Demócratas

Después de medio siglo, Bob Menéndez rompe con el poder demócrata y amaga con competir como independiente

Acosado por el Departamento de Justicia y enfrentado a Biden, el senador cubano-americano insinúa que peleará solo por retener su banca. El 74% de los votantes de Nueva Jersey lo rechaza.

Acosado en el frente judicial y enfrentado a Joe Biden, Bob Menéndez podría buscar la reelección como "demócrata independiente". El senador cubano-americano difundió un video el jueves en el que sugirió que podría postularse fuera de su partido si su "exoneración" se produce antes de la fecha límite de presentación de solicitudes de junio.

"No me presentaré para las primarias demócratas este junio. Tengo la esperanza de que mi exoneración se lleve a cabo este verano y me permita presentar mi candidatura como demócrata independiente en las elecciones generales", dijo. Era una forma de admitir que su carrera como demócrata, el partido al que perteneció durante casi medio siglo, acababa de llegar a su fin.

Poderoso, influyente, inteligente, soberbio, intocable, todos los adjetivos que durante tres décadas estuvieron adosados a la figura de Robert "Bob" Menéndez se derrumbaron de repente. La denuncia por tráfico de influencias contra el senador cubano-americano golpeó como nunca al demócrata de Nueva Jersey y generó un impacto fenomenal.

El senador de Nueva Jersey que está acusado en distintas causas por tráfico de influencias y sobornos tiene hasta el 25 de marzo para presentarse a las primarias del partido, pero no compitió en las convenciones demócratas críticas del condado.

Aunque los expertos remarcan que los demócratas han ganado todas las elecciones al Senado de Nueva Jersey desde 1978, las encuestas más recientes muestran que las acusaciones contra Menéndez derrumbaron el apoyo de los votantes del estado. Su índice de aprobación cayó al 16% en una encuesta de la Universidad de Monmouth publicada este mes.

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El escenario lleva a que la Casa Blanca habilite a los rivales de Menéndez y el poderoso senador cubano-americano se encuentre casi sin escapatoria dentro de las filas de su histórico partido. En ese marco, el representante Andy Kim, que compite con la primera dama Tammy Murphy por la nominación demócrata, dijo en un comunicado que "ganaría en noviembre incluso si tuviera que vencer a Menéndez y a un republicano simultáneamente".

Canciller de facto, con un peso inigualable en temas claves de la política exterior y alto predicamento en los círculos latinos del exilio cubano y venezolano, Menéndez enfrenta su segundo caso de corrupción en menos de diez años. Sin embargo, esta vez son muchos los indicadores que insinúan el ocaso de su carrera política. 

La encuesta de la Universidad de Monmouth encuentra que una clara mayoría de los residentes de Nueva Jersey quieren que renuncie ahora -incluida la mayoría de sus compañeros demócratas-, lo que supone un cambio de opinión con respecto a la última vez que estuvo bajo acusación federal.

El escenario lleva a que la Casa Blanca habilite a los rivales de Menéndez y el poderoso senador cubano-americano se encuentre casi sin escapatoria dentro de las filas de su histórico partido.

Sólo el 16% de los votantes de Garden State aprueba el trabajo que está haciendo Menéndez, mientras que 3 de cada 4 (74%) lo desaprueba. Esta es su calificación históricamente baja, con diferencia, en las encuestas de Monmouth que se remontan a 2008.

El senador Bob Menéndez.

La última vez que Menéndez enfrentó cargos federales de corrupción, obtuvo una calificación laboral mucho mejor: 42% aprobaba y 38% desaprobaba (mayo de 2015). Esos cargos fueron desestimados y Menéndez ganó la reelección en 2018.

La calificación de su trabajo pasó a estar dividida el año pasado (38% aprueba y 38% desaprueba en enero de 2023) y cayó a territorio negativo en agosto del año pasado (36% aprueba y 45% desaprueba) cuando surgió la noticia de otra investigación federal.

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Desde su primera acusación, el índice de aprobación de Menéndez entre sus compañeros demócratas osciló entre poco menos de la mitad (47% en 2015) y un máximo del 72% (2021). Ese ya no es el caso. Menéndez obtiene sólo el 23% de aprobación de los demócratas. Casi dos de cada tres (65%) desaprueban ahora su desempeño, sumándose a una gran mayoría de republicanos (82%) e independientes (77%) que sienten lo mismo.

Sólo el 16% de los votantes de Garden State aprueba el trabajo que está haciendo Menéndez, mientras que 3 de cada 4 (74%) lo desaprueba. Es su calificación históricamente baja en las encuestas desde 2008.

En 2015, cuando se vio involucrado por primera vez en un caso de corrupción, solo el 28% de los habitantes de Nueva Jersey pidieron la renuncia inmediata de Menéndez al Senado. Además, una clara mayoría (68%) -incluida la mayoría de los republicanos (65%)- estaba dispuesta a darle la oportunidad de limpiar su nombre, aunque muchos (47%) creían que probablemente era culpable en ese momento. Hoy es muy distinto.

El 75% de los residentes del estado cree que Menéndez probablemente sea culpable de los cargos actuales y el 63% dice que debería renunciar ahora, incluido el 59% de los demócratas que quieren que renuncie.

"Quizás el alijo de lingotes de oro sea demasiado para soportarlo. O tal vez sea simplemente un juicio por corrupción de más. En cualquier caso, los habitantes de Nueva Jersey dicen que ya han tenido suficiente y que es hora de que Menéndez se vaya", dijo Patrick Murray, director del Instituto de Encuestas de la Universidad de Monmouth.