Republicanos de Arizona se despegan del escándalo por las denuncias de sobornos y cárteles de la droga
Una legisladora estatal de Arizona seguidora de la teoría de QAnon generó un escándalo entre republicanos al llevar a una audiencia a una invitada quien, sin aviso previo, acusó a jueces, oficiales del orden y hasta al banco Wells Fargo de recibir sobornos de cárteles mexicanos de las drogas y ocultar lavado de capitales mediante compras de bienes raíces.
La legisladora republicana Liz Harris, agente de bienes raíces de Chandler que aun ahora asegura que Donald Trump ganó la elección presidencial del 2020, invitó a su amiga Jacqueline Breger a una audiencia del comité electoral de la legislatura de Arizona y la participación de Breger metió a los republicanos en una batalla de acusaciones mutuas por permitir presentaciones como esa.
Breger presentó una trama de sobornos de cárteles a funcionarios y autoridades, dio nombres de personas que viven en Arizona como coludidos en el plan de lavar dinero de venta ilegal de drogas en el mercado estatal de bienes raíces.
Mientras la reforma migratoria divide a los republicanos, McCarthy elige Arizona para hacer su primer visita a la fronteraLa mujer dijo literalmente que uno de cada cuatro de los actuales jueces en los condados de Maricopa y Pima fueron comprados mediante sobornos de los carteles desde antes de que ocuparan los cargos para que una vez en tribunales "proteger al crimen organizado".
Para sorpresa, nadie interrumpió o pidió pruebas a la agente de seguros. Solo, al final, alguno de los legisladores, que todavía no se reponían de la sorpresa, preguntó a la mujer quién la había invitado a la audiencia conjunta en que se supone que abordarían el proceso electoral de Arizona.
"La asambleísta Liz Harris", dijo la mujer. En ese momento Harris pasó su índice por el cuello para indicar a Breger que cortara su participación.Como seguidora de QAnon, Harris piensa que los demócratas son una organización de pedófilos y caníbales que intentan controlar el mundo, y que Donald Trump es un enviado celestial a salvar a Estados Unidos.
La legisladora dijo al ganar la elección en noviembre que no votaría ningún proyecto de la legislatura, de mayoría republicana, en protesta hasta que Donald Trump fuera reconocido presidente. Antes había llamado la atención de autoridades federales porque inició una campaña de ir a preguntar de puerta en puerta por quién habían votado sus moradores.
Luego de la audiencia en la que Breger presentó las acusaciones, los legisladores tardaron un poco en reaccionar al incidente, hasta que la participación de la agente de seguros se divulgó en Phoenix.
El presidente del senado de Arizona, Warren Petersen, republicano que presidió la audiencia, señaló que permitió la participación de Breger a petición de Harris y del presidente de la asamblea o cámara baja, el también republicano Ben Toma.
Toma pidió que se le permitiera hablar pero el líder de la mayoría en la asamblea, también republicano Sonny Borrelli, estaba encargado de revisar lo que iba a decir Breger si la dejaban participar. Borrelli sostuvo que en los documentos que la mujer le presentó para dirigirse a la audiencia conjunta no estaban las acusaciones. "De otra forma yo no los hubiera permitido", aseguró.
La presidenta del comité del senado estatal en elecciones, que convocó a la reunión, Wendy Rogers, confirmó que Harris le pidió hace unas semanas participar en una audiencia del comité para "discutir sobre algunos funcionarios vinculados con actividades criminales".
"Hasta donde sabemos, ninguna de las personas nombradas enfrenta cargos o tiene procesos pendientes", dijo Rogers. Toma, el presidente de la asamblea, apuntó en un comunicado que "lo que debería haber sido una audiencia conjunta para examinar con sentido común las reformas electorales se convirtió en un vergonzoso teatro marginal".
Hasta ahora ni la corte superior de Arizona, el banco Wells Fargo o las agencias del orden que acusó Breger habían informado si responderán a las acusaciones. Por ahora solamente algunos legisladores republicanos han rechazado las acusaciones de Breger, aunque sin sancionar a Harris.