Ari Paluch, la estrella de Macri para motivar a su gabinete

Como siempre, Mauricio Macri llegó a la reunión con su gabinete con un invitado sorpresa. Pero esta vez superó todas las expectativas. A la cumbre de esta mañana en el teatro 25 de Mayo, de Villa Urquiza, llegó acompañado del periodista Ari Paluch, amigo y guía espiritual del jefe de Gobierno, quien bajó línea a los azorados funcionarios.

Los que estuvieron en el recuperado teatro –obra que desarrolló Nicolás Caputo, pero es justo reconocer quedó impecable- no podían creer lo que veían. Los ministros se miraban entre sí sin comprender como un hombre de radio –y un poco de televisión- se presentaba en una reunión del gobierno de la Ciudad para enseñarles filosofía de trabajo.

Paluch, uno de los nuevos “coach espirituales” de Macri, bajó línea de su nueva filosofía “zen” y pronunció frases como “ustedes tienen que hacer las cosas bien, porque si salen bien se quedan contentos, y si salen mal no se aflijan porque eso significa que no era el momento de hacerlas”.

Paluch, reconocido hincha de Boca, se hizo muy amigo de Macri en su época como presidente de esa institución. Al parecer, le regaló un ejemplar dedicado y firmado de su libro El Combustible Espiritual –promocionado como “un camino de sabiduría aplicada a la vida cotidiana”- a Macri, quien lo reconoció públicamente como uno de sus libros de cabecera.

“Siempre se invita a alguien para el último trabajo de la reunión de gabinete y en este caso se habló de la inspiración a la hora trabajar” comentó a La Política Online un asistente al cónclave de hoy.

Anteriormente habían aparecido en esta especie de lista de “guías” o “gurúes” espirituales que Macri ofrece a sus ministros el filósofo Alejandro Rozitchner, ex panelista de Mariano Grondona y autor de la dudosa categoría política del “macrismo-leninismo” o el sobreviviente a la tragedia de Los Andes, Fernando Parrado, quien dio una conferencia para Macri y 300 de sus asistentes.

Al parecer, para algunos funcionarios –o para el mismo Macri- gobernar la ciudad es como un aterrizaje forzoso en la Cordillera de los Andes, pero con guía. En este caso, Ari Paluch.