Justicia

Gertz ya va a diario a las oficinas de la Fiscalía y le dijo a López Obrador que quiere quedarse hasta el 2028

Se retiraría recién a la mitad del próximo sexenio. Nexos con la Corte y contactos en la Sedena.

 A finales del 2023 Alejandro Gertz Manero comenzó a aparecer con mayor frecuencia en las oficinas de la Fiscalía General del poniente de la CDMX. Suspendió así la intensa agenda de su residencia para volver a una formalidad que había abandonado durante la pandemia, cuando solía recibir interlocutores en bata y pijamas.

El cambio, según deslizan en su entorno, fue a los pocos días de que Arturo Zaldívar anunciara, el pasado año, que se sumaba a la campaña de Claudia Sheinbaum. LPO reveló que Zaldívar realizó esa manobra para posicionarse como sucesor de Gertz y competir por esa oficina con Omar García Harfuch. Pero el fiscal general no tiene previsto retirarse.

A finales de diciembre conversó con Andrés Manuel López Obrador y luego de que el presidente le preguntara por su estado de salud, el fiscal fue contundente al decir que quiere cumplir su mandato, lo cual implicaría su permanencia en el cargo hasta el 2028. Así las cosas, Sheinbaum, en caso de ganar las elecciones, recién podría nombrar a su fiscal a la mitad del sexenio.

Había algunos indicios en ese sentido. Las veces que ha conversado con funcionarios estadounidenses con los que tiene confianza, el fiscal sería enfático en señalar la alta edad de los políticos que se disputan la escena en el país vecino, tanto Joe Biden como Donald Trump. Si Gertz se queda en el cargo se retiraría con casi 89 años.

El fiscal tiene una relación estrecha con el presidente, a quien informa constantemente de diversos vericuetos judiciales, pero, fundamentalmente con el Ejército, un vínculo que se cristalizó tras los esfuerzos del fiscal para exonerar rápidamente a Salvador Cienfuegos.

Una afinidad que ha compensado ciertos fiascos como que Emilio Lozoya y Juan Collado están cerca de quedar en libertad o que Alonso Ancira fue liberado tras un acuerdo bastante cuestionable para los intereses del erario mexicano.

El peso del fiscal en el elenco oficial es lo que le permite también su buena relación con la titular de la Corte Suprema, Norma Piña, a quien López Obrador cuestiona de modo permanente. Gertz es de momento el principal nexo coordinante entre ambos poderes.