Santa María: “No hay diferencia entre Vilma Ibarra y Borocotó”

El titular del Suterh y hombre fuerte del PJ porteño respondió a las fuertes críticas de la diputada nacional hacia el kirchnerismo. "Ella consiguió su actual banca formando parte de la lista de Frente para la Victoria y ahora se pasó a la oposición", afirmó a LPO.
El hombre fuerte del PJ porteño, Víctor Santa María, fue uno de los blancos de la diputada nacional y mujer de Alberto Fernández, Vilma Ibarra, que salió hoy a criticar al Gobierno. Justo un día después de que echaran a Romina Picolotti –funcionaria albertista- de la secretaría de Medio Ambiente. Lo calificó como “un personaje menor en la política de la Ciudad de Buenos Aires”.

Y las declaraciones de la mujer de quien supo ser el jefe de Gabinete del gobierno nacional parece marcara una ruptura sin retorno con el kirchnerismo. Así lo recibieron del otro lado y así lo deja asentado uno de los mayores referentes del oficialismo en la Capital, Víctor Santa María, en cada una de sus respuestas.

“Vilma Ibarra se maneja con actitudes de estilo mafioso”, explicó indignado Víctor Santamaría a La Política Online y aclaró: “En el sentido de que siempre está detrás de una persona poderosa para cumplir con sus ambiciones”. Y pasó en limpio la lista: “Chacho Alvarez, (Fernando) de la Rúa cuando el gobierno de la Alianza estaba en el poder y hasta (Domingo) Cavallo cuando se sumó a esa gestión”.

Indignado quien fue compañero de Alberto Fernández hizo la comparación más odiosa para la diputada nacional: “No hay diferencias éticas entre Vilma Ibarra y (Lorenzo) Borocotó-dijo- Ella consiguió su actual banca formando parte de la lista de Frente para la Victoria y ahora se pasó a la oposición”.

Borocotó había ingresado a la Legislatura porteña como diputado bajo la lista del PRO y a los 17 días dio el salto al kirchnerismo veinticuatro horas antes de que se debatiera el juicio político al entonces jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, el hermano de Vilma. A ella ese salto le costó darlo 5 años. Desde que asumió Kirchner en 2003, la diputada nacional –ahora renegada- apoyó al Gobierno en cada una de sus decisiones. Por acción u omisión.

“Viendo su trayectoria política, no resulta extraño que haya apoyado al Gobierno y ahora lo critique”, afirmó poco sorprendido Santa María. “Y seguro no tendría problema en apoyar a Felipe Solá si esto es funcional a sus ambiciones”, sentenció.

Y recordando el menosprecio de la diputadad que lo calificó como “dirigente de segunda”, Santa María remarcó: “Desde nuestra posición política n compartimos esa forma de pensar. Para nosotros o hay gente de primera y de segunda. Hay buenas y malas personas”.

“Ella siempre dice que yo estoy procesado, pero esto es una absoluta mentira. Su carrera política siempre consistió en tratar de encumbrar a su hermano en puestos claves de poder para cumplir sus ambiciones”, alegó y marcando el nombre y apellido recalcó: “Vilma Ibarra suele amenazar con la Justicia porque es el sector donde se sabe ella tiene relaciones”.

El titular de Suther se refiere a que su hermano fue fiscal y sus relaciones son tan cercanas que hasta en una primera instancia el kirchnerismo la contemplaba como una posible secretaria de Justicia. Finalmente, la propia Cristina Kirchner, la vetó.

“Sin embargo –continúa sin pelos en la lengua- no tuvo escrúpulos cuando colocó a allegados suyos el área de control de la Ciudad”.

Vilma Ibarra es íntima amiga de Fabiana Fiszbin, la subsecretaria de Control Comunal durante la gestión de su hermano que estaba a cargo de la inspección de locales cuando el boliche Cromañón se prendió fuego y murieron 194 chicos.

“Después de lo de Cromañón a ella no se le derramó ni una sola lágrima. No tuvo ni la mínima sensibilidad de pedir perdón y escuchar a los familiares de las víctimas”, recriminó.