Brasil

En la previa de la cumbre en Brasilia, Lula busca convencer a Ecuador y Uruguay para que vuelvan a Unasur

El presidente de Brasil recibirá a todos los países sudamericanos este martes en Brasilia para relanzar Unasur. Ecuador y Uruguay los más díscolos.

 Lula encabezará este martes una cumbre un Brasilia con los 12 presidentes de Sudamérica, tal como lo adelantó LPO a principios de mayo. El encuentro tiene dos objetivos: relanzar Unasur y desafiar el liderazgo de Andrés Manuel López Obrador, quien decidió reforzar la Celac para ocupar el rol de líder regional. 

Desde la perspectiva de Brasil, dejar a Unasur en muerte celebral significó un abandono a su liderazgo regional histórico, reactivarlo hacerse cargo de la conducción de su zona de influencia. Unasur, Mercosur, Celac, Brics y el compromiso con el cambio climático son espacios que, para el criterio de Lula, no deberían haberse descuidado nunca.

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Lula, tal como anticipó este medio, no tiene a Celac como prioridad y busca volver a controlar la region sudamericana, su principal zona de influencia y territorio desde donde hace fuerte su hegemonía. 

En el gobierno brasileño se cuidan en anunciar el convite como una intención de revivir Unasur pero es un hecho que la misión es esa. Fuentes de Itamaraty afirmaron a LPO que "es posible que Uruguay y Ecuador se resistan a entrar, pero lo importante es consensuar como se va a dialogar a partir de ahora. Y el consenso va a ser importante, no se va a imponer nada".

Los países que nunca se fueron de Unasur son Venezuela, Bolivia, Guyana y Surinam, mientras que Brasil y Argentina anunciaron recientemente su retorno. En el poroteo que hacen en el entorno de Lula aparecen como fijas las vueltas de Chile, Colombia y Paraguay, cuyo presidente electo Santiago Peña dijo en una entrevista a la CNN en español que Unasur puede ser un mecanismo para resolver los problemas que atraviesa la región. Por su parte, Perú se encuentra suspendido pero Dina Boluarte, reconocida por Lula pero cuestionada por AMLO, estará presidente en la cita presidencial. 

Con este cálculo, habría 10 de 12 jefes de estado dispuestos a reactivar el mecanismo de integración regional y la negociación se centra en los presidentes díscolos: el uruguayo Luis Lacalle Pou y el ecuatoriano Guillermo Lasso. 

Con este cálculo, habría 10 de 12 jefes de estado dispuestos a reactivar el mecanismo de integración regional y la negociación se centra en los presidentes díscolos: el uruguayo Luis Lacalle Pou y el ecuatoriano Guillermo Lasso

El presidente de Uruguay confirmó presencia pero evitó dar definiciones respecto de un posible retorno, dado que fue el propio Lacalle Pou el que decidió salir en 2020. Para Uruguay, la relación bilateral con Brasil es clave y, si Brasil envía algunas señales a Montevideo en relación a los planteos para flexibilizar el Mercosur, podría lograr que se sume. Sin embargo, reconocen que "es difícil". 

Lasso siempre fue un detractor de Unasur. En 2018 celebró la decisión de Colombia de abandonar el espacio sudamericano: "Acertada decisión del Presidente colombiano Ivan Duque, de retirar a Colombia de la UNASUR, organización politizada por el populismo del siglo XXI que en 10 años no ha aportado nada positivo. Ecuador debería seguir por el mismo camino", tuiteó en 2018. Años después respaldó la decisión de Lenin Moreno de retirar a Ecuador y cerrar la sede del organismo en Quito. 

Lula viene a enterrar la Celac para licuar el liderazgo regional de AMLO

De todas formas, Lasso está de salida luego de decretar la muerte cruzada, cerrar el Congreso y adelantar las elecciones para el 20 de agosto, donde no será candidato. Pese a la gravedad de la crisis interna y las vísperas de una nueva campaña electoral, el ecuatoriano confirmó la presencia y se espera que esté predispuesto a escuchar. 

El primer jefe de estado en llegar a la capital brasileña fue Nicolás Maduro, quien inauguró la nueva relación que tendrán Venezuela y Brasil tras 4 años de ruptura vínculos diplomáticos impulsados por Bolsonaro. La llegada del venezolano despertó críticas contra Lula pero no es ni mas, ni menos la jugada del líder brasileño para ofrecer como único interlocutor valido entre el régimen chavista y Estados Unidos, quien con menos publicidad viene caminando el mismo sentido. 

Será el primer encuentro de los 12 mandatarios sudamericanos desde 2016. El desafío que se propone Lula es ser el gran articulador de todos los conflictos que habitan en la región, desde  las garantías para las próximas elecciones en Venezuela hasta la legitimidad de la peruana Boularte tras la salida de Castillo.