La Plata

Kicillof anuncia que renovará casi todos los caños de agua de La Plata que tienen más de 70 años

La obra cuenta con una inversión de 8.000 millones de pesos y se prevén trabajos durante 18 meses. Alak capitalizó el acto.

El gobierno de la provincia de Buenos Aires avanzó con la apertura de sobres para la licitación del recambio de cañerías de agua potable en la ciudad de La Plata. La obra tendrá una inversión de 8.000 millones de pesos.

La obra incluye la renovación de las antiguas cañerías de las redes primarias y secundarias de distribución de agua, en sistemas cuya vida útil se encuentra ampliamente agotada y al borde del colapso. La licitación forma parte de un conjunto de obras de recambio en la región, iniciadas en los últimos años.

Se trata del recambio de 197 kilómetros de cañerías que implican la intervención de 2.000 cuadras en una obra que prevé trabajos durante 18 meses.

Hubo un dato político interesante en el acto administrativo: quien encabezó el acto de apertura de las propuestas no fueron funcionarios de Infraestructura, sino el ministro de Justicia, Julio Alak, quien el sábado tendrá su primer acto de campaña como pre candidato a intendente. Incluso la comunicación de la actividad la llevó acabo el ministerio de Justicia y no la cartera que conduce Leonardo Nardini.

Alak recordó que la actual red tiene 70 años, es de hierro y tiene permanentes pérdidas de la presión de agua, mientras que "esta licitación es el primer paso para empezar a tener agua en todos los hogares de la ciudad".

"Tenemos mucha esperanza y alegría porque esta obra va a beneficiar a casi 500.000 habitantes de La Plata, que es la segunda ciudad en población de la provincia", agregó.

Además, enfatizó que se trata de "una obra gigantesca que se suma a las tareas en la planta potabilizadora ubicada en Ensenada, cuya tercera etapa comenzó hace poco para tener más presión de agua y para beneficiar a los vecinos de Gonnet y Villa Castells".

Según se informó desde el ministerio de Justicia, para el diseño de la obra, se debieron respetar dos pautas básicas, ligadas al funcionamiento hidráulico y a la urbanización, por lo que se debió respetar al máximo el funcionamiento original del sistema y minimizar las excavaciones.

La obra también contempla los empalmes de las cañerías en los lugares indicados en los planos y cualquier otro empalme intermedio que exista.