Pese al impacto de la crisis financiera, descartan a Kamala como reemplazante de Biden
Cuando la crisis financiera enfrenta a Joe Biden a un clima de turbulencia inesperado y aún se espera que anuncie si se presenta o no a la reelección, en el aire persiste la pregunta ¿Es una buena opción Kamala Harris para repetir tándem con el presidente de mayor edad jamás elegido?
Alguna vez considerada como sucesora natural de Biden, la vicepresidenta no ha logrado convencer a los americanos y no aparece como el relevo necesario de los demócratas ante el mayor desafío económico que le toca superar al presidente. Los números de aprobación de Harris han disminuido constantemente desde la toma de posesión y tiene un índice de favorabilidad neta más bajo que cualquiera de los últimos cuatro vicepresidentes. Su oficina se ha presentado como disfuncional y varios miembros importantes de su equipo han protagonizado sonoras huidas.
Otro barómetro de aprobación es la confrontación pública con compañeros de partido. La más reciente polémica la ha protagonizado la senadora Elizabeth Warren, antigua contendiente junto a Biden y Harris en las últimas primarias demócratas.
Las dudas con Kamala: el plan B de los demócratas si Biden se baja de la reelección
La vicepresidenta no le devuelve las llamadas telefónicas a la senadora Warren debido a que la senadora de Massachusetts no llegó a respaldar a Harris como vicepresidente de Biden de cara a 2024.
Según CNN, Warren llamó a Harris dos veces para disculparse por sus comentarios, pero la vicepresidente no le contestó. La senadora de Massachusetts pareció no llegar a respaldar a Harris como compañera de fórmula de Biden en 2024 durante una entrevista con la Radio Pública de Boston en enero. Cuando el locutor de radio le preguntó si Harris debería ser la compañera de fórmula de Biden si se postula para la reelección en 2024, Warren ofreció una respuesta ambivalente.
"Conozco a Kamala desde hace mucho tiempo. Me gusta Kamala. La conocí cuando era fiscal general y yo todavía enseñaba, y trabajamos juntas en la crisis de la vivienda, así que nos conocemos desde hace mucho tiempo. Pero necesitan... tienen que ser un equipo, y mi sensación es que lo son; no quiero decir eso al sugerir que creo que hay algún problema. Creo que lo son".
Las "profundas inseguridades" de la vicepresidenta han generado una atmósfera difícil entre su personal y dudas sobre su capacidad para liderar. Varios de los principales asistentes de Harris, incluido su jefe de gabinete, director de comunicaciones y secretario de prensa, partieron dentro de los primeros 18 meses de la administración.
"Es prácticamente inevitable que cada vez que un presidente se prepara para postularse para la reelección se hable de deshacerse del vicepresidente", dijo Joel Goldstein, profesor de Derecho Emérito de la Universidad de St. Louis.
El presidente George H. W. Bush enfrentó presiones para reemplazar al vicepresidente Dan Quayle, quien sufrió un pésimo índice de aprobación, similar al de Harris. Bush consideró cambiar a Dick Cheney como su compañero de fórmula en 2004 como una forma, escribió en sus memorias, de "demostrar que yo estaba a cargo" y que él, y no Cheney, estaba dirigiendo la Casa Blanca.
En 2011, cuando el presidente Barack Obama estaba en un punto bajo de popularidad y pretendía ir en busca de la reelección, el jefe de gabinete de la Casa Blanca ordenó una investigación sobre si sería una buena idea reemplazar a Biden con Hillary Clinton.
Apartar a Harris "definitivamente repercutirá en la América negra", y no en el buen sentido, afirmó Aprill Turner, vocera de Higher Heights for America, un grupo que defiende a las mujeres afroamericanas en la política.
"Kamala necesita un proyecto de transformación. Es muy poco probable o virtualmente imposible que tenga un éxito apreciable con los derechos electorales o la inmigración, tanto por la naturaleza de los problemas como por la oposición intratable de los republicanos. Necesita un proyecto en el que centrarse en el que pueda obtener resultados claros y demostrables", dijo Douglas Schoen, analista político y exasesor del presidente Bill Clinton.
Si bien los analistas no auguran cambios en el tándem Biden-Harris, es probable que en caso que el presidente finalmente decidiera no presentarse a la reelección, el reemplazo de Harris perdiera fuerza y abriera un proceso reñido de primarias competitivas.
Otra cuestión que va a alzarse con más fuerza todavía, una vez Biden confirme sus intenciones de ser presidente de nuevo, es su avanzada edad, y el hecho que la vice tendría muchas posibilidades de convertirse en presidente ante cualquier problema con el mandatario que celebró este 2023 sus 80 años.