El alcalde de Miami define si sale a pelear la interna republicana con DeSantis y Trump
"Estoy cerca de tomar una decisión". Así, el alcalde de Miami Francis Suárez habló acerca de su potencial candidatura en la interna republicana para el 2024 con la cual viene coqueteando hace más de un año. El abogado de 45 años que viene tomando mucha relevancia pública luego de haber posicionado a Miami como una de las ciudades más apetecibles para los negocios (captando parte importante de la emigración de ejecutivos de ciudades como Nueva York o California), ahora busca mostrarse como una alternativa "moderna" que puede captar a una generación desencantada con los políticos más tradicionales y disruptivos como el mismo Donald Trump.
Suárez, el primer alcalde nacido en Miami y con orígenes cubanos, fue hábil en no chocar con el otro candidateable y gobernador de Florida, Ron DeSantis. Suárez se mantiene al margen de opinar de los temas ásperos como el aborto, el permiso de portar armas y demás, cosas que puso en debate DeSantis recientemente. "Yo me centro en las cosas que controlo; me centro en las cosas que puedo determinar", se excuso el alcalde en una reciente entrevista a Miami Herald.
Ahora, Suárez está por decidir si se mete en la contienda republicana, a pesar de que tendría pocas chances reales, o sigue enfocándose en los "logros" de su gestión. El alcalde dijo que se siente cómodo siendo un "político minorista" y hablando directamente con la gente, en una entrevista reciente con Fox News.
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Sin embargo, Suárez salió de su zona de confort y recientemente visitó New Hampshire, Iowa, Carolina del Sur y Nevada, cuatro estados que votan temprano durante la temporada de primarias y caucus. Mientras Suárez escucha en sus viajes, DeSantis expone sus iniciativas políticas en discursos desde Michigan a Ohio, Virginia y Nueva Hampshire.
La relación entre ambos no es la mejor. Según The Washington Post, DeSantis y Suárez no han hablado desde que el alcalde contrajo COVID en 2020. La falta de conversaciones entre los dos hombres se produjo cuando Suárez en 2021 criticó a DeSantis y a los principales funcionarios estatales por no permitir que ciudades como Miami para seguir adelante con los mandatos de máscara Covid.
Tanto Suárez como DeSantis están sujetos a límites de mandato y no pueden postularse para nuevas reelecciones. El mandato de Suárez finaliza en 2025, mientras que el último día oficial de DeSantis como gobernador es en 2027. Sea como fuere, el alcalde de Miami ha estado considerando postularse para la presidencia durante más de un año. Dijo en 2021 que no descartaba una candidatura a la presidencia, argumentando que el país está "sediento" de un liderazgo nuevo y más joven en la Casa Blanca.
Francis Suárez, alcalde de Miami
Habla de que el liderazgo más joven es importante con respecto a un "panorama hipercompetitivo" en el que China se está convirtiendo en una amenaza mayor y tecnologías como la inteligencia artificial y la computación cuántica se están volviendo más prominentes.
"Creo que en términos del ex presidente, realmente creo en el liderazgo generacional. Y no lo digo como una palabra de moda. Creo que muchos candidatos están lanzando eso como una palabra de moda", recordó. "Necesitamos funcionarios públicos que entiendan estas tecnologías, entiendan cómo aprovechar estas oportunidades y también cómo regularlas para el beneficio de nuestro país", continuó Suárez.
Por ahora, Suárez se ha mantenido al margen de la contienda y de la mente de muchos votantes. No está incluido en muchas encuestas y, cuando lo está, no se registra. Una encuesta de Fox News a finales de marzo vio a Suárez con un cero por ciento, muy por detrás de Trump, DeSantis, el ex vicepresidente Mike Pence, la ex congresista Liz Cheney y otros aspirantes republicanos a las primarias.
Pero Suárez ha estado sentando las bases en privado para una posible candidatura a la Casa Blanca. Recientemente se reunió con personas como el propietario de los New England Patriots, Robert Kraft, el director ejecutivo de Blackstone, Steve Schwarzman, el director ejecutivo de BlackRock, Larry Fink, y el exgobernador de Massachusetts, Charlie Baker. Todos potenciales donantes a una campaña.
Pero el alcalde tiene los resultados de una ciudad que está creciendo exponencialmente como su vidriera más codiciada. Dentro del "Milagro de Miami" está el hecho de tener, según los datos oficiales del Departamento de Trabajo, la tasa de desempleo más baja de todos los Estados Unidos. La ciudad tuvo la tasa de desempleo más baja de las áreas metropolitanas con más de 1 millón de personas en febrero con un 2,2%, empatado con Birmingham, Alabama.
Ron DeSantis, gobernador de Florida
Miami tiene un boom económico que se sostiene con el aluvión de empresas buscando radicarse allí por sus bajos impuestos, el clima, y la campaña liderada por Suárez y el resto de los funcionarios llamada "How Can I Help", una especie de mantra que repiten para convencer a las mega compañías a instalarse a la ciudad. DeSantis y Suárez no han hablado desde que el alcalde contrajo COVID en 2020.
Si bien muchas de ellas ya lo están haciendo (por caso Google), la obsesión de Suárez es que llegue Twitter. Hizo una invitación formal cuando Elon Musk habló de los costos que tenía la sede en San Francisco, pero aún no hubo respuesta. Sin embargo, en redes sociales, Suárez siempre elogia los posteos de Musk.
Convencido de que Miami tiene que ser la nueva Silicon Valley, los números de la industria tech y VC (capital de riesgo) marcan la predilección por mudarse y hacer negocios allí. El ecosistema de venture capital de Miami duplicó su tamaño en tres años, desde 2019 hasta 2022.
A pesar de las condiciones generales del mercado, también se mantuvo fuerte en el primer trimestre de 2023. De hecho, en el primer trimestre del año, los negocios concretados de Miami llegaron a 72 con un valor total de acuerdos de $300 millones. Pitchbook, que mide la cantidad de deals que se hacen en todo el país, destacó a Miami entre otros centros tecnológicos en los EE.UU. en su último informe y ya la compara con Washington.