Francia

Protestas en Francia: Macron no recibe a los sindicatos y avanza con la reforma previsional

El presidente francés pacta con la derecha gaullista para sacar el texto. Mélenchon y Le Pen se oponen. Habrá más protestas el sábado y la semana próxima.

 Emmanuel Macron no dará el brazo a torcer con la reforma jubilatoria. El presidente francés se niega a recibir a los sindicatos que ayer lideraron la mayor protesta en décadas. "El silencio del Presidente de la República constituye un grave problema democrático", denunció el frente sindical en un comunicado. Pese a que Francia está en estado en movilización desde enero, cuando una manifestación masiva presionó a Macron para retirar el proyecto que busca subir la edad de jubilación de 62 a 64 años.

La CGT estima que 700 mil personas protestaron el martes en París y 3,5 millones en todo el país, aunque el gobierno rebaja la cifra a 1,28 millones. Los sindicatos se organizaron para paralizar parcialmente el transporte, sectores de la industria y las escuelas. "Bloquear es lo opuesto al diálogo", apuntó el portavoz del gobierno, Olivier Véran. Pero el rechazo a la reforma trepa al 69 % y el apoyo a las protestas sube al 59%, cifras que se mantienen estables desde finales de 2022.

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Las protestas ya están erosionando al oficialismo. Barbara Pompili, diputada y exministra de Transición Ecológica, sugirió que se abstendría en la votación. También se sumó la diputada Stella Dupont, parte de la base aliada de Macron en la Asamblea Nacional. "La movilización social, digna y masiva, lleva a la reflexión", dijo. El gobierno dice que unas pocas abstenciones no cambiarán el curso de la reforma, que ahora se juega en el Senado.

La manifestación del martes en París. 

La derecha gaullista maneja la cámara alta y el gobierno negocia con ella para pasar la ley. Si Los Republicanos, el partido de Nicolás Sarkozy, habilita la aprobación, el proyecto vuelve a la Asamblea para acordar un texto que convenza a ambas cámaras. El secretario general de la CGT, Philippe Martínez, considera que la reforma es para Macron un asunto personal, ya que el presidente prometió modificar la ley en la campaña por la reelección.

Macron es personalmente responsable de la situación. Sería un error continuar con el desorden, la decadencia, la fatiga popular. El pueblo francés merece algo mejor

El problema para Macron es que si la ley se estanca en el Legislativo podrá aprobar el texto sin votación a través del artículo 49.3 de la Constitución. Así el presidente sacaría adelante su reforma estrella -si ninguna moción de censura contra la primera ministra Élisabeth Borne prospera-, con el riesgo de enfrentar un mandato de cinco años con conflictividad social permanente. Macron fue reelecto en abril del año pasado.

Elisabeth Borne, primera ministra de Francia.  

El frente sindical tiene una protesta programada para el sábado y otra para la semana que viene. "Ha llegado el momento de que Macron tome la iniciativa democrática que corresponde a esta situación de bloqueo", dijo el líder de la izquierda francesa, Jean-Luc Mélenchon, quien además llamó a un referéndum sobre la reforma. "Él es personalmente responsable de la situación. Sería un error continuar con el desorden, la decadencia, la fatiga popular. El pueblo francés merece algo mejor", lanzó.

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Sébastien Chenu, vicepresidente de la Asamblea y el dirigente más cercano a la ultraderechista Marine Le Pen, es un opositor a la reforma, pero ahora se muestra resignado. "Creo que Emmanuel Macron logrará que se apruebe su reforma. Incluso creo que, por desgracia, el país se ha resignado a esto", lamentó. El partido de Le Pen no quiere quedar asociado con las protestas y la violencia esporádica de las marchas, por lo que evalúa el voto al proyecto oficialista.