Ahora Lula no descarta ir por la reelección si Bolsonaro lidera la oposición
Lula está pensando la posibilidad de disputar la reelección en Brasil. A pesar de haber dicho en campaña y una vez electo que su nueva etapa será solo de un mandato, en su entorno lo están haciendo reflexionar.
El motivo principal se llama Jair Bolsonaro. El ex presidente vuelve en marzo a Brasil para encabezar la oposición al gobierno y nadie se animaría a poner a un sucesor a que compita con el segundo líder de masas más importante de Brasil.
Como adelantó LPO, nombres, a priori, habría de sobra dentro de la gran coalición que lidera Lula. Desde el ministro de Hacienda Fernando Haddad, pasando por el titular de la cartera de Justicia Dino, la ex candidata y actual ministra Simone Tebet, algún gobernador como el actual Jefe de Gabinete Rui Costa, y hasta el propio Geraldo Alckmin son algunos de los anotados para 2026.
Bolsonaro: "Lula no durará mucho, pronto tendremos noticias"
Lula es el único que puede derrotar a Bolsonaro y su movimiento con un amplio espacio que contenga todas las tribus que habitan en su armado. La biología le juega en contra, dado que el presidente brasileña comenzara un eventual nuevo mandato con 81 años y por más espíritu juvenil que valga, la edad es la edad.
"Siempre contemplamos que Lula sea candidato nuevamente. Es nuestra carta ganadora y las reformas que necesitamos en el contexto que estamos no podrán darse en cuatro años", confió una fuente de estrechísima relación con el líder del PT.
En el acto por los 40 años del Partido de los Trabajadores, Lula insinuó a los suyos que descarta volver a competir si "el partido y el frente me necesita". "Él no quiere que vuelva a Bolsonaro", asegura este colaborador cercano. En el discurso con la militancia del PT, el Presidente sugirió algo parecido al plantear que "hará todo lo posible para evitar la vuelta del genocida Bolsonaro".
Con Bolsonaro pueden pasar muchas cosas. Una de ellas es que las causas en su contra avancen y termine preso e inhabilitado, lo que abriría un cuadro de sucesión dentro de la derecha que no necesitaría de la candidatura de Lula.
Por supuesto que en los cálculos del PT está la importancia de llevar a cabo una buena gestión que le permita a Lula contar con la espalda necesaria para instalar un candidato competitivo ante una derecha en un proceso de organización. En estos meses, logró aumentar el salario mínimo, financiamiento para políticas sociales con el apoyo del Congreso y relanzar el programa de vivienda "Mi casa, mi vida" que se había implementado durante el gobierno de Dilma.
Sin embargo, los desafíos están en el horizonte con la reforma tributaria que se presentaría en marzo, la intención de aplicar otra reforma laboral que incluya derechos para los trabajadores de las aplicaciones, frenar la inflación y la difícil tarea de sacar a 33 millones de personas de la pobreza y generar empleos.
"Con Lula nada está dicho hasta el último día pero es algo que está empezando a conversar con el equipo. De todas formas, su cabeza está puesta en la gestión", resumen.