Inversión

Tentado por el clima de negocios, llega a Miami un bufete de abogados influyente de Silicon Valley que se enfrentó a Musk

Cooley LLP, el estudio de abogados cuya sede central es Palo Alto, abre oficinas en Miami Beach. El atractivo por una ciudad que capta dólares del venture capital y su salida definitiva de las empresas de Musk

 Siguen llegando firmas número uno a Miami, la ciudad que más está de moda en Estados Unidos. En esta oportunidad, no es un mega empresario ni una gigante tecnológica. Es una de los bufetes de abogados más influyentes de Silicon Valley: Cooley LLP. La razón de su desembarco en la Ciudad Mágica es lo obvio. "Miami se ha convertido rápidamente en un destino de referencia para algunos de los mejores y más brillantes talentos de la comunidad tecnológica y de capital de riesgo", dijo la firma en un comunicado.

Cooley, cuya sede central está en Palo Alto (California), tiene más de 1.300 abogados en 19 oficinas en Estados Unidos, Asia y Europa, y una fuerza laboral total de casi 3.000 personas. "Varios de nuestros principales clientes de tecnología y capital de riesgo ya tienen su sede en Florida, y nuestra presencia física nos permitirá profundizar aún más nuestras relaciones existentes", afirmó Derek Colla, socio corporativo y de fusiones y adquisiciones con amplia experiencia representando empresas emergentes en EE.UU. y América Latina, quien manejará esa oficina ubicada en 350 Lincoln Road, Miami Beach.

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"También estamos entusiasmados de ampliar nuestro alcance dentro de la increíblemente dinámica y cada vez más internacional comunidad empresarial de Miami para brindar todas las capacidades de la plataforma global de Cooley", agregó.

Lo cierto es que Cooley se sube a una ola que se inició en 2021 cuando Miami saltó al mapa de los inversores de capital de riesgo (VC, por sus siglas en inglés). Se clasificó por primera vez entre los 10 principales centros de capital de riesgo de EE.UU. y aumentó el caudal de dinero que atraía en 2022, mientras que otros centros financieros como Nueva York o la misma Silicon Valley empezaban a menguar. 

Musk corrió a los abogados de Cooley que trabajaban en varios casos por Twitter y los cambió por la firma de litigios Quinn Emanuel Urquhart & Sullivan. Dijo que eran abogados corruptos

Si bien el financiamiento en términos de montos viene cayendo este año (a la par ahora sí del resto de las ciudades en el país), el número de deals se ha mantenido. Desde 2021 hasta 2023, Dealroom proyecta que el área metropolitana de Miami ocupará el noveno lugar en la nación para las inversiones de capital de riesgo por un total de alrededor de $14.000 millones, y solo para 2023 ocupará el quinto lugar por número de acuerdos. Su informe también encontró que, si bien Miami se encuentra en una etapa más temprana de su desarrollo como centro tecnológico, el ecosistema está creciendo a una tasa mucho más rápida que sus pares.

El bufete especializado en las tecnológicas de Silicon Valley tiene a más de 7.000 empresas privadas como clientes y su latiguillo es que con esa red de inversores una empresa que busca financiación puede encontrar quien les invierta. Tuvo entre sus filas a dos compañías muy conocidas, como Twitter (ahora X) y Tesla. En ambos casos, los abogados de Cooley tuvieron problemas con el controvertido libertario Elon Musk.

Un abogado de la automotriz eléctrica, el año pasado, pidió que el bufete de abogados (que trabajaba con Tesla) echara a uno de los suyos porque previamente había trabajado para el organismo de regulación del mercado de valores (SEC, por sus siglas en inglés) y había complicado a Musk en una investigación. 

Varios de nuestros principales clientes de tecnología y capital de riesgo ya tienen su sede en Florida, y nuestra presencia física nos permitirá profundizar aún más nuestras relaciones existentes

No solo que no lo lograron, o sea que la firma no echó al abogado por pedido de Musk, sino que la decisión posterior del libertario fue ir corriendo de escena a Cooley como estudio jurídico de varias de sus operaciones. The Wall Street Journal contó que tampoco trabajó en varios casos que tuvo SpaceX y que cuando Musk compró Twitter, también se relegó a este bufete. Musk corrió a los abogados de Cooley por la firma de litigios Quinn Emanuel Urquhart & Sullivan. 

"Se buscan luchadores callejeros incondicionales, no abogados de zapatos blancos como Perkins o Cooley, que prosperan gracias a la corrupción", había publicado en X el excéntrico multimillonario a mediados del 2022, dando por terminada la relación laboral con el bufete.