Sindicalismo

Matan a una joven en un acto en Córdoba y escala la guerra entre dos gremios cercanos a Llaryora

Guerra abierta entre los sindicatos de limpieza y recolectores de residuos, ambos claves en el funcionamiento de Córdoba Capital.

La disputa entre dos sindicatos afines a Martín Llaryora, el de trabajadores de empresas de limpieza y el de los recolectores de residuos, puso en máxima tensión al peronismo provincial luego de que el sábado una joven fuera asesinada durante un acto convocado por el primero de los gremios, que comanda Sergio Fittipaldi, jefe de las 62 Organizaciones y legislador electo por Hacemos Unidos, la marca del PJ cordobés.

La víctima trabajaba en una de las empresas que limpia el Palacio 6 de Julio, sede de la Municipalidad de Córdoba. La limpieza de las dependencias del Estado, escuelas y hospitales públicos está cartelizada, y el gremio que nuclea a sus trabajadoras (la mayoría son mujeres) tiene incidencia directa en la política y el peronismo, y trato directo con quienes administran el Estado cordobés.

La contraparte del pleito es el Surrbac, el poderoso gremio de los recolectores de residuos, cuyo líder es Mauricio Saillen, secundado por sus hijos Juan y Franco. El trato de ellos con el Estado es aún más directo: la Municipalidad de Córdoba es la principal patronal del Surrbac.

Franco Saillen, con la estructura del Surrbac, apoya a una lista de mujeres que quiere desplazar a Fittipaldi de la conducción del sindicato de la limpieza. Esto detonó la pelea entre los dos gremios. La elección está en pleno proceso; por eso se realizaba el acto donde se desató la balacera.

Ambas estructuras -limpieza y recolectores- se encolumnaron en la campaña de Llaryora y Daniel Passerini, y ahora trabajan en la campaña de Juan Schiaretti. Sin embargo, como contó LPO hace un mes, la tensión entre Fittipaldi y Saillen estaba en aumento. El sábado, con la balacera en un club donde el primero realizaba un almuerzo en el marco de la campaña, todo se desmadró.

Los gremios de limpieza y recolectores se encolumnaron en la campaña de Llaryora y Passerini y ahora trabajan en la de Schiaretti. Sin embargo, la tensión entre Fitipalidi y Saillen estaba en aumento. El sábado, con la balacera en un club donde el primero realizaba un acto, todo se desmadró

Un auto llegó hasta la puerta del club donde Fitipaldi había convocado a su tropa y un pistolero disparó siete veces con una calibre .9mm. Las balas no eran para nadie, pero una impactó en el cuello de la joven empleada, que estaba sentada junto a su hermana en el almuerzo y se desplomó. Fue trasladada al Hospital Córdoba, donde murió.

Fittipaldi y Saillen cruzaron acusaciones y exigieron el esclarecimiento del hecho.

El primero dice que el atentado fue contra él. En un comunicado, el sindicato de trabajadores de empresas de limpieza dijo: "Desde siempre Soelsac (iniciales del gremio) encabezó procesos electorales sin violencia, atado a los procedimientos electorales. Desde que Franco Saillen, dirigente de otro gremio, el Surrbac, se le ocurrió competir inéditamente en las elecciones de otro sindicato, los actos de violencia se sucedieron. Estos dirigentes que exponen una pretendida conducta gremial democrática, están seriamente cuestionados en el manejo de su organización, con denuncias penales y detenciones de sus principales referentes".

Saillén en un acto con Passerini

La respuesta de Saillen echó nafta al fuego: "Ante los lamentables hechos irreparables y de una enorme gravedad, dejamos en claro que no tenemos ninguna duda que es una maniobra de Fittipaldi, quien en claro conocimiento de la inminente derrota en las elecciones del gremio, recurre a lo que sea", escribió en sus redes sociales Franco Sainllen, quien además es director en Cormecor, la corporación que administra el predio de enterramiento sanitario.

Los dos gremios estuvieron a punto de enfrentarse en un acto de Passerini, durante la campaña. Y también se cruzaron en pleno centro semanas atrás. La Guardia de Infantería impidió el choque en ambas oportunidades. Los antecedentes estaban a la vista de todos. Además, hay denuncias cruzadas en la Justicia provincial.

"Esto se fue de cauce, esto nunca lo habíamos visto en Córdoba", dice un llaryorista de la primera. Reconoce que la preocupación del gobernador electo "es total". El enfrentamiento es también una cachetada al discurso de convivencia política que Schiaretti propone en su campaña nacional.

La Policía trabaja sobre la hipótesis de que la banda que disparó fue contratada. De acuerdo con la primera reconstrucción, sobre la base de testimonios, el autor de los disparos se bajó del auto, caminó tranquilamente hasta donde se realizaba el acto y descargó siete veces. Gabriel Stefi Pérez cayó herida de muerte. Se investiga si había otro auto de apoyo.