El Gobierno quiere ocultar que el acuerdo con China se destinará al comercio

Por pedido de la Argentina, las autoridades asiáticas enviaron un comunicado en el que no figuran las palabras "promoción" o "impulso del comercio bilateral". El kirchnerismo busca anunciarlo como un pacto estrictamente financiero y demostrar que otros bancos centrales le abren un crédito contingente.
El cruce de comunicados entre China y Argentina deja en claro que el acuerdo alcanzado por el swap cambiario tiene distintos objetivos para cada gobierno. El kirchnerismo busca ocultar que se trate de un pacto de comercio bilateral y el país asiático presiona para que ese sea el fin

Según el diario Clarín, hoy el Banco Popular de China (PBC) y el Banco Central de la Argentina están anunciando un acuerdo bilateral de intercambio de monedas (swap arrangement). Este acuerdo es de hasta 70.000 millones de yuanes/38.000 millones de pesos. El período efectivo del acuerdo será de 3 años y podrá ser ampliado por acuerdo de las partes". Así, en forma escueta, informó el PBC ayer el pacto con su par argentino.

Una semana antes, el mismo banco había comunicado un acuerdo similar con el Banco de Indonesia, pero con una diferencia. En ese acuerdo explícitamente se dice que es "para promover el comercio bilateral y la inversión directa para el desarrollo económico de los dos países, y para proveer de liquidez de corto plazo para la estabilización de los mercados financieros".Este párrafo no figura en el comunicado del acuerdo argentino. Y esa habría sido una exigencia de la Argentina, que no quería que las palabras "promoción" o "impulso del comercio bilateral" figuraran en el texto. El BCRA insiste que el swap sería estrictamente financiero.

No obstante, el martes 31, mientras trascendía en la reunión del BID en Medellín el swap chino-argentino, el Banco del país asiático publicó un documento, referido a explicar el alcance de los acuerdos bilaterales de monedas que está realizando y que engloba 6 países. Sostiene que, en general, esos convenios se usan para hacer frente a problemas de liquidez de corto plazo y crisis cambiarias. Pero destaca las innovaciones de estos acuerdos por su extensión al comercio internacional.

"El intercambio de monedas permite al Banco Central inyectar el swap de una moneda extranjera en su sistema financiero doméstico, el que puede ser solicitado como préstamo por las entidades comerciales locales para pagar importaciones del otro país. Y los exportadores del otro país pueden recibir sus ventas en la moneda doméstica, lo que restringe el riesgo cambiario y reduce el costo de las transferencias", dice la entidad. Así las cosas, por ahora el swap chino-argentino es una operación contable, donde cada parte busca objetivos distintos.

Mientras que la Argentina quiere mostrar que otros bancos centrales le abren un crédito contingente -a usar en caso de necesidad financiera-, el interés chino es que el comercio bilateral no retroceda por la falta de crédito o de divisas de la Argentina para afrontar el pago de importaciones.