Sindicalización

Con una intervención decisiva de Bass, los trabajadores de la educación de Los Ángeles consiguen un histórico aumento del 30%

La alcaldesa demócrata se involucró para solucionar el conflicto que afectaba a 420 mil alumnos. Una huelga con alto protagonismo de latinos.

La autoridad educativa en Los Ángeles y la dirigencia sindical que encabezó una huelga de tres días reconocieron por separado que la mediación de la alcaldesa Karen Bass destrabó las negociaciones y llevó a un acuerdo que ambas partes calificaron de histórico.

Bass, quien se sumó en el segundo día de huelga a la mesa de discusión, ha mantenido sin embargo un bajo perfil. La ex congresista demócrata se mantuvo en un segundo plano, detrás del superintendente escolar, Alberto Carvalho, y del presidente sindical, Max Arias, aun cuando ambos destacaron que el acuerdo se logró por la participación de su alcaldesa.

En público, Bassa hizo un único comentario sobre el conflicto en el segundo distrito escolar más grande de Estados Unidos. "Todos debemos unirnos para apoyar a las escuelas públicas, que son el determinante más poderoso del futuro de nuestra ciudad", dijo. Pero en privado, la primera alcaldesa afroamericana de Los Ángeles tuvo una actuación decisiva.

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La preocupación de la alcaldesa tenía una razón de peso: el sindicato estaba dispuesto a repetir la huelga como medida de presión hasta que consiguiera sus demandas.

En un contexto inusual para Estados Unidos, cuando el país registra la inflación más alta de las últimas cuatro décadas, el acuerdo elevó el sueldo anual en un 30%, de un promedio de $25,000 a $33,000, más un bono de $1,000 para cada uno de los 30,000 empleados afiliados al Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU) Local 99. A partir del primero de enero del 2024, los trabajadores recibirán $2 más por cada hora de trabajo. Luego de ese incremento, comenzarán nuevamente las negociaciones para mantener los ingresos actualizados en línea con la inflación.

Bass entre el sindicalista Max Arias y el superintendente Alberto Carvalho.

Los trabajadores buscaban por lo menos equiparar su ingreso con el nivel de pobreza de California, estimado en $39,700, pero el pago que lograron, de $22.52 por hora es bastante más alto que el mínimo de California, que es de $15.50 por hora; y también mayor que el mínimo en el condado de Los Ángeles, que es de $16.78 por hora a partir del primero de julio.

La preocupación de la alcaldesa tenía una razón de peso: el sindicato estaba dispuesto a repetir la huelga como medida de presión hasta que consiguiera sus demandas.

El Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles informó que el acuerdo incluye servicios médicos y aumento en horas de trabajo. Además, el distrito aceptó invertir $3 millones en un Fondo de Educación y Desarrollo Profesional para miembros de SEIU Local 99.

Para que el acuerdo se materialice en contrato colectivo, falta aún que el sindicato lo presente en votación a sus agremiados, pero ambas partes dijeron por separado que es un entendimiento que va a influir en el resto de los distritos escolares de California e incluso del país.

Los trabajadores de la educación mostraron su fuerza en el Grand Park de Los Angeles.

El distrito de Los Ángeles es el segundo más grande en el país después del de Nueva York. La huelga de tres días impactó a más de 420,000 estudiantes. Unos 35,000 profesores, psicólogos, enfermeras y asesores de estudiantes apoyaron a los 30,000 trabajadores, pero con cuidado de declarar que se solidarizaron sin sumarse a la huelga.

"Hemos alcanzado un acuerdo con un aumento salarial sin precedente en Los Ángeles", dijo el superintendente Carvalho. El funcionario agregó que el acuerdo incluye no solamente un aumento salarial de varios años, sino más horas de trabajo y también una expansión del seguro médico que merecen los trabajadores.

En declaraciones a la prensa, Carvalho afirmó: "La garantía de un acceso a un hospital, a un doctor, es un derecho humano e incluimos esta provisión en este contrato que es histórico, porque en los últimos diez años el promedio de aumento salarial nunca sobrepasó un tres por ciento".

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El líder sindical Max Arias, un inmigrante salvadoreño, declaró que para los trabajadores también es un acuerdo histórico. "Nuestros miembros tomaron acción para exponer con éxito la desigualdad que existe en nuestra sociedad y propusieron una solución", dijo.

Arias tiene una historia que sirve para ilustrar el alto protagonismo de los latinos en la huelga de los trabajadores. Es hijo de dos economistas que trabajaron en las zonas rurales de El Salvador durante las décadas de 1960 y 1970. De muy niño, se mudó con su padre primero de Londres a Nicaragua, de Belice a la Ciudad de México y finalmente se afincó con su madre y su padrastro en Nueva Orleans. Tras el acuerdo con las autoridades, Arias consideró que, desde la perspectiva sindical, el acuerdo alcanzado va a elevar en un tercio el salario que tienen ahora los trabajadores. "Eso es significativo, pero todavía no llegamos a donde tenemos que llegar", aclaró.

Nuestros miembros tomaron acción para exponer con éxito la desigualdad que existe en nuestra sociedad y propusieron una solución. Eso es significativo, pero todavía no llegamos a donde tenemos que llegar.

El distrito escolar informó por su parte en comunicado que el acuerdo aborda las desigualdades salariales históricas, crea una expansión masiva de los beneficios de atención médica para los empleados a tiempo parcial, invierte recursos considerables en el desarrollo profesional de la fuerza laboral, todo mientras mantiene la estabilidad financiera del Distrito.

Tanto los trabajadores escolares como el gremio de los maestros han desempeñado sus funciones sin renovar contrato colectivo desde el 2020. El último aumento salarial que tuvieron los profesores angelinos fue del seis por ciento en el 2019. Varios profesores coincidieron ante LPO en que con ese salario enfrentaron la recesión por la pandemia y han tenido que lidiar con el disparo en los precios de la gasolina y la carestía más alta en décadas.