Mercosur

Paraguay se despide de Alberto y advierte a Milei con un dardo por las trabas al comercio

Rubén Ramírez Lezcano centró su mensaje desde Río de Janeiro en las barreras a las exportaciones. Fue directo contra Argentina, puso sobre la mesa la tensión con el gobierno saliente y preparó el terreno para Peña.

Sin esconder los resentimientos, el canciller Rubén Ramírez Lezcano sentó una postura crítica hacia las medidas económicas de Argentina que afectan a Paraguay a nivel comercial y anticipó los lineamientos de la presidencia pro témpore de Santiago Peña en el Mercosur. El tiro de lanza coincide con la salida de Alberto Fernández, que el jueves llegará a Río de Janeiro para participar de la cumbre del bloque, y su ministro de Economía, Sergio Massa, con quien mantuvo una relación áspera en estos casi cuatro meses. 

 La fricción con el gobierno argentino se dio apenas asumido Santiago Peña, pero en el Ejecutivo aseguran que ya pasaron de página. Sin embargo, el jefe de la diplomacia paraguaya lanzó una advertencia para el próximo presidente, Javier Milei, que deberá definir los términos futuros en la relación bilateral.

Lezcano cuestionó el SIRA (Sistema de Importaciones de la República Argentina) y lo responsabilizó por perjudicar a los sectores productivos de Paraguay. El canciller apenas escondió su molestia frente al resto de sus pares del Mercosur durante la reunión ordinaria del Consejo, en Río de Janeiro, a donde Peña viajará mañana para asumir la presidencia semestral del bloque.

En la Argentina, el Paraguay tiene a un socio estratégico de gran peso. Sin embargo, los retrasos en la aprobación de las licencias de importación y aplicación de políticas monetarias restrictivas afectan a nuestras exportaciones, en especial a los sectores más vulnerables

"En la Argentina, el Paraguay tiene a un socio estratégico de gran peso. Sin embargo, los retrasos en la aprobación de las licencias de importación y aplicación de políticas monetarias restrictivas afectan a nuestras exportaciones, en especial a los sectores más vulnerables, pequeñas economías familiares, que dependen exclusivamente de este comercio para su subsistencia", sentenció el ministro de Relaciones Exteriores.

Santiago Peña y Sergio Massa en Asunción, en agosto pasado. 

Para el canciller no es posible una integración real mientras sigan las trabas para el libre comercio aplicadas por Argentina. En detalle, el ministro pidió la simplificación de procesos y la reducción de las barreras comerciales. Pero fue cuidadoso con sus expresiones, sobre todo porque Peña tiene previsto viajar el 10 de diciembre a la toma de mando de Milei en Buenos Aires. Además, el presidente electo de Argentina podría visitar Paraguay luego de asumir, según dejó trascender la canciller designada, Diana Mondino.

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Desde Cancillería fueron cautelosos con el tono que adoptarían Lezcano y Peña en Brasil. Pero el presidente viene dando pistas sobre las metas de su mandato semestral en el Mercosur. Días atrás, Peña se jactó de ser el único que logró su objetivo en el bloque en cuanto a negociaciones bilaterales. Le recriminó a Argentina que no haya podido cerrar un acuerdo con Emiratos Árabes Unidos, al igual que le sucedió a Brasil con la Unión Europea, mientras que gracias a Paraguay, los países del Mercosur tienen listo el tratado con Singapur.

Peña anticipó que el próximo semestre se dedicará a negociar con Emiratos y lograr lo que no pudo Fernández. Pero la tensión que se avecina se dará por la pretensión de Uruguay de conectar al bloque con China. Luis Lacalle Pou apunta a un acuerdo con el gigante asiático, que Paraguay desaprueba por su relación con Taiwán y Estados Unidos.

Javier Milei, presidente electo de Argentina. 

Con Brasil, no obstante, hay sintonía total. Peña y Lula tienen grandes coincidencias incluso en cuanto al acuerdo con Europa y sus condiciones ambientales para el comercio. Ambos mandatarios también tienen afinidad en lo referente a la renegociación del Anexo C del Tratado de Itaipú, que se discutirá en el primer trimestre de 2024, de acuerdo a los gobiernos de los dos países.

Algo de esta relación especial dejó trasluciar Ramírez. El canciller aseguró que seguirán buscando la manera de concretar el acuerdo con Bruselas bajo la presidencia de Peña, aunque ya sin esfuerzos de parte del Mercosur. En otras palabras, depositó la presión en la contraparte y su capacidad de flexibilizar las condiciones.

Ya no daremos seguimiento a procesos en los cuales no vemos las flexibilidades necesarias para avanzar, no debemos seguir desgastándonos y derrochando recursos, es suficiente, es tiempo de superar esta etapa y seguir adelante

"Ya no daremos seguimiento a procesos en los cuales no vemos las flexibilidades necesarias para avanzar, no debemos seguir desgastándonos y derrochando recursos, es suficiente, es tiempo de superar esta etapa y seguir adelante", subrayó. Esta postura contradice la versión de Peña, que en octubre había dejado en claro que descontinuaría las negociaciones con la UE en favor de otros mercados de Medio Oriente y Asia, con Emiratos Árabes Unidos, Japón y Corea del Sur.

Lula da Silva.

El desafío del Mercosur por liberarse de las barreras comerciales y simplificar los procesos aduaneros, según Ramírez, que citó en específico a la yerba mate. Consideró "inaudito" que no haya acuerdo en normas técnicas para comerciar este producto. "Más del 50% del comercio del Paraguay está dirigido a los socios del Mercosur y casi la totalidad de las exportaciones con valor agregado tienen como destino final el mercado regional. Por ello es de vital importancia superar los obstáculos internos y lograr resoluciones efectivas y permanentes que permitan una integración real", expuso.

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Finalmente, el canciller no dejó de lado la queja de Paraguay contra el peaje que el gobierno de Fernández aplica en la hidrovía, un tema que mantuvo a ambos países en conflicto y que incluso repercutió en Yacyretá, cuando Peña ordenó retirar toda la energía que le corresponde, es decir, el 50%, afectando el abastecimiento de Argentina. Ramírez pidió que se respete la libre navegación y que se dejen de tomar medidas unilaterales entre países del Mercosur, volviendo a la línea dura que solo quedó congelada durante la disputa electoral en el país vecino.