Redrado tuvo que negar una devaluación

Luego de que el dólar comenzó su aumento sostenido y alcanzó los $3,73 la semana pasada, y de que ya se hablara una devaluación del peso, el titular del Banco Central dijo que mantendrá la política de una "flotación administrada".
El titular del Bnaco Central, Martín Redrado tuvo que salir a desmentir una devaluación del peso. El dólar no deja de subir y en su camino ascendente la semana pasada alcanzó a cotizarse $3,73. Con los fuertes rumores de una posoble devaluación después de las elecciones legislativas del 28 de junio, los inversores financieros lo acorralaron a preguntas en un seminario a puertas cerradas del banco JP Morgan desarrollado en el Club Campestre (de golf). El funcionario intentó despejar dudas sobre los rumores de una fuerte devaluación.

"Ratificamos la política de flotación administrada, de amortiguar los procesos de apreciación y depreciación. Es la más adecuada para este momento. Más allá del calendario electoral, va a tener continuidad antes y después", dijo Redrado, según eld iario La Nación.

En la misma ciudad, donde comenzó ayer la asamblea de gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), fuentes del Ministerio de Economía reconocían que el Fondo Monetario Internacional (FMI) está mostrando un principio de cambio, aunque esperarán más reformas antes de volver al organismo para que haga la revisión anual de la economía (el llamado artículo IV), paso necesario en caso de que el país requiera un préstamo en estos tiempos de crisis.

"La nueva Línea de Crédito Flexible del FMI es superadora de la que había creado en noviembre. Es de más largo plazo y sin condicionamientos [a posteriori del desembolso]. Hay que ver los detalles, donde el diablo mete la cola [condicionamientos a priori], pero es un paso en el buen sentido", destacaron en el equipo que dirige Carlos Fernández, que vino aquí acompañado por el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino.

En Economía afirman que la Argentina cumple con el requisito previo de la nueva línea, de tener "historial de políticas sostenibles", pero pocos en el mundo financiero privado coinciden con esa visión y consideran que el país podría optar por otra línea con exigencias de reformas.

En cuanto al valor del peso, Redrado dijo que dependerá de la evolución en el mundo del dólar, el euro, el real, las materias primas y los índices locales de precios y salarios. Frente a los reclamos industriales de mayor devaluación, el jefe del Central dijo que "no hay ninguna señal de atraso cambiario ni necesidad de alterar la política, además teniendo en cuenta la sensibilidad de los argentinos con el tipo de cambio".

Fuentes del Banco Central dijeron que el nivel de depósitos no había variado este mes y que la demanda de dólares había tenido un pico la primera semana de marzo, pero en los últimos días se había reducido en un tercio respecto de ese nivel. Agregaron que en marzo no suele haber oferta de dólares porque no es tiempo de cosecha agrícola, pero esa situación se revierte en el segundo trimestre del año, e incluso eso ocurrió en 2008, pese a los paros del campo.
Niegan renuncias

En la autoridad monetaria negaron las versiones de renuncia de Redrado, que ayer también se reunió con el presidente del Banco Central de China, Zhou Xioachuan, y el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, para hablar de la cumbre del G-20 que se celebrará el jueves en Londres. "Hay mucha gente que cree que la devaluación es la salida para la Argentina y hace correr rumores, pero la política de Redrado genera estabilidad política", se jactaron.

Fernández también conversó del G-20 con su par mexicano, Agustín Carstens, y la ministra de Comercio francesa, Anne Marie Itrac. Precisamente, la Argentina está entusiasmada con esa cumbre sobre la crisis mundial porque considera que "hay un proceso en el que todo se discute sobre el Fondo", desde el aumento de sus recursos y el poder de voto de los países emergentes hasta los instrumentos de financiación y sus condicionamientos, dicen en el Palacio de Hacienda. Pero aclaran que "no hay una decisión" acerca de pedirle al FMI que haga el artículo IV, examen que no se realiza desde 2006.

"¿A qué Fondo vamos a pedir el artículo IV? ¿Con este Fondo? Si el FMI va a salir reformado [de la cumbre del G-20], como parece, ahí vemos", razonan en el equipo de Fernández, que viajará con la presidenta Cristina Kirchner a Londres. Redrado no irá.

En cambio, la Argentina sí quiere lo antes posible dinero del BID. Para eso, le está reclamando al organismo que de los US$ 1500 millones que le pide este año una parte se canalice a través de un programa de desembolso rápido, que sirve para financiar gasto social (no sólo planes asistenciales, sino también salud y educación) y que no es de ejecución tan burocrática como los créditos para infraestructura.