió el ex presidente.

Luego, entre apretujones de custodios, vecinos y periodistas, advirtió: "Hay que tener memoria y ver desde dónde partimos", al aludir al estado del país cuando asumió en la Presidencia, el 25 de mayo de 2003.

En medio de la euforia, con la camisa, la corbata y el saco desacomodados, desde un bar, se le alcanzó un pingüino marrón hasta el pico con vino tinto. Kirchner aprovechó el convite, brindó, se abrazó con los parroquianos y continuó la marcha por ese barrio, en el que conviven viviendas construidas recientemente con galpones de fábricas que alguna vez seguramente estaban llenas por el calor de trabajadores.