La nueva Legislatura pierde sus “pesos pesados” y complica a Macri

Como consecuencia del cierre de listas los dos ex jefes de gobierno, Ibarra y Olivera, abandonarán sus bancas. Tampoco renovarán Santilli, Olmos y Rabinovich, legisladores clave para alcanzar mayorías. Cómo quedará el cuerpo parlamentario, los nuevos protagonistas y una mirada sobre los bloques que se vendrán desde l0 de diciembre. En el macrismo ya temen no alcanzar los 31 y que se traben las leyes.
Luego del 10 de diciembre la Legislatura porteña claramente no será la misma. Es que muchos de los operadores más importantes con los que cuenta hoy no renovarán sus bancas y abandonarán el edificio de Perú 160.

Esto supone varias cuestiones. En primer lugar que arribar a acuerdos parlamentarios, para el macrismo en especial, será más costoso. Más aún si se tiene en cuenta un dato fundamental: la gran cantidad de leyes que Mauricio Macri logró sacar se debieron al consenso parlamentario entre su fuerza, los kirchneristas y los telermanistas. Sólo en algunas ocasiones se le agregó también un sector de la Coalición Cívica que lidera Enrique Olivera.

Esto no se repetirá en la Legislatura que viene ya que los sectores “acuerdistas” perderán muchas bancas. Por el contrario, de los que entran hay pocos hombres de experiencia en el armado de mayoría parlamentarias y esto generará una población de muchos jóvenes inexpertos o de viejos dirigentes con perfiles individualistas.

Los legisladores

Esta situación de hecho tiene un correlato en las figuras que abandonarán el recinto de sesiones. Entre otros, por el macrismo no estará el vicepresidente de la Legislatura porteña, Diego Santilli. Tampoco el peronista Juan Manuel Olmos (Suterh) ni el telermanista radical Alejandro Rabinovich.

Este trío fue fundamental en estos años ya que, junto al titular de la bancada kirchnerista, Diego Kravetz, y el “colorado” Raúl Fernández, eran quienes echaban las cartas para dilucidar cómo se sancionarían las iniciativas parlamentarias.

Desde la Coalición Cívica quien ingresaba en esta suerte de “mesa chica” era Olivera, titular del bloque, o en su defecto, su mano derecha, Sergio Abrevaya. Claro que la próxima Legislatura sólo contará con éste último ya que el ex jefe de gobierno partirá hacia el Congreso.

Por su lado, el ibarrismo perderá a su líder, quien seguramente también accederá a una banca en la Cámara Baja. Tampoco, como en alguno momento se pensó, la ciudad contará con Jorge Telerman en una banca porteña.

Los nuevos líderes parlamentarios

Así las cosas, la nueva Legislatura porteña ofrecerá seguramente un nivel de debate infinitamente menor.

Crecerán los legisladores con más años y experiencia. Desde el macrismo, los peronistas Cristian Ritondo, Álvaro Gónzalez y Helio Rebot (cuarto en la lista), a los que se les sumará, en menor medida, el michettista Martín Borrelli (jefe de campaña y con buenas chances de quedarse con la “casa”), quien no goza de la simpatía de algunos sectores.

Por la oposición, surgirán con más fuerza Eduardo Epszteyn (presidente del bloque de Aníbal Ibarra), Raúl Fernández, Diego Kravetz (aunque con un bloque de menor peso) y, entre los novatos, el “lilito” Fernando Sánchez y el docente kirchnerista Francisco “Tito” Nenna. Claro que éstos dos no participarán del armado de mayorías sino que tendrán un rol opositor muy marcado.

Por supuesto que estos actores no garantizarán la conformación de esa “mesa chica” aceitada que le permitió a Macri durante su año y medio de gestión sacar las leyes más importantes de su gestión como la policía porteña, el endeudamiento para obras (que fue trabado por el gobierno nacional), la Ley de Subtes o la desregulación de la ObSBA.

Por el contrario, está difuminado quiénes serán los nuevos protagonistas tanto del oficialismo como de la oposición. Por ello, Macri confío hoy: "Pienso que vamos a andar bien. Vamos a renovar las bancas que tenemos y seguramente algunas más para ganar más gobernabilidad".

Las palabras del jefe de gobierno están directamente relacionadas con el principal temor que tienen los macristas luego de observar el cierre de listas y la futura Legislatura: que sea muy difícil llegar a los 31 y que las leyes del Ejecutivo se traben.