Exclusivo: el proyecto que abre el juego bonaerense a Cristóbal López

LPO accedió al proyecto que impulsa Scioli. Según el texto, el gobierno se queda con la decisión discrecional de la entrega de concesiones, ofrece garantías para no ampliar el negocio, confiere facultades extraordinarias a Lotería de la Provincia, elimina los límites para instalar tragamonedas y desregula la exigencia de empleados por casino.
La entrada del empresario del juego e íntimo amigo de Néstor Kirchner, Cristóbal López, a los negocios de los casinos, los bingos y el juego online en la provincia de Buenos Aires se transformó en agenda de Estado. Mientras la Iglesia lanzó su ofensiva final para detener este plan y en la oposición brotan denuncias que van desde la asociación ilícita a intentos de sobornos, La Política Online accedió en exclusiva al documento que hace las veces de puente entre el zar de los casinos porteños y el atractivo territorio bonaerense.

La oposición viene apuntando a Néstor Kirchner como quien presiona al gobernador Daniel Scioli para que abra la ventana de la provincia al empresario patagónico que además de los casinos posee fuertes inversiones petroleras. La Política Online, accedió en exclusiva al proyecto que el gobierno bonaerense aún no envió a la Legislatura, trabado por la oposición y por las presiones de la Iglesia, encabezadas por el obispo de San Isidro, monseñor Jorge Casaretto.

El texto, ya en su artículo 1º, marca la tendencia: “Autorízase en el ámbito de la provincia de Buenos Aires la apertura y puesta en funcionamiento de ocho (8) salas de juego denominadas Lotería Familiar, Lotería Familiar Gigante o Bingo adicionales” a las ya habilitadas.

A su vez, en el punto dos –el proyecto en total consta de 28 artículos- determina que todas las decisiones en cuanto a la instalación de las nuevas salas de juego que tientan a Cristóbal López quedarán bajo el único mando del Instituto de Lotería y Casinos de la provincia de Buenos Aires.

Según el texto, este organismo “determinará los distritos o partidos donde se habilitarán las salas de juego y la cantidad de salas de juego que podrán habilitarse en cada partido”. Es decir que por decreto y sin pasar por la aprobación de los distintos concejos deliberantes el gobierno de Scioli podrá ubicar las salas que el proyecto promociona.

Según pudo saber este medio, el plan era instalar dos de estas salas en Vicente López y San Isidro, pero el rechazo de Casaretto y la concesión con Boldt que explicitó La Política Online ayer complicarían esta opción.

Presiones, Garantías y Tragamonedas

La competencia en la provincia por la torta del juego ya amenaza con ser feroz. Por eso la aparición en escena de la empresa Casino Club del empresario kirchnerista abre una porción más de la que hasta ahora se repartían CODERE y Boldt. Esta situación, casualmente, está prevista en el proyecto sciolista.

Según el documento al que accedió este medio, “se establece que el Poder Ejecutivo, cuenta con el término de 18 meses para otorgar las autorizaciones (…) Vencido dicho término, no podrán autorizarse nuevas Salas de Bingo, aunque no se hubiera alcanzado el número de ocho (8), como así tampoco se admitirá el traslado a otros partidos”. Este punto, llevado al llano, es un compromiso escrito con las empresas del juego bonaerense de que una vez acordado las condiciones de repartición del territorio el negocio no se va a ampliar.

En cambio, de la simple lectura de los artículos 6º y 7º del proyecto, se advierte una clara presión sobre las Salas de Bingo existentes a la fecha.

El primero faculta a Lotería de la provincia a unificar el vencimiento de todas las autorizaciones de salas de juego hasta el año 2025. El otro establece que las salas podrán solicitar la renovación o ampliación “dentro de los seis meses de entrada en vigencia de esta ley”. Por eso, quienes no hayan efectuado esa solicitud en ese plazo, sus licencias “caducarán definitivamente”.

El artículo 9º aparece como el mayor guiño a Cristóbal López, quien tiene su negocio más rentable en las tragamonedas del Hipódromo de Palermo. “La autoridad de aplicación determinará la cantidad de máquinas electrónicas de juegos de azar que podrá tener cada sala”. Según explica, la ampliación no podrá superar el 50 por ciento de las existentes al día de hoy.

Terreno llano

El artículo 10º del proyecto aparece a priori como el menos interesante. “Derógase los artículos 6,7 y 14 de la ley 13.063”, afirma. Lo importante aquí, es que luego de investigar La Política Online descubrió los límites que esos artículos imponían. Estas derogaciones, son la verdadera ventana a Cristóbal López.

El 6º de la ley 13.063 es que limitaba la cantidad de máquinas electrónicas, el negocio del patagónico. “las Salas de Bingo sólo podrán contar con un número de máquinas electrónicas de juego de azar equivalente al cincuenta (50) por ciento de los puestos de juegos de bingo tradicional habilitados por cada Sala”, dice el texto que de aprobarse la ley de Scioli dejará de regir.

El siguiente establece que “las Salas de Bingo deberán preservar como condición ineludible para el mantenimiento de la autorización para funcionar, una nómina de agentes no inferior a un (1) puesto laboral por máquina autorizada”. Es decir, la nueva ley desarticula la relación entre cantidad de máquinas tragamonedas y cantidad de puestos de trabajo.

Por último, el artículo 14º dispone que no podrá autorizarse la instalación de nuevas Salas de Bingo en ninguno de los distritos o partidos de la Provincia que tengan salas habilitadas y en funcionamiento. Justamente, lo que el proyecto impulsa.