Alberto ahora dice que va a convocar a la mesa del Frente de Todos pero no habló con nadie

El presidente filtró a los medios que no lo hace en respuesta a la reunión de Merlo en la que lo dejaron afuera.

Alberto Fernández filtró a los medios que ahora acepta convocar a la mesa del Frente de Todos que sus socios le vienen exigiendo desde hace meses, pero no lo habló con ningún dirigente de peso de la coalición gobernante.

El presidente hizo trascender que su decisión de convocar la mesa no está relacionada a la exclusión que sufrió anoche en Merlo, donde se congregaron Sergio Massa, Máximo Kirchner, Axel Kicillof y otros dirigentes importantes de la provincia de Buenos Aires. Fue una mesa del Frente de Todos ipso facto, sin albertismo.

Por eso los socios tomaron con sorpresa y escepticismo que Alberto decidiera aceptar una mesa que vienen reclamando Massa y Máximo desde el año pasado sin haber siquiera levantado el teléfono para avisarles.

"Nos hace quedar como unos presionadores seriales", dijeron a LPO en el kirchnerismo. De todos modos están de acuerdo con la conformación de la mesa, que si bien llega a tres años del inicio de la gestión, aún puede ser útil para definir la estrategia electoral.

El albertismo fue el gran excluido en la cumbre del peronismo bonaerense que armó Maximo

En la mesa bonaerense del martes por la noche se debatieron manejos de recursos y problemas de gestión, lo que para los presentes es saludable. Alberto, por el contrario, filtró que no quiere que la mesa sea un cenáculo para debatir las decisiones de Gobierno. En la coalición gobernante dicen que es ridículo: "No vamos a intervenir el gobierno por seis meses de mandato", aseguran.

Mientras avala la mesa en los diarios, el presidente le dice a sus colaboradores que está repuntando en las encuestas y que irá a fondo contra el kirchnerismo. Un intendente de su confianza le recordó que en su distrito llegó a medir más de 70 puntos y ahora no llega a 20.