En el kirchnerismo creen que la operación de Aracre la hizo Alberto para perjudicar a Massa y Cristina
En el kirchnerismo creen que el propio Alberto Fernández operó para llevar a Antonio Aracre a Economía y así perjudicar no sólo a Sergio Massa sino a la propia Cristina Kirchner, su principal aliada en el Frente de Todos.
La Rosada intentó por todos los medios despegarse de la operación del ex CEO de Syngenta, que hasta el martes era jefe de asesores del presidente. Pero en el kirchnerismo no compraron la justificación que hizo Alberto mediante su portavoz Gabriela Cerruti y las notas que revelaron el "enojo" con Aracre, con quien el presidente almorzó el lunes para delinear un plan económico paralelo al de Massa.
En el Instituto Patria se quejan de que el albertismo sigue poniéndole palos en la rueda a Massa, a quien la vicepresidenta quiere como el candidato del oficialismo en las elecciones.
El modus operandi se repite en todos los niveles: el presidente recibió a María Emilia Soria dos días después de que su lista saliera cuarta en las elecciones de Río Negro con el objetivo de impulsar la intervención del PJ de esa provincia, luego de que el sector vinculado al kirchnerismo hiciera una alianza con Alberto Weretilneck, electo gobernador el domingo. La foto de Alberto con Soria se dio casi en simultáneo a la de Massa con Weretilneck.
Por eso en el sector de la vicepresidenta aseguran que las manías dañinas de Alberto chocan de lleno con la búsqueda de concordia que filtra a los medios. En los últimos días desde el albertismo nació la idea de acordar un "código de convivencia" en la reunión del viernes del PJ nacional y la intención del presidente de llamar a Cristina para sentarse a negociar.
"No le escribió ni un mensaje", dicen en el kirchnerismo, en donde le restan importancia a la reunión del viernes en calle Matheu.
Muy lejos de otro capítulo de la mesa política del Frente de Todos que no tuvo un segundo round desde febrero, en la reunión sólo se avanzará en los pasos procedimentales para conformar el frente electoral. Algo que, todavía, no fue puesto en duda por ninguno de los socios del oficialismo.
El kirchnerismo se encolumna cada vez más detrás de una candidatura de Massa mientras Alberto ya desestima a Daniel Scioli, como anticipó LPO, y ahora piensa en Agustín Rossi como alternativa. Si es que el presidente decide no competir él mismo, como dan por descontado en todo el Gobierno.
En República Dominicana, Massa le dijo a Wendy Sherman, subsecretaria del Departamento de Estado, que si es el candidato, lo hará sin rivales del Frente de Todos en las primarias. "No quiere enanitos", dicen en el entorno del ministro.
El cálculo que hacen es que si el voto del oficialismo se divide, la foto de la noche de las primarias puede encontrar al ganador de la primaria del FDT en el tercer o cuarto lugar detrás de Javier Milei, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich.
Tanto en el kirchnerismo como en el massismo coindicen que la única chance de llegar competitivos a octubre es salir primeros en las primarias, una posibilidad no tan lejana si el Frente de Todos va con un solo candidato y aprovecha que Juntos por el Cambio tendrá internas entre Larreta y Bullrich.