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Pese a las quejas de Claudio X., Radio Fórmula despide a una periodista cercana a Xóchitl

Laura Brugés fue despedida por supuestamente coordinar ataques cibernéticos contra la 4T. Fue exhibida en la mañanera. La nueva guerra en los medios por la campaña presidencial.

Preparándose para 2024, la oposición fundó varios medios como Latinus de Carlos Loret y Atypical Te Ve de Carlos Alazraki, y le sacó filo a algunos que ya tenía como La Otra Opinión de Ricardo Alemán o Código Magenta de Ramón Alberto Garza. 

La guerra en medios comenzó: Latinus apuntó recientemente contra el dueño de SDP, Federico Arreola, por sus negocios con las revistas El Chamuco, y un poco antes los Aguirre renovaron la programación de sus radiodifusoras para fundar La Octava y abrir el espacio a figuras con pensamiento de izquierda. 

En el mismo sentido, el resto de empresas del ecosistema mediático mexicano se plegó, a su manera, a las reglas de la 4T y su muy peculiar forma de trabajo entre la administración federal y el trato con la prensa: golpe, porreo y descrédito desde la mañanera, a cambio de esparcir rumores, paparruchas o información no verificada, evitando en ambos casos una abierta censura.

Y salvo por el litigio ante el SAT de Ricardo Salinas Pliego, ningún barón de los medios se peleó seriamente con el presidente Andrés Manuel López Obrador durante su administración, o siquiera retó a la candidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum. Hasta Alejandro Junco de Reforma es amigable en sus encuestas a la Cuarta Transformación.

Aunque a diferencia de lo que ocurría en otros sexenios, hoy no hay un solo periodista que pueda asegurar que fue despedido a solicitud del Presidente de la República, hasta que este miércoles se confirmó que la reportera Laura Brugés fue dada de baja de Radio Fórmula, por administrar un grupo de WhatsApp que presuntamente coordina ataques cibernéticos contra Morena.

Reforma busca un puente con Sheinbaum y deja a Latinus como el medio anti-4T

De inmediato, en sus redes sociales, Laura Brugés acusó "despido injustificado" y responsabilizó al presidente López Obrador de presionar a Jaime Azcárraga. No es un secreto que el empresario ha sabido capotear las exigencias de Palacio sin dejar de darle protagonismo a los voceros de la oposición: Joaquín López-Dóriga, Ciro Gómez Leyva o Chumel Torres.

Recientemente, en medio de rumores sobre presunta censura en Milenio, Azucena Uresti se cambio a la empresa de Jaime Azcárraga con un nuevo y jugoso contrato para conducir el programa matutino de Radio Fórmula. El propio Gómez Leyva recibió en su espacio las intervenciones de los obradoristas Epigmenio Ibarra y Arturo Zaldívar, y Juan Becerra Acosta -un periodista más cercano a una agenda progresista- se unió a la barra de noticias.

Cada uno de estos movimientos fueron hechos bajo una lógica periodística y calculando el sesgo que aportarían a Radio Fórmula. Sin embargo, esto fue demasiado lejos para Claudio X. González, para quien Jaime Azcárraga abrió su espectro a voces que no deben escucharse, replicarse ni difundirse. Y, en su momento, el reclamo no se hizo esperar. Pero con el despido de Brugés, el empresario mandó un mensaje de que no se tolerará que bajo su empresa alguien asuma una agenda que él no haya aprobado.

La acusación de censura sobrevuela entre las oficinas de Grupo Fórmula, a dos meses y medio de que concluya el proceso electoral más grande que ha visto el país. ¿Brugés encontrará un espacio en otro medio, uno abiertamente en la agenda de X. González, como la exencuestadora de Reforma, Lorena Becerra, con Latinus?