Sánchez: "La emergencia climática no es futura, es una crisis actual y urgente"
En julio del año pasado, en medio de la extrema ola de calor que dejó cientos de incendios forestales, Pedro Sánchez se trasladó al municipio de Casas de Miravete (Extremadura), uno de los puntos geográficos más devastados por la virulencia del fuego. "El cambio climático mata", dijo con el paisaje quemado de fondo.
"Quisiera trasladar una evidencia: el cambio climático mata: mata personas, como hemos visto; también mata nuestro ecosistema, nuestra biodiversidad; y también destruye los bienes más preciados del conjunto de la sociedad que se ve afectada por estos incendios: sus casas, sus negocios, su ganado...", lamentó en aquella dolorosa recorrida.
Lo que Sánchez no esperaba era repetir ese protocolo de acción -la visita a los lugares más afectados por las llamas- en marzo, en el inicio mismo de la primavera. Este lunes se hizo presente en el puesto de Mando Avanzado por el incendio sin controlo declarado en Villanueva de Viver (Castellón), que afecta un perímetro de alrededor de 40 kilómetros y 3.800 hectáreas, y que ha provocado la evacuación de varias poblaciones.
Sánchez fue recibido por el presidente de la Generalitat de Valencia, Ximo Puig. Se comprometió a recuperar las zonas afectadas. Hasta ahora, el fuego no ha afectado a ningún paraje natural, aunque sí a terrenos de la Red Natura 2000.
Pedro Sánchez: "El cambio climático mata"
Aprovechó el contacto con la prensa local para lanzar una advertencia: "La emergencia climática no es futura, es una crisis actual y urgente".
"Estamos saliendo del invierno y ya estamos sufriendo temperaturas propias del verano e incendios también propios del verano. El negacionismo no cabe ante esta crisis urgente, tampoco cabe ser neutral ante aquellos que son negacionistas", agregó.
Pedro Sánchez este lunes en el puesto de Mando Avanzado por el incendio sin controlo declarado en Villanueva de Viver (Castellón).
En 2022, España fue el Estado miembro de la UE más castigado por los incendios forestales. En toda la eurozona ardieron 786.049 hectáreas, según los datos a cierre de año del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS) a partir de los satélites del Programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea Copernicus.
El 39% perteneció a España, que con casi 310.000 hectáreas arrasadas -una superficie similar a la de la provincia de Álava que supone cuatro veces más que la media de 2006 a 2021- fue el país que más padeció los efectos de este fenómeno climático.
Las hectáreas arrasadas por el fuego en España duplicaron a la superficie quemada en Rumanía, el segundo país más afectado por los incendios forestales en la Unión Europea con cerca de 155.000 hectáreas. Le siguieron Portugal con más de 104.000 hectáreas afectadas, Francia con más de 66.000 hectáreas e Italia con casi 59.000 hectáreas quemadas.
Según los cálculos del EFFIS, las emisiones lanzadas a la atmósfera a raíz de los fuegos superó los 28 millones de toneladas de CO2, de las cuales casi la mitad -11 millones- se emitieron desde España.