Bal apuesta a la derrota de Villacís mientras el PP apura la desintegración de Ciudadanos
En la dirección nacional de Ciudadanos siguen sin poder digerir la fallida jugada de Begoña Villacís, aunque no pueden prescindir de la que todavía consideran su mejor activo político. Por eso han cerrado filas en torno a la vicealcaldesa de la capital e impulsarán su candidatura al Ayuntamiento de Madrid. El partido ha salido herido de las primarias de enero, en las que la lista auspiciada por Inés Arrimadas se quedó con el control, y la cúpula entiende que los disconformes, alentados por Edmundo Bal, intentará boicotear a los candidatos "oficialistas".
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Villacís se enfrentará con Alberto Pulido Ruiz, que ha respaldado en la interna a la lista integrada por los militantes de Ciudadanos, y presumiblemente al empresario Juan Magín Mallafré, vinculado a los temas de educación. La número dos del Ayuntamiento tiene vía libre, ya que ninguno de los candidatos resulta competitivo y el concejal Santiago Saura, cercano a Bal, declinó presentarse a la interna madrileña. Sin embargo, el exmano derecha de Arrimadas tiene un plan B.
Edmundo Bal en el Congreso de los Diputados.
Bal está detrás de la candidatura del concejal Juan Carlos Bermejo como candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid, que se medirá con la candidata de Villacís, Aruca Gómez, también aprobada por Arrimadas. "Yo no os ofrezco prebendas ni cargos en las listas ni nada por el estilo", disparó Bermejo en un vídeo casero subido el domingo a Twitter. En el entorno de Villacís reconocen a LPO que Bal es el padre de la candidatura de Bermejo.
También admiten que Bal conoce el territorio, lo que puede jugarle en contra a Villacís. Al ser elecciones municipales y autonómicas, Bal busca recortarle votos a la vice a través de Aruca Gómez y que Bermejo encabece la lista y, eventualmente, condicione a Villacís. Todo este tipo de estrategias evidencian la guerra fratricida entre las facciones naranjas. "No están viendo que estas elecciones marcarán el futuro del partido. Hay que elegir a los mejores candidatos para ganar", dice a este medio una integrante del partido que ha intentado acercar a las partes.
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Para la dirección a cargo de Patricia Guasp y Adrián Vázquez asegura que será difícil venderles a los madrileños la candidatura de Villacís, no solo por la debacle del partido, sino por su posible salto al PP, que era un hecho hasta que Isabel Díaz Ayuso le cerró el paso y en Génova acataron esa decisión. En Ciudadanos culpan a la vicealcaldesa por la fuga de candidatos naranjas. El diputado Miguel Gutiérrez renunció a sus cargos orgánicos en Madrid porque resulta "imposible compartir un espacio de trabajo" en el que priman "los deseos personales".
Después de imponer su lista, Arrimadas busca marginar a Bal dentro de Ciudadanos
Villacís ha abierto la puerta a que los candidatos de Ciudadanos se presenten con plataformas locales o en alianza con el PP tras defender que la formación liberal se integrara a los populares como una corriente interna. Aitor Retolaza, alcalde de Alcobendas, adelantó que se buscará un nuevo mandato a través de una nueva plataforma sin vinculación con Ciudadanos. En la dirección lamentan que este sea el primer paso de la desintegración.
El coordinador general del PP y director de campaña, Elías Bendodo.
Si bien los cargos del partido se muestran optimistas en público, puertas adentro se preguntan si podrán sobrevivir en alguno de los territorios. En Génova siguen con el plan de vaciar a Ciudadanos. En la Comunidad Valenciana, el PP fichó a la exportavoz naranja Ruth Merino, que dimitió horas antes de las primarias, y sería inminente la incorporación de la vicealcaldesa de Zaragoza, Sara Fernández, a las filas populares.
A principios de diciembre, el PP sumó a Ignacio Gragera, alcalde de Badajoz, y en estos días emisarios del partido mantiene conversaciones con cargos de Ciudadanos en las provincias. Alberto Núñez Feijóo ha dado la orden a Elías Bendodo de rematar el partido, en estado cuasi terminal y con escasos recursos, para asegurar la victoria del PP en mayo y continuar el hipotético triunfo a fin de año. En Ciudadanos ya no pueden contener la sangría.