Las claves del desplome de Adán Augusto: pleitos internos y conflicto con Televisa
Ayer miércoles, en el evento de Morena en el World Trade Center, la encuesta oficial de Morena en torno a su "coordinador" para la defensa de la cuarta transformación arrojó en primer lugar a la ex Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, con 39.4% de las preferencias, en segundo a Marcela Ebrard (25.6%), en tercero a Gerardo Fernández Noroña (12.2%), en cuarto a Adán Augusto López (10%), Ricardo Monreal (6.5%) y Manuel Velasco con el (6.3%).
La gran sorpresa fue, sin dudas, que el diputado del PT, Gerardo Fernández Noroña, ganó la encuesta al ex Secretario de Gobernación, por más de dos puntos. Esto a pesar de la cantidad tan grande de recursos que Adán Augusto López invirtió en estructura territorial, en espectaculares, en bardas, en revistas y hasta en su propio periódico.
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De hecho, en todas las encuestas -desde las presentadas ayer por Morena- hasta la publicada el pasado lunes por El Financiero, Adán Augusto López es el único aspirante que decreció en popularidad y sus negativos aumentaron de manera exponencial.
¿Cómo pudo el poderoso ex Secretario de Gobernación caer tanto? ¿Qué es lo que ocurrió? La respuesta parece estar en la asesoría y coordinación de campaña que recibió de tres personas: de la Diputada Federal morenista por Chihuahua, Andrea Chávez, - a quien Adán Augusto le prestaba aviones del gobierno federal para viajar con su familia-; y del publicista Cesar (Ache) Hernández.
Ellos lograron una desorganizada campaña en la que desplazaron y luego excluyeron a profesionales electorales y de la comunicación, como Cesar Yáñez, Subsecretario de Gobernación, y a Olga Valenzuela, jefa de prensa de la campaña (esposa de David Aponte, director editorial de El Universal).
En su dispendiosa aventura también decidieron que en cada evento Adán Augusto López iniciara lanzando arengas a la gente contra Televisa. Según el conteo de este medio, el exsecretario atacó a Televisa 169 veces. Las acusaciones contra la televisora fueron tres: primeramente, que lo había "invisibilizado", segundo que lo estaban buscando pero que no les daría ninguna entrevista al "engañar al pueblo"; y, tercero, que la televisora apoyaba la eliminación de los programas sociales de la 4T. Todo ello sin mayor evidencia.
Detalle ineludible: En todos los eventos su audiencia se mostraba confundida con las acusaciones fuera de contexto y prácticamente nadie le aplaudía.
Mientras Adán Augusto López atacaba a la televisora, ésta estaba transmitiendo el programa más popular en su historia "La Casa de los Famosos México" con millones de audiencia cada semana y cuya final fue vista por 21 millones de personas.
En respuesta a los múltiples ataques, Televisa decidió mostrar cada viernes un minuto, dentro del segmento de las "mangas del chaleco" de las pifias y malos modales de Adán Augusto en su campaña y con eso fue suficiente para que cayera en las encuestas el poderoso exsecretario.
La relación con la televisora nunca fue buena, pues desde que llegó Adán Augusto a la Secretaría de Gobernación la auditó, esperando encontrar algunos incumplimientos en los spots que estas obligada a transmitir a favor del Estado mexicano, los llamados "Tiempos Fiscales". De haberlos encontrado esos incumplimientos hubieran caído, para cobro y multas, en la Administradora General de Auditoria Fiscal Federal del SAT, quien curiosamente era la hermana del entonces Secretario, Rosalinda López Hernández. En este esquema de chantajes cayeron varias estaciones de radio, pero no la principal televisora del país, a la que no le pudieron encontrar irregularidades.
Así, desde el gobierno federal Adán Augusto López Hernández trató de cooptar a la televisora y cuando no lo logró trato de dañar su reputación en cada uno de sus eventos políticos, pero al parecer la estrategia le salió al revés y su equipo de campaña lo lanzó a una costosa cruzada -contra el medio de comunicación más importante del país- que sencillamente hundió al aspirante tabasqueño y quien aspiraba a ser el sucesor de Andrés Manuel López Obrador.
Luego de ver que el resto de los aspirantes crecieron en todas las encuestas y que el único que bajó fue Adán Augusto López, además de un notable crecimiento en sus negativos, no cabe la menor duda que sus estrategas lo mandaron en un barco rumbo al naufragio. Justo lo que sucedió y ayer su cara daba cuenta de ello.