Estrategia

El intento por reflotar la imagen de Kamala ya genera burlas y es un lastre para la campaña de reelección

La Casa Blanca la encomendó la tarea de liderar la lucha gubernamental contra la Inteligencia Artificial. Elon Musk se mofó de ella. La vice tiene menor popularidad que la que tuvo Dick Cheney

Kamala Harris nunca llegó a ser la figura clave que apuntaba ser para la administración Biden al asumir el cargo. Y pese a los esfuerzos de realzar su figura, la vicepresidenta aparece más como un lastre para el presidente que el contrapeso deseado, atendiendo a los índices de popularidad.

Según una nueva encuesta de NBC News, mientras la calificación de Joe Biden se mantuvo estancada en el 53%, la calificación de aprobación de Harris fue solo del 45%, con la mitad de los estadounidenses desaprobando su desempeño laboral. 

Además, la encuesta muestra que la aprobación de Harris es más baja entre ciertos grupos demográficos clave, incluyendo votantes independientes y hombres. Esto podría ser particularmente preocupante para la Casa Blanca, ya que estos grupos son importantes en los estados indecisos que pueden determinar el resultado de la próxima elección.Los índices de aprobación pública de Harris la convierten en una de las vicepresidentas menos populares de la historia moderna, por debajo del arquitecto de la guerra de Irak, Dick Cheney.

Kamala le resta a Biden en las encuestas y quieren darle una nueva función para sostenerla como compañera de fórmulaPese a la visión que tienen hoy en día de Harris la mayoría de norteamericanos, la californiana se hizo famosa en el Senado por su actuación ante la cámara. Colegas, asistentes y observadores del Senado la describían como una líder decidida que encontró formas de ser eficaz, creando momentos virales con sus contrainterrogatorios de testigos. 

Lo que nunca estuvo en duda, dicen todos los observadores, fue su instinto de lucha. Pero desde que juró el cargo de vicepresidenta, sus índices de aprobación se han desplomado. El presidente le ha encomendado tareas que van desde intratables hasta prácticamente insolubles, a la par que su oficina se ha visto acosada por renuncias de alto perfil de manera recurrente.

Los problemas de la vicepresidenta se han visto agravados regularmente por errores durante entrevistas individuales y apariciones públicas controvertidas e incluso se ha hablado de fricción entre su oficina y el resto de la Casa Blanca.

Conscientes de las cifras de aprobación de Harris, la Casa Blanca ha iniciado un giro para dar más tiempo a la vicepresidenta en eventos públicos con Biden, realizando más entrevistas con los medios y en especial con un nuevo encargo de relevancia: liderar la lucha gubernamental contra la Inteligencia Artificial.

En esta nueva misión, Harris se ha reunido con directivos de Google y Microsoft para garantizar que la tecnología en rápida evolución mejore la vida sin poner en riesgo los derechos y la seguridad de las personas.

Rápidamente se han hecho sentir las críticas a Harris cuestionando su capacidad para gestionar el reto de la inteligencia artificial, tras los resultados de su tarea al frente de la crisis migratoria en la frontera sur. Una de las voces más relevantes y polémicas que han salido a cuestionar a Harris ha sido el nuevo dueño de Twitter, Elon Musk, quien ha manifestado: "¡No puedo creer que pongan a Kamala Harris a cargo de la inteligencia artificial de EE.UU.! Deberían buscar a alguien que al menos pueda arreglar su propio router WiFi".

Esta burla de Musk hacia Harris ha generado una gran controversia en las redes sociales, con muchos acusándolo de sexismo y falta de respeto hacia la vicepresidenta. Sin embargo, también ha resaltado una cuestión importante en torno al papel de la inteligencia artificial en la política estadounidense.

En los últimos años, la inteligencia artificial se ha convertido en un tema de gran importancia en la política y la economía de los Estados Unidos. La administración Biden-Harris ha hecho de la inversión en tecnologías de inteligencia artificial una de sus principales prioridades, con el objetivo de promover la innovación y mejorar la eficiencia en el gobierno y la economía en general.

Sin embargo, la burla de Musk sobre Harris ha resaltado una preocupación importante en torno al papel de la inteligencia artificial en la política, y Musk, con sus cuestionadas formas, está dando una llamada de atención para que el gobierno estadounidense garantice que aquellos a cargo de la toma de decisiones en torno a la inteligencia artificial estén bien informados y capacitados. 

Esto podría incluir la inversión en la formación y el desarrollo de habilidades en torno a la inteligencia artificial, así como la promoción de la diversidad y la inclusión en este campo.Es importante recordar que la inteligencia artificial tiene implicaciones significativas para la sociedad y la economía en general. Desde la automatización de empleos hasta la toma de decisiones críticas en torno a la seguridad y la privacidad de los datos, es esencial que aquellos a cargo de la toma de decisiones entorno a la tecnología estén bien informados y capacitados.

El lanzamiento de ChatGPT a fines del año pasado generó por primera vez un debate público relevante alrededor de la IA y el papel del gobierno con la tecnología. La capacidad de las nuevas herramientas de "IA generativa" para producir escritura similar a la humana e imágenes falsas se ha sumado a las preocupaciones éticas y sociales sobre los sistemas automatizados. 

"¡No puedo creer que pongan a Kamala Harris a cargo de la inteligencia artificial de EE.UU.! Deberían buscar a alguien que al menos pueda arreglar su propio router WiFi"

Algunas de las empresas más conocidas, como OpenAI, han mantenido en secreto los datos con los que se han entrenado sus sistemas de Inteligencia Artificial. Eso hace que sea más difícil entender por qué un chatbot produce respuestas parciales o falsas a las solicitudes o para abordar las preocupaciones sobre si está robando obras protegidas por derechos de autor.

Es posible que las empresas preocupadas por ser responsables de algo en sus datos de capacitación tampoco tengan incentivos para realizar un seguimiento riguroso.

Se espera que la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca emita una guía en los próximos meses sobre cómo las agencias federales pueden usar las herramientas de inteligencia artificial. También habrá un compromiso independiente por parte de los principales desarrolladores de IA para participar en una evaluación pública de sus sistemas en agosto en la convención de hackers DEF CON de Las Vegas.