La verdad sobre el ahogo financiero a Santa Fe

Cristina Kirchner, en Rosario, advirtió que en 2008 la provincia de Binner recibió una cifra récord de 4.600 millones de pesos por coparticipación. Sin embargo, LPO accedió a datos oficiales en ítems coparticipables, planes sociales y obra pública, que dejan de manifiesto la discriminación a un distrito no alineado.
La distribución equitativa y fuera de todo orden político o discrecional de los fondos de la Nación es un histórico reclamo al gobierno de los Kirchner. Cuando se piensa en eso, la primera palabra que surge es Coparticipación, un régimen dispuesto para repartir la recaudación entre las provincias y que debe ser “federal” para que el crecimiento sea ecuánime y justo. Tristemente, este es otro de los caminos que el kirchnerismo encontró para beneficiar amigos y condenar a los no alineados.

Fueron varios los que se cruzaron miradas ayer en Rosario cuando la presidenta Cristina Kirchner, en la propia cara del gobernador Hermes Binner, destacó que la provincia de Santa Fe el año pasado "logró el record de 4.600 millones de pesos de transferencia automática" y recordó que la coparticipación de Santa Fe en "2002 apenas superaba los 800 millones y nunca podía perforar el techo de los mil millones". Justamente esa provincia es una de las más perjudicadas por el guante selectivo de la Casa Rosada.

La Política Online accedió en exclusiva a datos oficiales de la provincia que controla el socialismo, donde se revela la diferenciación con otros distritos en manos de gobierno “amigos” del kirchnerismo.

Para esto hay que tener en cuenta dos datos sustanciales. El primero, es que el propio Binner se erigió como el mandatario que más apoyo dio al campo y que hasta ofició de vocero en una reunión con Cristina. El segundo, es que el kirchnerismo está destrozado en Santa Fe, donde los peronistas –como Reutemann, Obeid y otros diputados y senadores- huyen del sello K para poder pelear políticamente en octubre. Eso, en el lenguaje kirchnerista, se traduce en penalización financiera.

El “vuelto”

En los últimos 5 años, existió un aumento en lo que la Nación aportó a las provincias y a la ciudad autónoma. Esta es una verdad irrefutable. El problema reside en que ese aumento es mucho menor al crecimiento de la recaudación. Mientras el primero fue de un 23%, el segundo fue de un 29%. De esta manera la Nación se quedó con un jugoso 6% que ni siquiera fue aportado a un fondo anticíclico, como indica la ley de responsabilidad fiscal, sino que engrosó la caja del gobierno para sus designios discrecionales.

En el caso específico de Santa Fe las cifras profundizan esa injusticia. Comparando 2007 con 2008, en los períodos de enero a octubre de ambos hubo un crecimiento de 1.109.682.670 pesos en el presupuesto que recibió de la Nación, equivalente a un 28,06%. Sin embargo, ese incremento no es nada comparado con el aumento de la recaudación de la Nación en esos períodos que alcanzó el 38,53%. Así vemos como Santa Fe solo recibió una parte –un 10% menos- del incremento de la recaudación nacional.

Una análisis pormenorizado de los gastos de los últimos años corrobora que Santa Fe ha sido perjudicada con el reparto de fondos, tanto en la devolución de impuestos coparticipables, como en los ATN, en lo que refiere a la asistencia financiera a las provincias y municipios, las transferencias en cumplimiento de programas y obras aprobadas en el presupuesto de la Nación y en otras transferencias.

Los datos

Si se toma la ley de Coparticipación Federal como el acuerdo macro para conocer el porcentaje de distribución en las provincias, el golpe a Santa Fe queda en evidencia. Por ejemplo, en el Programa de Asistencia Financiera, en el período 2008, la provincia de Binner recibió 194.671.000 pesos, contra los 319.000.000 que le tocó a La Rioja. Según la ley de Coparticipación, a Santa Fe le corresponde casi tres veces más que a La Rioja: 9,28% contra 2,15%.

En el programa de Aportes del Tesoro de la Nación (ATN), en el mismo año Santa Fe recibió 6.895.000. Esa cifra la ubica por debajo de Salta, 8.000.000; San Juan, 8.900.000; Río Negro, 8.220.000; Neuquén; 11.435.000; Mendoza, 7.910.000; Chaco, 9.885.000; Córdoba, 10.015.000; y Chubut, 10.190.000. Todas estas provincias, en los porcentajes que establece la Ley de Coparticipación están por debajo de Santa Fe. Buenos Aires, la provincia de Daniel Scioli, recibió por este item 36.895.000.

Igual situación se da con el Programa de Pensiones no Contributivas. Mientras Santa Fe recibió en 2008 201.694.000 pesos, se vio superada por Chaco -268.167.000-, Santiago del Estero -233.564.000-, Tucumán -280.915.000- o Misiones -261,792.000-, todas provincias de fidelidad kirchneristas.

Planes y obras

El esquema se repite en el ámbito de los aportes sociales. Por planes Jefas y Jefes de familia –del Ministerio de Trabajo-, Santa Fe obtuvo de la Nación 169.706.000, contra los 705.553.000 que, por ejemplo, le correspondió a Buenos Aires.

Del Programa de Acciones de Promoción y Protección Social, del Ministerio de Desarrollo Social, a Santa Fe le correspondió 1.510.000, mientras que Córdoba consiguió 2.574.000 y a Chaco 2.883.000; del de Promoción de Empleo Social y Desarrollo Local se ejecutó en 2008 para Santa Fe 5.536.000, mientras que Jujuy, una provincia notablemente más pequeña, 5.105.000, Misiones 10.525.000 o Córdoba, 9.679.000; o el de Atención a la Madre y el Niño –del Ministerio de Salud-: Santa Fe 4.427.000, Corrientes 10.576.000, Chaco 12.619.000, Formosa 5.042.000, Mendoza 6.811.000, Salta 8.807.000, Santiago del Estero 10.242.000 y Tucumán 16.294.000.

La obra pública, en manos del poderoso ministro Julio De Vido, repite la fórmula. Lo ejecutado para obras de viviendas, cloacas, agua corriente, escuelas, rutas y otros factores fue de 258.485.000 pesos. Este monto es 169.931.000 pesos menor a lo aprobado en la ley de presupuesto 2008, que autorizaba al Ministerio de Planificación 428.416.000 de pesos para Santa fe en obras, subsidios y otras transferencias.

Más curioso aún es observar el detalle de las obras públicas para la provincia previstas en el presupuesto. En muchos casos la obra no queda finalizada en el período fiscal, se vuelve a incluir su financiación para el ejercicio siguiente, pero al desconocerse el grado de avance es realmente difícil llevar control y altamente dudoso que no se está pagando varias veces por el mismo proyecto.