Aldo Neri
“Es lamentable que Kirchner niegue la vinculación de dengue y pobreza"
El especialista en Salud Pública, Aldo Neri, explicó que con superpoderes pueden derivar partidas a las provincias afectadas por el dengue. El diálogo con LPO sostuvo que el avance de la enfermedad se debe a "la despreocupación por los problemas del ambiente y al crecimiento de la pobreza".
El Senado no tratará nuevamente el proyecto para establecer la “emergencia sanitaria” por el avance del dengue que ya provocó 10 muertes y más de 13.000 infectados, según datos extraoficiales.
La semana pasada la oposición habían acordado darle media sanción, pero un extraño llamado hizo dar marcha atrás al kirchnerismo y se postergó para esta semana el debate de este tema. La sesión tendrá que esperar.
Mientras la enfermedad sigue avanzando por el territorio argentino y los gobiernos de Catamarca, Santa Fe, Córdoba, Chaco, la provincia y Ciudad de Buenos Aires, reconocen que ya tienen casos autóctonos, Miguel Angel Pichetto, jefe del bloque kirchnerista en la Cámara Alta, justificó la decisión del Frente para la Victoria: "De ninguna manera vamos a sembrar la sensación de una catástrofe”.
El médico, especialista en Salud Pública y ex ministro de Salud de Raúl Alfonsín, Aldo Neri refutó: “La angustia de la sociedad se produce por la expansión de la enfermedad, no por la declaración de emergencia”.
En diálogo con La Política Online criticó al oficialismo. “Este fue un error más del binomio presidencial y otra prueba de la incompetencia del manejo de gobierno, como lo ha demostrado en otros campos como fue el conflicto agropecuario. Es un problema los Kirchner que les preocupa demasiado los titulares de los diarios”, sostuvo. Sin embargo, aclaró que aunque hubiera ayudado la sanción de la ley que establece la emergencia sanitaria “no afecta para nada a las medidas que se tengan que tomar el Ministerio de Salud”.
¿Cuál es la diferencia entre que se declare o no la “emergencia sanitaria”?
En la emergencia hay mucha más facilidad para destinar recursos y otras partidas para la prevención del dengue y para apoyar más a las provincias afectadas. Desde ese punto de vista hubiera facilitado la gestión. Pero que no haya “emergencia sanitaria” por ley no es un drama que impida a los gobiernos hacer lo que corresponde.
¿A qué gobiernos se refiere?
Digo los gobiernos porque se mira mucho al nacional, pero no a los otros. El Ministerio de Salud de la Nación tiene una órbita limitada para actuar y los gobiernos provinciales y los municipales son muy importantes ante una epidemia de las características del dengue. Obviamente, estas tres jurisdicciones tienen que estar bien articuladas y el papel de la Nación es apoyar financieramente, con asistencia técnica y laboratorios, lo que se hace a nivel local. Por eso creo que es un error político, pero no es dramático.
Pero la “emergencia sanitaria” justamente amplía el presupuesto para partidas de este tipo, ¿por qué dice que no cambia sustancialmente nada?
Porque lamentablemente y por malas razones, el Ejecutivo tiene muchos margen de maniobra para disponer de ese dinero. Con los superpoderes le permiten al jefe de Gabinete a manejar con mucha libertad la caja. Y eso es lo que establecería la ley, pero el Poder Ejecutivo ya puede hacer esto. No necesita de una ley. Por eso, lo que sí muestra una vez más la incompetencia del Ejecutivo para gobernar. Pero, además, dio cuenta de esta tendencia que tiene Kirchner a salir a defenderse como si todo el mundo lo estuviera culpando de todo. El ex presidente hizo unas declaraciones lamentables.
¿Cuáles?
Salió a desmentir la vinculación entre el dengue y la pobreza.
Ya hay diez muertes provocadas por el dengue y miles de infectados (según cifras oficiales más de 7.000 y extraoficialmente aseguran que superan los 13.000), ¿cómo se podría haber evitado esta epidemia que ya califican como la peor en 100 años?
Hay que destacar que la Argentina tendría dengue aunque hubiese hecho los deberes desde hace 50 años.
¿Por qué?
Porque tenemos regiones que ecológicamente son favorables a la propagación de enfermedades de este tipo, como el norte en general. Pero, además, tenemos zonas limítrofes con países, como Paraguay y Brasil, donde el dengue es endémico y la población va y viene todo el tiempo cruzando las fronteras. Es imposible de eliminarlo.
Claro, el punto es que se extendió a provincias que hace más de diez años no tenían un caso y los gobiernos de la Ciudad y provincia de Buenos Aires, reconocieron cinco casos autóctonos…
Es ahí donde se equivoca Kirchner. El es casi tan mal epidemiólogo como político. Es cierto que podemos tener dengue por cuestiones climáticas y es cierto que es una enfermedad que puede atacar a personas de cualquier sector social, pero para tener una epidemia d la importancia que tenemos se tienen que agregar otras condiciones.
Este gobierno tiene su cuota de responsabilidad, pero es el descuido de muchas décadas. La propagación de enfermedades infecto contagiosas es consecuencia de que el Estado argentino ha tenido otras prioridades durante mucho tiempo. No es sólo de este Gobierno.
¿Cuáles son esas condiciones que provocaron la extensión del dengue por el territorio argentino?
La despreocupación por los problemas del ambiente, el crecimiento de la pobreza y la marginalidad en el país y todo lo que hace al abandono de estas zonas. Al descuido de las zonas peridomicialiarias a la vivienda inadecuada, al desconocimiento y la insuficiente información que tiene la gente de las medidas muy básicas y elementales que deben tomar para prevenir esta enfermedad.
Afortunadamente esta forma epidemiológica del dengue no tiene un alto grado de mortalidad. Los casos fatales son pocos en proporción a los enfermos. Hay otras cepas de la enfermedad que son muy mortales.
¿Qué se debería hacer de ahora en adelante?
Debería haber un esfuerzo colaborativo para tratar de controlar la epidemia que se desató. Eso fue lo que se buscaba en el Congreso, tanto el oficialismo como la oposición, en el Senado y, seguramente, en Diputados también lo habría hecho, tuvieron un espíritu de cuerpo donde lo importante es hacer las cosas bien.
¿Qué medidas se deberían tomar?
Es muy importante la participación de la gente porque es definitivo le manejo que hagan en su domicilio y alrededores para que no se propaguen los mosquitos, como evitar que haya espacios donde se acumule agua limpia, un mosquitero es un recurso muy importante y barato para disminuir el contagio de dengue a través de las picaduras. En el tiempo, va a comenzar a bajar porque viene el invierno. Pero es una epidemia que sirve para que comencemos a pensar en términos de prioridades. Hay que atender la marginalidad en Argentina. El país tiene más del doble de pobreza en relación al período previo a 1983. Tanto en números absolutos como en los relativos que se establecen en relación a la población. La informalidad ha superado el 40%. Y esto se expresa en la difusión de estas enfermedades atribuibles al subdesarrollo.
¿Reaccionó tarde el Gobierno ante los primeros casos de dengue?
No lo sé. Creo que el Ministerio de Salud ahora está haciendo bien las cosas.
Graciela Ocaña es politóloga y no especialista en Salud Pública ¿considera que está bien que esté a cargo de la cartera de Salud?
No me animo a criticarla porque no sigo de cerca su gestión. El inconveniente que pueda tener Ocaña no es que sea politóloga, sino que se tiene que asesorar bien y establecer las prioridades. No hace falta ni un médico ni un sanitarista para estar al frente de este ministerio. Sí me parece que lo mejor sería que fuera especialista en Salud Pública y para ello no necesita ser médica. Puede ser socióloga, veterinaria o politóloga. Si hay un problema en la gestión de Ocaña, no es su profesión.
La semana pasada la oposición habían acordado darle media sanción, pero un extraño llamado hizo dar marcha atrás al kirchnerismo y se postergó para esta semana el debate de este tema. La sesión tendrá que esperar.
Mientras la enfermedad sigue avanzando por el territorio argentino y los gobiernos de Catamarca, Santa Fe, Córdoba, Chaco, la provincia y Ciudad de Buenos Aires, reconocen que ya tienen casos autóctonos, Miguel Angel Pichetto, jefe del bloque kirchnerista en la Cámara Alta, justificó la decisión del Frente para la Victoria: "De ninguna manera vamos a sembrar la sensación de una catástrofe”.
El médico, especialista en Salud Pública y ex ministro de Salud de Raúl Alfonsín, Aldo Neri refutó: “La angustia de la sociedad se produce por la expansión de la enfermedad, no por la declaración de emergencia”.
En diálogo con La Política Online criticó al oficialismo. “Este fue un error más del binomio presidencial y otra prueba de la incompetencia del manejo de gobierno, como lo ha demostrado en otros campos como fue el conflicto agropecuario. Es un problema los Kirchner que les preocupa demasiado los titulares de los diarios”, sostuvo. Sin embargo, aclaró que aunque hubiera ayudado la sanción de la ley que establece la emergencia sanitaria “no afecta para nada a las medidas que se tengan que tomar el Ministerio de Salud”.
¿Cuál es la diferencia entre que se declare o no la “emergencia sanitaria”?
En la emergencia hay mucha más facilidad para destinar recursos y otras partidas para la prevención del dengue y para apoyar más a las provincias afectadas. Desde ese punto de vista hubiera facilitado la gestión. Pero que no haya “emergencia sanitaria” por ley no es un drama que impida a los gobiernos hacer lo que corresponde.
¿A qué gobiernos se refiere?
Digo los gobiernos porque se mira mucho al nacional, pero no a los otros. El Ministerio de Salud de la Nación tiene una órbita limitada para actuar y los gobiernos provinciales y los municipales son muy importantes ante una epidemia de las características del dengue. Obviamente, estas tres jurisdicciones tienen que estar bien articuladas y el papel de la Nación es apoyar financieramente, con asistencia técnica y laboratorios, lo que se hace a nivel local. Por eso creo que es un error político, pero no es dramático.
Pero la “emergencia sanitaria” justamente amplía el presupuesto para partidas de este tipo, ¿por qué dice que no cambia sustancialmente nada?
Porque lamentablemente y por malas razones, el Ejecutivo tiene muchos margen de maniobra para disponer de ese dinero. Con los superpoderes le permiten al jefe de Gabinete a manejar con mucha libertad la caja. Y eso es lo que establecería la ley, pero el Poder Ejecutivo ya puede hacer esto. No necesita de una ley. Por eso, lo que sí muestra una vez más la incompetencia del Ejecutivo para gobernar. Pero, además, dio cuenta de esta tendencia que tiene Kirchner a salir a defenderse como si todo el mundo lo estuviera culpando de todo. El ex presidente hizo unas declaraciones lamentables.
¿Cuáles?
Salió a desmentir la vinculación entre el dengue y la pobreza.
Ya hay diez muertes provocadas por el dengue y miles de infectados (según cifras oficiales más de 7.000 y extraoficialmente aseguran que superan los 13.000), ¿cómo se podría haber evitado esta epidemia que ya califican como la peor en 100 años?
Hay que destacar que la Argentina tendría dengue aunque hubiese hecho los deberes desde hace 50 años.
¿Por qué?
Porque tenemos regiones que ecológicamente son favorables a la propagación de enfermedades de este tipo, como el norte en general. Pero, además, tenemos zonas limítrofes con países, como Paraguay y Brasil, donde el dengue es endémico y la población va y viene todo el tiempo cruzando las fronteras. Es imposible de eliminarlo.
Claro, el punto es que se extendió a provincias que hace más de diez años no tenían un caso y los gobiernos de la Ciudad y provincia de Buenos Aires, reconocieron cinco casos autóctonos…
Es ahí donde se equivoca Kirchner. El es casi tan mal epidemiólogo como político. Es cierto que podemos tener dengue por cuestiones climáticas y es cierto que es una enfermedad que puede atacar a personas de cualquier sector social, pero para tener una epidemia d la importancia que tenemos se tienen que agregar otras condiciones.
Este gobierno tiene su cuota de responsabilidad, pero es el descuido de muchas décadas. La propagación de enfermedades infecto contagiosas es consecuencia de que el Estado argentino ha tenido otras prioridades durante mucho tiempo. No es sólo de este Gobierno.
¿Cuáles son esas condiciones que provocaron la extensión del dengue por el territorio argentino?
La despreocupación por los problemas del ambiente, el crecimiento de la pobreza y la marginalidad en el país y todo lo que hace al abandono de estas zonas. Al descuido de las zonas peridomicialiarias a la vivienda inadecuada, al desconocimiento y la insuficiente información que tiene la gente de las medidas muy básicas y elementales que deben tomar para prevenir esta enfermedad.
Afortunadamente esta forma epidemiológica del dengue no tiene un alto grado de mortalidad. Los casos fatales son pocos en proporción a los enfermos. Hay otras cepas de la enfermedad que son muy mortales.
¿Qué se debería hacer de ahora en adelante?
Debería haber un esfuerzo colaborativo para tratar de controlar la epidemia que se desató. Eso fue lo que se buscaba en el Congreso, tanto el oficialismo como la oposición, en el Senado y, seguramente, en Diputados también lo habría hecho, tuvieron un espíritu de cuerpo donde lo importante es hacer las cosas bien.
¿Qué medidas se deberían tomar?
Es muy importante la participación de la gente porque es definitivo le manejo que hagan en su domicilio y alrededores para que no se propaguen los mosquitos, como evitar que haya espacios donde se acumule agua limpia, un mosquitero es un recurso muy importante y barato para disminuir el contagio de dengue a través de las picaduras. En el tiempo, va a comenzar a bajar porque viene el invierno. Pero es una epidemia que sirve para que comencemos a pensar en términos de prioridades. Hay que atender la marginalidad en Argentina. El país tiene más del doble de pobreza en relación al período previo a 1983. Tanto en números absolutos como en los relativos que se establecen en relación a la población. La informalidad ha superado el 40%. Y esto se expresa en la difusión de estas enfermedades atribuibles al subdesarrollo.
¿Reaccionó tarde el Gobierno ante los primeros casos de dengue?
No lo sé. Creo que el Ministerio de Salud ahora está haciendo bien las cosas.
Graciela Ocaña es politóloga y no especialista en Salud Pública ¿considera que está bien que esté a cargo de la cartera de Salud?
No me animo a criticarla porque no sigo de cerca su gestión. El inconveniente que pueda tener Ocaña no es que sea politóloga, sino que se tiene que asesorar bien y establecer las prioridades. No hace falta ni un médico ni un sanitarista para estar al frente de este ministerio. Sí me parece que lo mejor sería que fuera especialista en Salud Pública y para ello no necesita ser médica. Puede ser socióloga, veterinaria o politóloga. Si hay un problema en la gestión de Ocaña, no es su profesión.