El Gobierno amenaza a Techint con nacionalizar Siderar

"Si el sector privado no invierte, lo hará el Estado nacional", sostuvo De Vido en San Nicolás, donde se ubica la empresa siderúrgica del grupo liderado por Paolo Rocca. Y citó a Aerolíneas, Aguas Argentinas y el Correo como espejos donde buscar indicios sobre lo que podría ser el plan oficial.
En medio de la pelea del Gobierno con Techint y luego de acordar el ingreso del economista Aldo Ferrer -como representante del Estado- al directorio del grupo inversor liderado por Paolo Rocca, el oficialismo ahora amenaza con nacionalizar Siderar, empresa siderúrgica del holding.

Julio De Vido llevó ayer la pulseada en su estadío más crítico. Según eld iario Ambito Financiero, advitió: "Si el privado no invierte, lo hará el Estado nacional. Como ya hicimos con el Correo Argentino, como lo hicimos con Aguas Argentinas, como ahora lo estamos haciendo con Aerolíneas Argentinas recuperándolas para el patrimonio nacional". Y no lo dijo en cualquier lugar: el ministro eligió San Nicolás, donde se enclava Siderar, para advertir que el holding siderúrgico podría seguir el camino de nacionalización de Aerolíneas Argentinas y el Correo, entre otras empresas

Fue, casi, una emulación del mecanismo que aplicó Hugo Chávez con la firma Ternium-Sidor, la siderúrgica del grupo de Paolo Rocca en Venezuela, que el Gobierno chavista estatizó en abril de 2008. Esas cosas del azar: ocurrió exactamente un año atrás.

Aunque pública, la advertencia pasó inadvertida. De Vido se descargó en un escenario escasamente visible, el lunes pasado al mediodía, en el Teatro Municipal de San Nicolás, durante un acto de entrega de viviendas. Lo hizo ante no más de 200 personas.

"Es una industria estratégica que no se mantiene despidiendo personal», apuntó De Vido y reforzó su posición con un reproche: “Se mantiene invirtiendo en los buenos momentos y en los malos momentos”.

Machacó, insistente, con esa postura. “Todos tenemos que trabajar y tenemos que apuntalar todos los días para que la industria continúe y permanezca aun en los bajones que puede dar el mercado”.

Fue una referencia directa a la crisis que se desató en diciembre pasado, cuando Techint anunció la interrupción de las tareas de reparaciones de los altos hornos, decisión que, según los gremios, implicaba el despido de entre 1.200 y 2.500 trabajadores.

De Vido no estuvo solo. Además de José López, su secretario de Obras Públicas, a su lado lucía, sonriente anfitrión, José María Díaz Bancalari. El diputado agitó, en medio del conflicto de enero último, el fantasma de la nacionalización. Habló de un proyecto para estatizar Siderar.

Ayer, De Vido lo puso en otros términos, quizá más dramáticos: “No hay Argentina si no hay industria siderúrgica”.

Retórica

A su modo, De Vido evocó la retórica del "uno, dos, tres, muchos Vietnam", respecto del proceso de reestatización de empresas: citó a Aerolíneas Argentinas, Aguas Argentinas y el Correo como espejos donde buscar indicios sobre lo que podría ser el plan oficial para Siderar.

Detrás de la parrafada del ministro subyace lo que en Techint anotan -quizá con exceso de triunfalismo- como una derrota del Gobierno: la intención de colocar a un directivo por el Estado, en representación del 26% de acciones que la ANSES tiene, vía ex AFJP, de Siderar.

En la estocada inicial, De Vido -en sincronía con Díaz Bancalari y el caudillo de la UOM, Naldo Brunelli- planeó que el desembarco en el directorio de Siderar se concrete a través de Luis Herrera, jefe de la CGT local y administrador del Puerto de San Nicolás.

Techint levantó un murallón de reservas y al final aceptó a Aldo Ferrer. El holding festejó el bloqueo como una victoria. ¿Motivos?: no sumar otro director con base política en San Nicolás a los dos de los gremios por el Programa de Propiedad Participada (PPP).