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La economía arrancó 2024 con señales de debilidad: creció sólo 1.1% en enero

Frente a diciembre mostró una caída de 0.6%, siendo el cuarto mes con caídas. Sequías y menor consumo generan alertas.

 Durante enero la actividad económica mostró un crecimiento de 1.1% en contraste con el año anterior, sin embargo, en su interior refleja deterioros que se observaban desde finales de 2023, principalmente en el consumo.

Durante el primer mes del año las presiones más fuertes provinieron del sector agropecuario, que se redujo 7.3%, frente a enero de 2023. Por su parte, las actividades industriales avanzaron 1.9% y los servicios 1.1%, de acuerdo con los datos publicados este viernes por INEGI.

Si las cifras se revisan en contraste con diciembre, las actividades económicas resultan en una variación negativa de 0.6%, sumando cuatro caídas consecutivas. En cuanto a las agropecuarias, éstas se desplomaron 12.9%; mientras que la industria y los servicios mostraron estancamiento, con una variación de 0.4 y -0.5%, respectivamente.

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El deterioro del sector agropecuario estuvo relacionado con condiciones climáticas adversas (sequías atípicas) y un efecto base de comparación más complicado, sin embargo, especialistas consultados prevén una recuperación en los siguientes meses.

La constricción, por su parte, sigue beneficiándose de la reactivación del gasto relacionada con las obras prioritarias de la 4T, sumado a un modesto avance de las manufacturas. Sin embargo, la minería retrocedió por la debilidad en el rubro petrolero. Se prevé que este siga siendo motor de la economía durante la primera mitad del año.

El sector de los servicios es el que genera mayores alertas, por el peso que tiene en el PIB. Analistas de Citibanamex consideran que la desaceleración observada en enero sugiere un debilitamiento del consumo que podría extenderse por las presiones inflacionarias.

Por su lado, especialistas de Banorte consideran que hay elementos que podrían jugar a favor como el salario mínimo y el adelanto de pagos de programas sociales, pero también alertan que en contra esta un panorama climático más adverso que golpee más a la inflación, así como la estimación de una moderación en las remesas.

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Vale recordar que a finales de 2023 la economía mostró señales de debilitamiento tanto en la demanda externa como interna, pero también se observaron efectos del huracán Otis en Guerrero, por lo que el último trimestre del año mostró una desaceleración de 01%. 

Para este año el consenso del mercado estima que el Producto Interno Bruto (PIB) desacelere a 2.5% desde el 3.2% con el que cerró el 2023. El dato no se prevé sea modificado después del crecimiento de enero.