Morena

Sheinbaum pide 150 mil personas en el Zócalo y reforzar el mensaje de que la elección ya está definida

Ajustes de cara a marzo. El debate sobre el futuro de los indecisos. El discurso de Xóchitl. Cambios en staff.

 Claudia Sheinbaum recorre diversas ciudades del país durante febrero con una consigna central: quiere que los actos de su campaña sean masivos y que refuercen el mensaje que aparece en diversas encuestas y que viene a sugerir que la elección ya está definida en su favor.

La candidata quiere una plaza del Zócalo repleta para su acto inaugural y espera algo similar en sus incursiones a las principales ciudades del país. Por eso hace dos semanas removió a la persona encargada de sus giras, María Cruz Vázquez. Sheinbaum detecto varios problemas en sus eventos de la elección interna y de las precampañas.

Quiere evitar que le suceda algo similar a lo de Adán Augusto, que hacía grandes actos en sus giras por los estados y quedó en anteúltimo lugar. Desde hace una semana revisa personalmente la capacidad de movilización que cada actor le propone según el distrito.

La campaña se convierte así en una prueba de ácido para luego medir qué va a recibir cada quien en un eventual sexenio. Los ejemplos abundan: si la elección en Veracruz se sigue cerrando, va a ser difícil darle a Cuitláhuac García el espacio al cual aspira en un eventual gabinete o el caso de la contienda por Monterrey, donde Tatiana Clouthier teme que un lejano tercer lugar la deje fuera de la conversación para la Secretaría de Gobernación.

Sheinbaum está convencida de que los mega actos son cruciales para instalar en la realidad la percepción de que no hay elección por definir y por una cuestión adicional: cree que Xóchitl Gálvez no está en condiciones de esos despliegues, ni por una cuestión económica ni de cantidad de gobernadores y alcaldes que suscriben su candidatura.

Las dos candidatas quieren apelar a la situación de los indecisos. Sheinbaum, convencida de que el tablero en su formato actual la favorece, espera que esa cuarta parte del padrón nunca se active.

En el War Room morenista dan por descontado además que con el paso de las semanas Gálvez necesita todo lo contrario y a eso atribuyen su discurso cada vez más anclado en la seguridad y el miedo. Xóchitl necesita activar indecisos para ser competitiva.

Por otra parte, el discurso de la campaña será el paquete de reformas de Andrés Manuel López Obrador, fuertemente anclado en preservar en la Constitución los apoyos a los grupos vulnerables.

Es cierto que en su campaña había quienes recomendaban mensajes de mayor moderación, como Marcelo Ebrard, pero la consigna desde Palacio Nacional es biunívoca: la contienda se gana con los votos morenistas y no hay necesidad de descuidar ese electorado para buscar al centro. Giros del destino: los mismos argumentos que lo dejaron fuera de la disputa de la candidatura del oficialismo.