Obras Públicas

¿No se inunda más?: Por qué volvió el agua a la Ciudad

Fuertes lluvias provocaron complicaciones en Capital. Cuestiones geográficas, lluvias excepcionales, sumideros tapados y el recorte presupuestario son algunos de los motivos.

 "¡No se inunda más, no se inunda más!", gritó un eufórico Mauricio Macri en la campaña que lo hizo presidente. Sin embargo, las lluvias de marzo dejaron a la Ciudad a merced del agua por varias horas. ¿Por qué Buenos Aires se sigue inundando? Las razones son variadas y van desde cuestiones geográficas hasta el recorte presupuestario implementado tras el cambio de gestión.

Tras varios años en el cargo, Carla Vidri se alejó de la Dirección del Sistema Pluvial de la Ciudad. En los pasillos de Parque Patricios se dice que fue en rechazo al ajuste decido por Jorge Macri. 

"Ajustaron el presupuesto y sacaron los adicionales. Está bien que vos no te manejes todo el tiempo con adicionales, pero cuando tenés una alerta amarilla tenés que revisar todas las bombas de los pasos bajo nivel. Tenés que obligar a las empresas a que hagan un barrido adicional y revisar los sumideros", explicó a LPO un experimentado funcionario porteño.

El check list de emergencias incluye un contacto permanente con las empresas de recolección de residuos. "En la Ciudad hay 50 o 100 sumideros críticos. Si están tapados es un peligro", agregó el funcionario.

Palermo, Colegiales y Belgrano fueron algunos de los barrios donde las imágenes de inundaciones eran un recuerdo del pasado y en las últimas horas volvieron a llenarse de agua por unas horas. "Está bien si querés ajustar, pero tenés que tener criterio, no podés tachar un renglón por que sí", analizaron desde el oficialismo.

Jorge Macri anunció que pese a la negativa del gobierno de Milei de enviar los fondos de la Coparticipación, mantendrá el Plan Hidráulico. El Ramal Lugones está en su etapa final y Macri anunció que se inició el segundo emisario del Arroyo Vega que van a mejorar el escurrimiento pluvial en los barrios de Villa Ortúzar y Villa Urquiza. 

"Una cosa es que se inunde y otra que se junte agua, no es lo mismo", dijo otro alto funcionario porteño a este sitio. "Con 100 milímetros en poco tiempo no se puede hacer nada. Para desagotar esa cantidad de agua harían falta obras que son impagables. Esa cantidad de agua genera problemas en cualquier parte del mundo. Acá en Nueva York o en París", agregó. Al final, terminó admitiendo que algunos sumideros estaban tapados, aunque defendió la gestión comparando con las imágenes que llegaban desde La Plata.

Sin embargo, pese al juste y la negativa del gobierno de Milei de cumplir con el fallo de la Corte Suprema y devolver a la Ciudad la Coparticipación Jorge Macri mantiene el Plan Hidráulico. Días atrás Macri visitó el obrador del Ramal Lugones que está en su etapa final y anunció que se inició el segundo emisario del Arroyo Vega que van a mejorar el escurrimiento pluvial en los barrios de Villa Ortúzar y Villa Urquiza. "Estas obras benefician a más de cien mil vecinos, que ahora tendrán la tranquilidad de que el barrio no se va a inundar ante las grandes tormentas que afrontamos últimamente", dijo Macri.

La socióloga e investigadora principal del Conicet, Gabriela Merlinsky, le explicó a LPO que la ciudad fue construida con un criterio anacrónico: instalarla la cerca de las fuentes de agua, que a la vez representan un peligro.

"Las partes bajas de la Ciudad son las más urbanizadas y las más inundables. El territorio tiene escasa pendiente y por eso escurre más lentamente", enumeró Merlinsky.

"Hubo una histórica política de favorecer el desarrollo en áreas hídricas. Se entubaron arroyos y luego se construyó alrededor. Eso impide que el agua escurra rápidamente en caso de lluvias fuertes. Si bien mejoró mucho el escurrimiento del entubamiento con las obras hidráulicas, no alcanzan a compensar", señaló la investigadora del Instituto Gino Germani.

Las partes bajas de la Ciudad son las más urbanizadas y las más inundables. El territorio tiene escasa pendiente y por eso escurre lentamente. Hubo una histórica política de favorecer el desarrollo en áreas hídricas. Se entubaron arroyos y luego se construyó alrededor. Eso impide que el agua escurra rápidamente en caso de lluvias fuertes. Si bien mejoró mucho el escurrimiento del entubamiento con las obras hidráulicas, no alcanzan a compensar.

"Se inunda por razones naturales, pero también sociales y políticas. Los gobiernos, sobre todo los de corte neoliberal, no tienen una zona de separar espacio público para tener zonas de absorción. Incluso las plazas deberían estar menos cubiertas de cemento para que escurran mejor", comentó Merlinsky. "Hay otro elemento a tener en cuenta: la sudestada, cuando el Rio de la Plata viene en reversa, entra por la cuenca del Matanza-Riachuelo", dijo.

Otro elemento que no contribuye es la persistencia de la gente en sacar la basura en medio de las tormentas. Por eso, es importante cuando se tiene el alerta que las autoridades lancen una fuerte campaña para advertir a los vecinos que no deben sacara la basura. "Es cierto que la mayoría no cumple, pero con 30% de gente que no saque la basura te resuelve muchos problemas", explicó un funcionario que lleva más de una década en la Ciudad.