Aluar quiere que el Estado ingrese en el sector

Amplía su capital y pide que la Anses invierta los U$S 25 millones que les corresponde. Luego de la estatización de las AFJP, la administración presidida por Amado Boudou, heredó el 10% de la compañía. Más que una participación formal en el directorio, queremos que el Estado se involucre", afirmó el titular de la empresa.
A diferencia del resto de las empresas argentinas que se niegan a que el Estado designe un representante en sus directorios, Aluar quiere más intervención del Gobierno en el sector metalúrgico.

Segun informó el diario La Nación, la fabricante de aluminio inició ayer el trámite ante la Comisión Nacional de Valores (CNV) para ampliar su capital en US$ 250 millones. Así lo decidió su directorio, controlado completamente por la familia Madanes Quintanilla, que tiene el 70% de Aluar.

Pero esta operación no afecta sólo al ámbito privado, sino también al Estado. Tras la muerte de las AFJP, la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) heredó alrededor del 10% de Aluar.

Y los Madanes Quintanilla, así como pondrán US$ 175 millones en su empresa, pretenden que también la Anses desembolse su parte en la capitalización, es decir, 25 millones. El restante 20% de la compañía cotiza en Bolsa y está atomizado entre accionistas medianos (con hasta el 1,5%) y pequeños. Ellos deberían arrimar 50 millones.

A diferencia de otros hombres de negocios que recelan de la ambición de la Anses de sentar directores en sus empresas antes participadas por las AFJP, el presidente de Aluar, Javier Madanes Quintanilla, declaró que ansía que el Estado se involucre más. "Más que una participación formal en el directorio, nosotros queremos que el Estado se involucre en el sector, que mire cómo podemos enfrentar esta crisis mundial que afecta sobre todo a la industria metalúrgica. A mí me parecería un gesto buenísimo de la Anses si suscribiera la capitalización. Veremos qué hace", dijo según el matutino.

El diario llamó a la Anses para conocer su opinión, pero no recibió respuesta. Madanes Quintanilla comentó que el proceso de capitalización puede durar hasta 75 días.

No sería la primera vez que Aluar recibiera ayuda del Estado. La percibió desde sus inicios, en los 70, durante el régimen militar de Alejandro Lanusse y hasta en el gobierno de Néstor Kirchner. En los últimos cinco años, invirtió más de US$ 1100 millones en la planta de Puerto Madryn.

Ahora la empresa de los Madanes Quintanilla busca capitalizarse para reordenar su deuda, que se agrandó por las recientes inversiones. El pasivo se elevó de US$ 438 millones (0,24 veces su patrimonio neto) en 2005 a 3338 millones (1,08 veces el patrimonio neto) el año pasado.

"Ante esta nueva situación mundial que complica el tema bancario, la mejor forma de enfrentarla es achicar deuda vinculada con las obras -reconoció Madanes Quintanilla-. La capitalización nos dará oxígeno en estos tiempos complejos."

El presidente de Aluar aseguró que la demanda mundial ha caído por la crisis entre el 25 y el 30%, al tiempo que el consumo local se derrumbó el 35% por las bajas de la construcción, de la industria automotriz y, en menor medida, de la alimentaria. La tonelada de aluminio se abarató de US$ 3400 en junio pasado a 1300.

Sin embargo, Madanes Quintanilla destaca que la planta de Puerto Madryn mantiene el mismo nivel de producción que el año pasado porque compensó la merma del mercado interno con exportaciones que se abrieron camino entre los cierres y ajustes en competidores de Estados Unidos, sobre todo. Así fue como sostuvo sin cambios su personal, que asciende a 3000 empleados, si se cuentan también los contratados.

Aluar ralentizará su plan de inversiones, que requiere US$ 350 millones más, pero mantendrá su dotación de 600 obreros en las obras. Para financiarlas, emitirá este año 50 millones en obligaciones negociables.