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Pedro Aspe ya busca fondos en el exterior para la aerolínea de cabotaje de Beltranena

Se aceleran los planes y los contactos con la cúpula de la 4T. Sigilo en las mañaneras.

Pedro Aspe, la figura más icónica de los economistas ortodoxos de finales del siglo pasado en México, rara vez aparece en la retórica presidencial. Andrés Manuel López Obrador embiste reiteradamente contra personajes similares pero sobre el ex secretario de Hacienda de Carlos Salinas de Gortari guarda un calculado sigilo. 

Será por eso que el nombre de Aspe aparece en dos asuntos centrales de la actualidad del Gobierno: la venta de CitiBanamex -donde asesora a Germán Larrea- y la posible aerolínea de cabotaje de Volaris para la cual está buscando recursos con fondos de Estados Unidos. 

Aspe es de los fundadores de esta compañía, a comienzos de los 2000, luego se fue retirando de todo el marco operativo pero siempre permaneció cerca de la empresa. "Beltranena es muy emocional, Aspe lo contiene", dicen quienes conocen al mandamás de Volaris.

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LPO reveló que  Adán Augusto López habría ofrecido a Volaris el mejor de los tratos si decide mudar su operación al AIFA. Beltranena tiene empresas asentadas en Centroamérica, en particular en Guatemala, lo que lo vuelve un beneficiario directo del cabotaje.

Un negocio atractivo en medio del caos que padece la industria de la aviación en el país, con una calificación aérea de Estados Unidos sin perspectiva de mejorar, aerolíneas mexicanas en quiebra, arresto de dueños por incumpliento de compromisos comerciales y sindicatos llenos de sobrecargos sin plazas ni vuelos. El cabotaje estaría poniendo en riesgo los negocios de Aeroméxico y VivaAerobus, y su predominancia en el sector.

Pedro Aspe, economista.

La discusión del cabotaje avanza en la arena legislativa y Aspe tiene buenos nexos en el mercado como para conseguir los recursos que permitan la operación de cabotaje con base en el AIFA. Hace veinte años hizo lo propio cuando Beltranena no tenía aviones y solo 20 pilotos contratados.

Aspe y Beltranena no solo transita bien con el secretario de Gobernación, sino que además conversan con tranquilidad con otros integrantes del entorno presidencial. Algo parecido a lo que sucede con ese otro referente de la era neoliberal que es Luis Videgaray. Quien por cierto, su nombre tampoco aparece en el jolgorio matutino.