Política y Petróleo

La trama oculta de los negocios de Julio De Vido con las petroleras rusas

La Política Online informó meses atrás sobre los oscuros negocios de Julio de Vido con los rusos de Lukoil, alentados por Cristina Kirchner durante su gira por la patria de Vladimir Putin, así como la sugestiva aparición como intermediario de la desconocida Pobater de Jorge Sambucetti. Perfil entrega nuevas revelaciones de un oscuro entramado de negocios, petróleo y política.
La empresa misteriosa se llama Pobater. Y Jorge Sambucetti, su representante y partícipe de la firma de la carta de intención con Lukoil en el marco de la visita de Estado de Cristina Kirchner en diciembre, asegura no saber quién es el dueño de la empresa, ni dónde tiene sede (ver aparte). Sambucetti es el dueño de Rutilex Hidrocarburos Argentinos S.A., más conocida como RHASA. Si el empresario firmó en nombre de Pobater y no en el de su compañía fue porque la nebulosa existencia de la primera es incluso más potable que la fama de Rutilex.

Pero también podría obedecer a que las titularidad real de la compañía debiera ser mantenida fuera del escrutinio público, sostiene la nota de Perfil.

Alguna vez próspera, RHASA es en la actualidad una ruina. Con sus empresas relacionadas acumularían 76 pedidos de embargo iniciados por la AFIP y la DGI por casi $ 105 millones. Tendría 20 pedidos de quiebra iniciados por ex empleados y proveedores que no lograrían cobrar sus facturas. Tiene deudas catalogadas como “irrecuperables” por $ 5,4 millones con tres bancos distintos, según el Banco Central. Y la bonaerense ARBA registra en su página web deudas al Impuesto Inmobiliario por valor de $ 54.342 y al Impuesto a los Ingresos Brutos por $ 43.849.

La red de casi 150 estaciones de servicio embanderadas con sus colores hoy son dos, y tienen los colores de la venezolana PDVSA y Enarsa, fruto del frustrado intento de Néstor Kirchner y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, por crear una energética binacional. Por último, fue protagonista de una resonante investigación por evasión impositiva en 1999.

Más allá de ello, RHASA cuenta con una planta de 90 hectáreas en Campana que será el punto de amarre de los barcos que traigan el combustible de Lukoil. Pero por su estado financiero y fiscal, no era la empresa indicada para mostrar en un acuerdo internacional, ni siquiera en Moscú. Acudió la misteriosa Pobater.

El acuerdo

La operación implica fortunas. La carta de intención firmada en Moscú fue el primer paso para un contrato a cinco años. a través del cual Lukoil se invertirá US$ 500 millones en el país. Enarsa, la estatal argentina, comprará combustibles líquidos a la petrolera rusa durante cinco años para la usina térmica General Belgrano de Campana, una operación cuyo monto ascenderá a millones de dólares.

Pobater, finalmente, utilizará US$ 15 millones de la inversión rusa para remodelar la planta de almacenaje, puerto y destilería de Campana, próxima a la usina eléctrica. Ese puerto sobre el Paraná de las Palmas se utilizará para recibir gasoil y fueloil, almacenarlo y se analiza construir un pequeño oleoducto. ¿Y RHASA? No participa del acuerdo.

Empresa invisible

Según el Boletín Oficial de la Provincia de Buenos Aires, Pobater fue creada el 12 de abril de 2007, en La Matanza. Sólo cinco meses después, su directorio fue reemplazado por completo, y en noviembre de ese mismo año, quedó establecida su conducción actual. El director es Cesar Catani, un ex empleado de PEGO S.A., la empresa de Sambucetti que administraba las estaciones de servicio embanderadas por RHASA. Catani también participó de emprendimientos petroleros con su jefe en Neuquén, financiados con fondos públicos, que no tuvieron un resultado feliz.

El director suplente de Pobater es Alejandro Sass, quien registra deudas bancarias “irrecuperables” por $ 600 y habría aportado su domicilio fiscal como domicilio de la sociedad: Estanislao López 410, 1°: una modesta casita chorizo en la que no atienden el teléfono.

Perfil no logró dar con Catani ni Sass, pero sí con Jorge Sambucetti, heredero del creador de RHASA. Aseguró no conocer el estado de los embargos a RHASA y sus empresas relacionadas, pero sí se defendió de acusaciones de evasión fiscal. “No es cierto que yo me haya fugado, como se dice, yo tuve dos causas, pero ya prescribieron. Como así también prescriben, con esas causas, muchas de las deudas que me menciona”.

—Hubo dos causas judiciales en su contra por evasión fiscal. ¿Usted se fugó hasta obtener la excarcelación?

—Eso no es cierto. Además, las dos causas prescribieron y con ellas la mayor parte de mis deudas a la AFIP.

—También hay registros de deudas de Rutilex por $ 5 millones con tres bancos. Están categorizadas como incobrables.


—Esas deudas están relacionadas con las causas fiscales, y se están tratando de solucionar.

Dependientes del combustible externo

La Usina Eléctrica General Belgrano fue inaugurada en marzo de 2008, con un acto del que participaron Cristina Kirchner y Julio De Vido. Como la mayor parte de las usinas térmicas, está diseñada para utilizar gas natural como combustible, pero ese combustible escasea cada vez más. La importación de combustibles alternativos será moneda común en el futuro.

En ocasión de la reunión con la empresa rusa, el ministro De Vido admitió la necesidad de cubrir ese faltante con importación. “Vamos a tener un provisión directa de gasoil para la temporada invernal dado que la usina esta es dual, puede funcionar a gas o fueloil”, celebró en Moscú De Vido luego de acordar con Lukoil la importación de combustibles líquidos desde Rusia que dio origen a la misteriosa Pobater.

Según la consultora Montamat y Asociados, en 2002 las fuentes fósiles (petróleo y gas) representaban el 87% de la oferta de energía primaria en el país, y en el 2007 representaron el 89%. En el 2002 la electricidad producida por plantas térmicas representó el 45% y en el 2008 el 60 por ciento.