Cristina reconoció que "estamos sin moneda" pero dijo que dolarizar no es la solución

La vicepresidenta habló la Universidad de Río Negro, después de que se difundieran los fundamentos del fallo en su contra en la causa Vialidad.

Cristina Kirchner habló en la Universidad Nacional de Río Negro luego de conocerse los fundamentos de la condena en su contra en la causa Vialidad. El eje de su disertación era económico, pero la vicepresidenta aprovechó para cuestionar a la Justicia a quien acusa de proscribirla de cara a las elecciones.

En el tramo económico de su discurso dijo que el dólar en Argentina es un patrón de conducta, más que monetario. "Se convierte una moneda que nosotros no tenemos. Como moneda de ahorro y de pago para algunas operaciones. Quiere decir que hoy, a 40 años de la democracia, no sólo estamos sin estado democrático institucional sino que sin moneda también", dijo.

Sin embargo, rechazó de plano la posibilidad de implementar en el país una dolarización de la moneda como lo hizo Ecuador. Dijo que un sector de la clase política cree que una dolarización sería similar a la convertibilidad: un dólar, un peso. "No es así. El valor de una moneda no lo da ninguna ley sino el tamaño de la economía. La dolarización, de producirse en Argentina, implicaría un gran sacrificio para las clases medias. El mayor consumidor de dólares es la clase media y el empobrecimiento de éstas clases no va a tener límites", aseguró.

Cristina volvió a cuestionar con dureza el endeudamiento impulsado por la administración de Mauricio Macri. "No hay catástrofe más grande para Argentina que el endeudamiento que se produjo entre 2015 y 2019", dijo y siguió: "¿Ustedes por qué creen que pudimos tener 12 años de gobierno y buenos salarios en Argentina? Esto no depende de personas, depende de políticas. No es una cuestión personal, es política".

También dejó en claro que no se opone a pagar la deuda contraída con el Fondo Monetario Internacional (FMI). "Por supuesto que sí, hay que devolver ese préstamo. Nadie pretende que no se devuelva. Yo no tengo una cuestión dogmática ni ideológica con el FMI", dijo.

Más tarde, cuestionó un titular de La Nación y afirmó que no cree en los programas económicos. "Yo sólo creo en Dios y en el amor. Pero en un programa económico no. No es una cuestión de fe. Es una cuestión de objetivos y de la eficiencia que se tiene para alcanzarlos. No me enamoro de nada", planteó.

En un breve pasaje de su discurso también cuestionó la promesa que viene haciendo Javier Milei de cerrar el Banco Central si llega a la presidencia. "Algunos lo quieren quemar", dijo y agregó: "La verdad es que bidones de nafta es lo más fácil de conseguir y lo más rápido. ¿Pero piensan se puede solucionar de ese modo? Yo no", dijo la vicepresidente aunque abogó por una reforma del Central. "Entiendo que se requiere una reforma para que cuide la moneda y el tamaño de la economía", dijo.

En cambio lanzó un pequeño elogio a Horacio Rodríguez Larreta quien había dicho que quien dice que llega al gobierno y puede sacar el cepo "es un chanta". Cristina dijo que fue un "saludable gesto", por parte del candidato presidencial del PRO, pero recordó otra frase del jefe de Gobierno en la que aclaró en el 2015 se pudo hacer porque había reservas en el Banco Central. "Hola, ¿qué tal?", dijo la vice con ironía.

También reveló una conversación con el titular del Central, Miguel Pesce, en el punto más álgido de las negociaciones por el acuerdo con el Fondo. "En diciembre de 2021 me llama el actual presidente del Banco Central y lo recibí en mi casa. La negociación con el FMI y Martín Gúzman estaba en su punto más álgido. Pesce viene a decirme que desde el Fondo estaban dispuestos a viajar a Argentina para entrevistarse conmigo porque pensaban que yo iba a solucionarlo. Porque decían que el ministro de Economía estaba muy terco y que era muy caprichoso", explicó.

Según señaló, rechazó de plano la propuesta. "A mí me enseñaron desde muy chiquita que cuando uno empieza una negociación la tiene que terminar. Y no hay peor negociación que la que se hace en dos o tres ventanillas porque el que tiene más poder termina jorobando a los otros".

En un momento del discurso también aprovechó para citar a Wado De Pedro. "Creo que el que mejor lo definió fue el ministro del Interior, Wado de Pedro, cuando dijo 'han reemplazado al código electoral por el código penal'. Esta es la verdad de la milanesa".

De Pedro había quedado en el centro de la escena esta semana al mostrase sonriendo junto a Jorge Rendo. La foto generó un enorme revuelo en el kirchnerismo y el ministro tuvo que aclarar que fue "casual" y admitió que le hizo "ruido".

Ya sobre el final hizo un llamado de unidad a la política. "Vamos a necesitar que los dirigentes estén unidos para revisar el acuerdo (con el FMI), no para no pagar, sino para que nos dejen crecer. Es imprescindible el cambio de actitud. Hay que ponerse de acuerdo en los fundamental, en el eje. Si no nos ponemos de acuerdo en esto, podemos tener 20 Vacas Muertas pero nos van a faltar los dólares", dijo.

Y siguió con un llamado de atención sobre la fragmentación política en la región. "La gente se la agarra con la política y que los políticos son los malos, y no es así. Son los modelos económicos los buenos o malos. Este era el motivo de esta clase magistral, aportar ideas. No podemos seguir en un debate tan chato".