Enarsa

Enarsa no tiene los dólares para pagar la importación de combustible

Peligra el suministro de gas porque la empresa estatal no tiene los dólares para pagar los barcos.

 El régimen para el pago de importaciones en 4 cuotas que estableció el Banco Central desde mediados de diciembre para poder acumular reservas, no sólo aumenta la deuda comercial flotante calculada en unos USD 30.000 millones; sino que, peor aún, las encarece. 

Es el caso del combustible líquido que tiene que importar la estatal de energía Enarsa, para abastecer a las generadoras, ante el cambio de estación y las inmientes bajas de temperatura. 

Como los pagos de importación de combustibles se concretan habitualmente 72 horas antes de que el proveedor concrete la entrega, los representantes de Enarsa le solicitaron al Banco Central una excepción para el pago de GNL por anticipado. Sin éxito en la gestión, los funcionarios comunicaron que pagarán a los proveedores con una carta de crédito. 

Con este panorama lo cierto es que todos los comercializadores se van a cubrir con un aumento de precios e intereses frente al mayor riesgo que supone el anuncio de la modalidad de pago. 

Argentina acredita una traumática trayectoria respecto a la importación de hidrocarburos.  Vale recordar que en octubre pasado la falta de dólares para pagar cargamentos provocó una crisis de suministro de combustibles en octubre pasado, en la recta final de la campaña electoral. Entre los principales proveedores de combustibles líquidos importados figuran empresas que tienen grandes negocios en el país: Trafigura, BP, Vitol, TotalEnergies, Glencore, Gounvor y Shell.

En paralelo, dato no menor, es que el CEO de Petrobras, Jean-Paul Prates, reconoció está conversando con el gobierno de Javier Milei alternativas para abastecer el pico de la demanda de gas natural en el norte argentino durante el próximo invierno ante el declino de la producción hidrocarburífera de Bolivia. 

 "Estamos hablando con los gobiernos de Argentina y con Bolivia porque la cuestión estructural de la baja de las reservas (bolivianas) tiene que ver, en realidad, con la falta de inversión", afirmó el CEO de Petrobras al portal especializado Econojournal en una cobertura especial de la Cera Week desde Houston.  

 La apuesta del gobierno argentino es que Petrobras, que tiene prioridad para importar gas desde Bolivia, libere parte de los volúmenes que le corresponden por contrate para que la Argentina pueda acceder al gas boliviano, la alternativa más firme que tiene el país para cubrir el consumo de gas en provincias del norte como Salta y Tucumán. A cambio, la estatal Enarsa podría costear la importación de cargamentos de GNL que descargan en alguna de las terminales regasificadoras posee Brasil. 

El estado de situación expone dos escenas en simultáneo: por un lado que Bolivia prefiere venderle gas a Brasil dado los términos contractuales; pero además deja en claro que la posibilidad de finalizar la obra de reversión del Gasoducto Norte para el próximo invierno ya fue descartada por el gobierno.