Tensión entre Milei y Villarruel por el control de los fondos para las boletas en provincia

Una nueva crisis asoma en el armado de Javier Milei tras el acto de Morón. Un sector del armado libertario explotó por el perfil de dirigentes que Carlos Kikuchi y Sebastián Pareja subieron al escenario. Todos con extenso pasado en el peronismo o en la coalición Juntos.

Kikuchi y Pareja son los responsables de armar en el Conurbano la estructura con la que Milei peleará su candidatura presidencial. Pero la aventura en el territorio bonaerense atraviesa dificultades. "Milei tiene un discurso anticasta, pero invitan a la casta a un acto y la suben al escenario", se quejan referentes cercanos al propio economista.

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Las fotos del acto de Morón sorprendieron a varios, incluso dentro de la fuerza libertaria. Una presencia que hizo ruido fue la de Eduardo Varela, quien hasta los primeros días de marzo reportaba en Juntos por el Cambio. Varela es concejal y fue electo en 2019 siendo parte de la coalición opositora. La semana pasada comunicó que abandona su espacio político para representar a Milei en Merlo.

El acto de Morón enfureció a Victoria Villarruel, compañera de bancada de Milei en el Congreso, que tuvo que soportar que Carlos Kikuchi se metiera en la vida interna de su fuerza, el Partido Demócrata.

Pero, además, el acto de Morón enfureció a Victoria Villarruel, compañera de bancada de Milei en el Congreso. Es que Kikuchi presentó en el escenario a Guillermo Macloghlin como un referente del Partido Demócrata bonaerense.

Eso obligó al partido a salir a despegarse a través de un comunicado. "El Partido Demócrata de la provincia de Buenos Aires tiene la obligación de informar que Macloghlin no representa, ni tiene poder alguno para comprometer al PD en ninguna negociación política sobre el devenir del proceso electoral", dijeron.

El año pasado, Villarruel logró quedarse con el control del histórico partido que tenía como interventor a dirigente Carlos Onterio, cercano a Carlos Balter, presidente nacional de los demócratas.

Kikuchi dice contar con los sellos Unión Celeste y Blanco, la estructura que usó a Francisco de Narváez en su paso por la política y también sumó a Unión Por Todos, un partido fundado hace dos décadas por Patricia Bullrich. 

El Partido Demócrata es uno de los sellos que puede usar Milei para la elección en la provincia. Otro es el Partido Libertario bonaerense que cuenta con una personería jurídica provisoria y sortea los últimos tramos para la definitiva. El PL es quizás el partido que le da mayor identidad a Milei y es una estructura creada para la candidatura presidencial del economista.

Kikuchi toma distancia de esas estructuras y busca mostrar fuerza a partir del acercamiento de sellos partidarios. Dice contar con Unión Celeste y Blanco, la estructura que sirvió a Francisco de Narváez en 2009. También sumó a Unión Por Todos, un partido fundado hace dos décadas por Patricia Bullrich y que hoy lo sostiene el médico vecinalista Juan Pedro del Oso. En tanto, otros sellos que ofrecieron sus estructuras son el partido Celeste Pro Vida y al Renovador Federal.

Por debajo de esta fiebre por los sellos partidarios asoma la pelea dentro de los libertarios por el control de los recursos para la impresión de boletas. Quien brinde a Milei la estructura electoral tendrá millones para gastar en pocas semanas. Hasta ahora el economista a tratado de zanjar esas peleas ubicando a su hermana como la responsable última en el manejo de recursos de su espacio político.

Sin embargo, las estructuras legales que asoman a la superficie en años electorales representan también un riesgo. En el armado de Milei emiten luces de alerta por la jugada de Kikuchi y mencionan el caso de José Luis Espert en 2019 cuando confió en ser candidato a la presidencia con el partido UNIR -un sello con representación nacional- que le había acercado Alberto Asseff.

Por debajo de la fiebre por los sellos partidarios asoma la pelea dentro de los libertarios por el control de los recursos para la impresión de boletas. Quien brinde a Milei la estructura electoral tendrá millones para gastar en pocas semanas.

Conocedor como pocos de las maniobras electorales, por entonces Miguel Ángel Pichetto, pidió autorización a Marcos Peña para seducir a Asseff y romper el sueño presidencial de Espert. En la Rosada sabían que el economista liberal le restaba votos a Macri.

Pichetto tenía asignado un lugar en la lista de diputados que era para Claudia Rucci y -pragmático- allí ubicó a Asseff y mandó a Rucci a la Legislatura bonaerense. En pocas horas, Espert se quedó sin el sello de Asseff y sin candidatura presidencial.