Chicago

Un sindicalista alineado con Sanders ganó en Chicago y los afroamericanos gobernarán las cuatro ciudades más grandes

El comisionado de Cook Brandon Johnson se impuso en la segunda vuelta en la tercera ciudad de Estados Unidos. Con el respaldo de los latinos, los afroamericanos ya gobiernan Los Angeles, Houston y Nueva York.

Como predijo LPO, el progresista Brandon Johnson, de 47 años, superó al moderado Paul Vallas en la lucha por la alcaldía de Chicago y se quedó con el 51 por ciento de los votos.

Johnson asumirá el cargo el próximo mes y enfrentará desafíos para unir una ciudad dividida por la cuestión racial y laa visión sobre la mejor manera de sofocar el crimen persistente, un tema que se cernía sobre los meses de campaña y que lo diferenció de su rival que pedía llenar las calles de Chicago de Policía. "Hoy celebramos el renacimiento y la resurrección de la ciudad de Chicago", dijo Johnson a sus seguidores en su discurso de victoria.

El resurgir al que hace referencia Johnson representa un cambio a la izquierda del gobierno ya progresista de la administración de la alcaldesa Lori Lightfoot y deja con las manos vacías a los sectores que apoyaban a Vallas.

A una semana de las elecciones, un sindicalista afroamericano aparece como favorito para convertirse en alcalde de Chicago 

Lightfoot fue derrotada en la primera ronda de las elecciones y terminó tercera en un campo de nueve candidatos. Vallas, el único candidato blanco, quedó en primer lugar en las elecciones del 28 de febrero, recibiendo el 33 por ciento de los votos, seguido por Johnson, que es negro, con el 22 por ciento y Lightfoot con el 17 por ciento.

La victoria de Jhonson pone de manifiesto la tendencia ya consolidada de que las grandes ciudades de Estados Unidos están capitaneadas por alcaldes afroamericanos.

Las cuatro ciudades más grandes del país, Nueva York con Eric Adams, Los Angeles con Karen Bass, Sylvester Turner en Houston y el relevo de Lighfoot for Johnson en Chicago, mantiene el lobby de alcaldes negros con experiencias compartidas. Sus raíces de clase trabajadora como estadounidenses negros les dan una perspectiva diferente sobre cómo liderar sus ciudades a diferencia de la mayoría de sus predecesores.

Johnson aporta dos novedades al club de los 4: por un lado con sus 47 años reduce la media de edad de este selecto grupo de alcaldes experimentados que sobrepasan los 60. Por otro lado, el giro a la izquierda que supone va más allá en el abordaje al tema de la desigualdad, que ya han tenido bien presente todos los alcaldes negros. El sindicalista afroamericano recibió en su campaña el apoyo explicito de los senadores de izquierda, Bernie Sanders y Elizabeth Warren. 

La victoria de Johnson pone de manifiesto la tendencia ya consolidada de que las grandes ciudades de Estados Unidos están capitaneadas por alcaldes afroamericanos.

Johnson ha tomado un rumbo diferente a los enfoques de Adams en Nueva York por ejemplo. Mientras el neoyorquino abraza su pasado como ex policía, Jonshon apuesta por programas sociales impulsados por impuestos más altos para llegar a las "causas fundamentales" del crimen. Además, Johnson en los últimos años ha ido más allá, expresando su apoyo al movimiento "Defund the Police" (desfinanciar la policía ) y su simpatía por los saqueadores en Chicago.

El grupo de los 4 alcaldes negros de las principales ciudades de Estados Unidos han criticado el movimiento de "desfinanciar a la policía", pero también han pedido cambios policiales sistémicos. Los cuatro alcaldes han destacado sus antecedentes para demostrar que entienden la importancia de abordar la desigualdad. Eric Adams fue criado por una madre soltera que limpiaba casas. El padre de Karen Bass era cartero del servicio postal. La madre de Lori Lightfoot trabajaba en el turno de noche como auxiliar de enfermería y el alcalde Turner era hijo de un pintor y una criada. Jhonson también tiene orígenes humildes.

Los sindicatos más poderosos de Chicago chocan camino a la segunda vuelta y los latinos definen el nombre del nuevo alcalde

Creció con nueve hermanos en una casa de tres habitaciones con un baño. Sus padres eran pastores y pronto se convertiría en profesor. El resultado de la carrera por la alcaldía de Chicago ha sido observado de cerca mientras los demócratas de todo el país intentan lidiar con los mensajes sobre el crimen. Hace dos años en Nueva York, Eric Adams ganó la nominación de su partido y, más tarde, las elecciones generales a la derecha de sus compañeros demócratas en temas de justicia penal.

Es la cuestión del crimen un elemento recurrente en todas las contiendas electorales, que enfrenta a demócratas y republicanos, pero también divide a demócratas internamente como se ha visto en Chicago. El derrotado, Paul Vallas, admitió el resultado, pero agregó en un discurso a sus seguidores: "Está claro, según los resultados de esta noche, que la ciudad está profundamente dividida".

Al principio de la campaña, surgieron videos de una entrevista de 2020 en la que Johnson describió la desfinanciación de la policía como un "objetivo político real y real". Los comentarios lo siguieron durante toda la campaña. Inicialmente dejó de responderles y luego dijo que no le sacaría fondos a la policía si fuera elegido, pero que financiaría un "enfoque más holístico de la seguridad pública".

Su campaña atacó a Vallas, a quien los votantes conocen desde hace mucho tiempo como demócrata, pero que en los últimos años se había alineado con los conservadores.

Johnson aporta dos novedades al club de alcaldes afroamericanos: por un lado con sus 47 años reduce la media de edad de este selecto grupo de alcaldes experimentados que sobrepasan los 60. Por otro lado, el giro a la izquierda que supone va más allá en el abordaje al tema de la desigualdad.

Johnson y Vallas también fueron acogidos por sindicatos poderosos, lo que ayudó a impulsar su base pero también generó preocupaciones entre los demócratas moderados sobre cómo liderarían. Vallas fue respaldado por la Orden Fraternal de Policía de Chicago, y Johnson fue respaldado por el Sindicato de Maestros de Chicago, para el que también trabajó. La CTU también financió la campaña de Johnson, donando más de $2.5 millones al esfuerzo.

Si bien el crimen ha sido abiertamente la cuestión clave que ha diferenciado el abordaje político de ambos candidatos, el tema que no se enfrenta de manera abierta es la cuestión racial. Jhonson confirma que ser un candidato negro encaja mejor con el momento que viven las principales ciudades de Estados Unidos.