Renunció el presidente del puerto Quequén y expuso una millonaria deuda con Jan de Nul

El mendocino Jorge Álvaro apuntó a la tasa de interés del dragado, cuestionó al directorio de la terminal y lanzó fuertes críticas al intendente de Necochea.

El presidente del puerto Quequén, Jorge Álvaro, confirmó su salida del consorcio con fuertes críticas al intendente de Necochea, Arturo Rojas, y al directorio de esa terminal portuaria.

El funcionario dijo que le presentó la renuncia a Axel Kicillof luego de que observara un "cambio de actitud" por parte del gobierno tras la visita del ministro de Gobierno, Carlos Bianco, a Necochea donde se mostró con María Jímena López, ex viceministra de Transporte de la Nación.

López -una referente de Sergio Massa- es quien suena para quedarse con el control de uno de los puertos estratégicos de la provincia. Ante consultas de LPO, desde el gobierno de Kicillof evitaron confirmar si la designación de la ex funcionaria en el puerto era un hecho.

En su visita a Necochea, Bianco estuvo además con el intendente Rojas, que fue reelecto a través de una lista vecinal. Durante el anuncio, Álvaro no escatimó críticas hacia el alcalde, hoy distanciado de Uatre, a quien calificó como "un caradura y un maleducado".

La alianza de Massa con Kicillof juega fuerte en la puja por el control del Puerto Quequén 

Según contó en la conferencia de prensa, Álvaro se reunió con Kicillof y le preguntó qué pensaba de su gestión en el puerto. Según explicó, el gobernador esquivó dar una respuesta concreta.

El funcionario había asumido en el puerto de Quequén en 2020 a instancias de Carlos 'Cuto' Moreno, uno de los referentes del kirchnerismo más cercanos a Kicillof.

Álvaro nació en Azul, pero estudió Agronomía en La Plata. Allí conoció a Moreno y a Néstor Kirchner. Tras su paso por la universidad se radicó en Mendoza. Durante la conferencia de prensa, el funcionario reconoció que fue convocado sin tener conocimiento alguno sobre puertos.

Además, arremetió contra el directorio del puerto, criticó la "escandalosa" tasa de interés que paga el puerto por el dragado y advirtió sobre la millonaria deuda en dólares que el ente portuario mantiene con Jan De Nul, el grupo belga líder en la industria mundial de dragados.

El puerto acordó en 2019 un polémico préstamo con Banco Macro S.A. y Banco de Inversión y Comercio Exterior S.A. (BICE) por USD 32 millones para dragar el canal de acceso. Esa obra fue adjudicada a Jan de Nul y la deuda ascendería a USD 2.500.000.

"Fue un préstamo aceptado en términos leonino", dijo Álvaro y agregó que nadie paga el 15% anual en dólares. El funcionario dijo que las exportadoras pagan el 32% del dragado y el puerto se hace cargo del 68%.

Yo no pertenezco al peronismo bonaerense. En Argentina hay varios peronismos y yo soy de otro peronismo. ¿Mejor o peor? No lo sé, pero hay cosas que veo acá que no vi en Mendoza. Cosas como el toma y daca permanente.

Ese dragado se realizó con el objetivo de convertir a Quequén en el puerto más profundo de Argentina. Sin embargo, ya de salida, el Álvaro negó esa cualidad. "No es el puerto más profundo del país. Es el canal más profundo de Argentina", dijo y aclaró que a pie de muelle hay menos de 50 pies. Por lo menos uno ocho pies menos.

Por otra vía corre el dragado de mantenimiento, que en principio se pautó para seis años y luego se extendió a siete. Dijo que el puerto paga 882.000 dólares mensuales.

Según explicó, por la evolución de la inflación en Estados Unidos, la paritaria del sindicato de Dragado y Balizamiento y el precio del fueloil se pasó a pagar 565.000 a 882.000 dólares. "Había que actualizar las tarifas de uso de muelle, pero el directorio me votó en contra de cualquier aumento", dijo.

El puerto se ubica sobre el río Quequén Grande, límite de las ciudades Quequén y Necochea. Se trata de una de las terminales portuarias cerealeras más importantes del país y cuenta con dos importantes escolleras: la Norte y la Sur.

Los últimos cuatro años no fueron buenos para el puerto en términos económicos. La extensión de la Escollera Sur y la profundización del calado mejoró la competitividad y productividad, pero esa rapidez para entrar y sacar un barco finalmente conspiró contra la recaudación del consorcio, que cobra una tasa de amarre por día.

Los últimos tres balances fueron a pérdida, incluso en 2023 cuando se registró un movimiento récord de 7,5 millones de toneladas exportadas a través de 314 barcos, el puerto perdió 372 millones de pesos.

El futuro es sombrío. Días atrás, Álvaro aseguró no existen expedientes de obras importantes para la terminal ni en el gobierno nacional ni en la provincia. Mencionó obras clave como un nuevo puente sobre el río Quequén y la escollera norte.

Existe un tema caliente que el puerto debe definir en breve: la licitación del elevador de granos. Se trata de una pulseada de carácter internacional que atrae a los principales actores del sector agroexportador. Las exportaciones que se realizan por este elevador representan aproximadamente un tercio de la mercadería que moviliza el puerto.