Confirman manipulación de informes para demonizar la soja

La Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes comprobó que en el Conicet no existe registro de un estudio sobre los perjuicios a la salud que causaría el agroquímico glifosato. Como informó LPO, se trata de una maniobra de un funcionario de Garré que buscaba vincular el estudio oficial al prestigioso centro científico. En exclusiva, el documento.
La Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe) comprobó ante escribano público en el Conicet que un estudio sobre los perjuicios a la salud que causaría el agroquímico glifosato no está registrado en el organismo.

Así lo informó Guillermo Cal, director ejecutivo de la Cámara que agrupa a varias empresas del sector de insumos agropecuarios. El escándalo se desató cuando el estudio fue la base de un recurso judicial para prohibir el uso del glifosato, pero nunca se registró en el Conicet.

La información confirma la embestida oficial para demonizar a la soja que fue primicia de La Política Online. El estudio en realidad es obra de un funcionario del ministerio de Defensa de Nilda Garré, Andrés Carrasco. Él es investigador del Conicet, pero nunca el prestigioso centro científico avaló el informe.

La Asociación de Abogados Ambientalistas (AAdeAA) presentó la semana pasada un recurso de amparo ante la Corte Suprema de Justicia que se prohíba el uso del glifosato en base a ese estudio y además involucró al Poder Ejecutivo y a las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe (productoras agrícolas) en la medida inhibitoria.

Casafe labró en el organismo científico un acta con el escribano en el que consta que el centro de investigación no tiene conocimiento de la existencia de ese estudio. También se obtuvo un resultado negativo en el Laboratorio de Embriología Molecular del Instituto de Biología Celular y Neurociencias de la Facultad de Medicina de la UBA.

La Política Online accedió en exclusiva al acta -ver archivo adjunto-.

"Nosotros hablamos con el doctor Carrasco y nos dijo que estaba por realizar un estudio o efectuándolo, pero esa intención está muy lejos de un informe terminado con estadísticas y evaluaciones comprobables", afirmó Cal.

Por este motivo, Casafe prepara una presentación ante la Corte Suprema, mientras que según pudo saber NA, cada empresa comercializadora defenderá su marca ante la Corte donde han comenzado a ver el expediente que inició una institución.

El glifosato es un herbicida desarrollado para eliminación de hierbas y arbustos que es absorbido por las hojas y no por las raíces de la planta. Su uso es tan difundido en Argentina como las variedades de soja con modificación transgénica resistentes al
glifosato que actúa como herbicida pero deja indemne al cultivo.

Cal explicó que "es necesario aclarar a la opinión pública sobre la seguridad de los agroquímicos que actualmente se utilizan en nuestro país, porque se pueden provocar confusiones". "Los agroquímicos tienen una clasificación admitida por la
Organización Mundial de la Salud (OMS) que determinan el mayor o menor grado de toxicidad, el glifosato se encuentra en la banda verde de menor toxicidad", sostuvo.

Según la resolución 350/99 del SENASA, el principio activo glifosato en su uso normal está dentro del grupo de activos de improbable riesgo agudo.

El glifosato está clasificado en la Categoría de Menor Riesgo Toxicológico (Clase IV), es decir, productos que normalmente no ofrecen peligro, según el criterio adoptado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la FAO.

Sin embargo, en el recurso judicial, los abogados también piden que se prohíba la utilización del insecticida endosulfam que suele mezclarse con el glifosato para potenciar el uso de ambos. El endosulfam tiene otro grado de toxicidad y puede afectar la vida de peces en ojos de agua.

Cal reconoció que los "agroquímicos" siempre tienen el problema del "mal uso" por eso hay normas que deben respetarse como evitar la "deriva" si se aplica con vientos de más de 15 kilómetros por hora ya que podría afectar otros cultivos no resistentes.

“El glifosato no se fumiga, sino que es por aspersión ya que la nube de gotas debe penetrar en las hojas", aclaró el directivo. "En la Argentina no existen al momento, o en el mundo, estudios científicos serios que cuestionen o invaliden ninguno de los múltiples estudios realizados", resumió.