Hidrocarburos

El auge de tomas clandestinas, la clave detrás de la crisis de huachicol en Jalisco

Tuvieron que evacuar a miles de personas en Tololotlán por una mega fuga. El Gobierno logra reducir el volumen de gasolina robada, pero los grupos delictivos están perforando más ductos.

Una inusual neblina con olor a gasolina cubrió el cielo de Tolotlán, Jalisco, esta mañana de viernes. Los indicios de una importante fuga de hidrocarburos que obligó a poco más de dos mil personas evacuar el pueblo. Una vez más, las señales de que el delito de huachicol sigue vigente.

"Hemos podido eliminar prácticamente el huachicol", repetía Andrés Manuel López Obrador en 2019. Entonces, afirmaba que ya se registraba una reducción de más del 90% de ese delito, cuyo combate fue uno de sus principales objetivos y que tomó mayor fuerza tras la tragedia de Tlahuelilpan, en Hidalgo, ese mismo año.

El robo de hidrocarburos es un delito que tomó auge en 2018 y mostró una reducción durante los primeros años de gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Si bien el presidente presume que el combate de este crimen ha dejado ahorros a la nación por más de 130 mil millones de pesos, lo cierto es que el delito está lejos de desaparecer, inclusive algunas investigaciones revelan un repunte a partir de 2021, como da cuenta un informe de la organización Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad (ONC).

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De acuerdo con las primeras declaraciones de las autoridades locales sobre los acontecimientos esta mañana, la fuga de hidrocarburos reportada esta mañana se trataría de una ordeña clandestina a un ducto de Pemex -del tramo Salamanca-Guadalajara-. Se indica que los presuntos responsables habrían huido del lugar.

El hecho es tan solo uno de cientos de tomas clandestinas que siguen ocurriendo en el país, de acuerdo con datos que han difundido ONC y El Universal. En ambos casos se hizo una petición a Pemex a través de transparencia y revelan incrementos de hasta 120% en los primeros cinco años de este gobierno, respecto al mismo periodo del de Enrique Peña Nieto.

Vale decir que, en ambos casos, los datos recopilados corresponden a las tomas clandestinas, es decir, la cantidad de veces que se han hecho "pinchazos" a los ductos o pipas. Según los datos recopilados por ONC, en total hasta 2023 se trata de 47,317 intentos de robo.

Esta información contrasta con el optimismo del gobierno sobre este tema. Sucede que el discurso oficial toma como referente el volumen de hidrocarburo robado por huachicoleros, el cual reporta Pemex cada trimestre en sus informes financieros. Ahí, el gobierno efectivamente puede presumir de datos favorables, pues ha logrado una importante reducción. Es decir, por un lado, el huachicol aumento, pero están robando menos.

"Cuantitativamente, a finales del sexenio de Enrique Peña Nieto se contabilizaban alrededor de 60 mil barriles diarios, ahora son diez veces menos", explica Fluvio Ruiz, ex consejero de Pemex. Considera que estos datos reflejan que hay una respuesta más rápida de manera por parte de las autoridades.

Reclaman una estrategia integral

En opinión de Doria Vélez, directora de investigación de ONC, lo estrategia implementada no ha sido la necesaria para atender este problema. "Me parece que este ilícito se ha visto un tanto simplista", dice. Explica que el problema es que no se está conectando este delito con otros crímenes que se dan en las comunidades en donde más se da el robo de combustible, como tráfico de drogas, robos, secuestros, entre otros.

"El huachicol es un componente de un mercado ilícito bastante redituable, bajo la lógica del mercado ilícito tienes que considerar o vincular otros fenómenos. Debe entenderse como una pieza clave de los grupos criminales y no se ve de esa manera", dijo la experta, precisando la necesidad de que debe generarse una tipología alrededor de este crimen.

Por ejemplo, señaló el caso del municipio del Palmar de bravo, en Puebla, uno de los que registran mayor incidencia de este delito. "Cuando inició el robo de hidrocarburos, primero empezó a observarse más tráfico de drogas, veías más narcomenudistas en la comunidad, veías gente armada y de repente empezó a repuntar todo el robo de hidrocarburo, acompañado de extorciones, desapariciones. Comienzas a dejar que todo suceda y se vuelve una práctica permitida", reflexiona Vélez, narrando que esta historia se ha repetido en otras comunidades.

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Aunque la experta también considera que es posible que el aumento de los registros se deba a que esta administración puso mayor foco en este delito, desde el inicio de la administración fue una bandera para López Obrador.

Para Ruíz, el que actualmente se registre un mayor número de tomas puede estar relacionado con una sofisticación de los grupos delictivos, aunque al mismo tiempo haya una respuesta más rápida del gobierno que impide una toma mayor.