Suprema Corte

Yasmín dice que la crisis de los plagios la fortaleció: "Ahora tengo línea directa con AMLO"

La ministra ya avisó que no renunciará aunque salgan nuevas pesquisas en su contra. Y celebra que ya no tiene que conversar con Palacio a través de su esposo Riobóo.

El caso de la ministra Yasmín Esquivel no tiene precedentes en la historia del país. Salvo por el negro día en el que el presidente Ernesto Zedillo sacó de un plumazo a los 11 ministros de la Suprema Corte de Justicia el 31 de diciembre de 1994, no había tenido lugar un escándalo de la magnitud de los presuntos plagios de Esquivel Mossa.

También en diciembre, el pasado 21 del año anterior, Guillermo Sheridan apuntó contra la tesis de licenciatura en Derecho de la UNAM de la ministra. A través de la plataforma LatinUS, el escritor evidenció que el viejo texto que Esquivel presentó en los ochenta habría sido copiando por completo de un trabajo anterior.

El presidente López Obrador se metió en el conflicto entre la Universidad Nacional y la SEP (que regresó a la UNAM la decisión de emitir cualquier sanción contra la ministra), y desde entonces -incluso con una nueva acusación por plagio ahora en la tesis de doctorado- Yasmín Esquivel continúa en su sitio en la Segunda Sala.

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Ahora, como pudo saber LPO en los corrillos del edificio de Pino Suárez #2, la ministra Yasmín Esquivel no quita el dedo del renglón y cada que alguien se atreve a sugerirlo, afirma que no renunciará a su lugar en la Suprema Corte de Justicia, y que el caso de sus tesis corresponde a una campaña mediática en su contra.

Arguyendo violencia política de género, la ministra da por toda explicación un largo recuento de su trayectoria académica y judicial. Al borde de la confesión, de acuerdo a la misma versión, Esquivel no omite presumir que "todo este asunto" pudo beneficiarla al lograr un contacto directo y amistoso con Palacio Nacional. "Ahora tengo línea directa con AMLO", repite a su círculo cercano.

Lo anterior fue algo que presumió antes de aquel 21 de diciembre de 2022, durante su campaña para presidir la Corte en sustitución de Arturo Zaldívar, pero que al parecer no era tan real como lo aseguraba. Pues la comunicación que pudo tener con el presidente López Obrador se entabló siempre a través de su esposo, el empresario José María Riobóo. Ahora, henchida de orgullo, asegura que no hay más intermediarios.